Madrid.-

Podemos, partido con 8 meses de creado, ganaría con el 27% las elecciones en España si se realizaran hoy; 1,5 puntos por encima del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), según el sondeo de Metroscopia publicado ayer en el país ibérico.

La investigación expresa también una caída estrepitosa del gobernante Partido Popular (PP) al tercer lugar, con el 20% de intención. En los comicios generales de 2011 obtuvieron el 44,6%.

Podemos, liderado por el profesor universitario Pablo Iglesias, ratifica el ascenso luego de su primera participación electoral en mayo, cuando ganó 5 diputados en el Parlamento europeo con 1,2 millones de votos y se convirtió en la sorpresa de aquella jornada.

Detrás de esos partidos se ubican, según la investigación, Izquierda Unida (IU) con 3,8% de intención de voto y el centroderechista Unión Progreso y Democracia (UPyD) con 3,4%.

Vicente Palacio, director adjunto del Observatorio de Política Exterior Española, de la Fundación Alternativas, consideró este fenómeno una expresión del agotamiento político español que —dijo— necesita renovación.

A su criterio, además de la crisis económica y escándalos recientes por corrupción de los políticos, el auge de Podemos está influido por la búsqueda de otras formas de organización por las nuevas generaciones, que ya no conectan con las tradicionales.

Para Palacio, la política a partir de ahora la marcarán organizaciones de tipo más reivindicativo, con estándares más altos para la expectativa social, la redistribución de riqueza, la lucha contra la corrupción y la reforma del sistema político.

La encuesta de Metroscopia, para el periódico El País, fue realizada el pasado octubre, en la semana que se dio a conocer un nuevo escándalo de corrupción que afecta mayoritariamente a figuras del PP y se suma a otros casos similares.

Para Palacio, la corrupción es otro elemento que produce una desafección política de los jóvenes y mayores, de gente que busca nuevos partidos o formas de organización social al margen de las actuales.

El explosivo ascenso de Podemos se registra pese a que la mayoría de los encuestados estimó que ese partido, actualmente en estructuración, no tiene ideas claras sobre cómo superar la crisis económica, y no es el único en el cual se puede confiar.

El 42% de los encuestados que muestran su intención de votar a Podemos lo hace por “una sensación de decepción y desencanto con los demás partidos”, frente al 33% que afirma que lo haría porque “es el partido que más se acerca ahora a lo que piensa y cree”.

Nunca antes en España una formación recién creada había alcanzado una expectativa de voto tan alta como la que Podemos ha logrado en solo 8 meses de vida.

Si los vaticinios se hacen realidad en las elecciones generales, previstas para el próximo año, Podemos rompería con el tradicional bipartidismo español.

El 54% de los encuestados considera que las propuestas de esa formación no son realistas, mientras que el 50% cree que no tienen ideas claras sobre la crisis.

La formación es vista por sus adversarios como populista, pero a principios de octubre, el partido aprobó una resolución económica que no habla del impago de parte de la deuda pública en España.

Sus líderes proponen procesos de reestructuración ordenada de la deuda para volver a niveles de deuda más sostenibles.

Esta resolución forma parte de un intento de atraer a un electorado de centro-izquierda, de cara a las elecciones generales de finales de 2015. Ese documento fue elaborado en una gran asamblea, abierta a todo el público, en la que los participantes podían votar por internet.

Podemos se maneja con “círculos” que son pequeñas asambleas en las que se discuten los problemas nacionales, muy parecidas a las que instauró el movimiento de los indignados.

De hecho los partidos tradicionales españoles, a los que Podemos denomina “la casta”, han acusado a Iglesias de ser “bolivariano” y de copiar los planes de gobierno de Ecuador y Venezuela.

Lo cierto es que Iglesias maneja un discurso en contra de los mercados, el capital y los recortes. Además que defiende subir los impuestos a los ricos y mejorar las atenciones sociales. A finales de septiembre estuvo en Quito para participar en el Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) junto con otros líderes de la agrupación. En esa oportunidad se reunió con el presidente Rafael Correa.

Los resultados de la encuesta reflejan “el estado de indignación y convulsión de la ciudadanía”, afirmó el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien considera que su agrupación ya “ha frenado su deterioro”.