La senadora brasileña Vanessa Grazziotin denunció hoy los crímenes ambientales causados por la transnacional estadounidense Chevron-Texaco en la zona amazónica de Ecuador desde 1964 hasta 1990.

Al intervenir en la sesión plenaria de ese órgano, Grazziotin destacó su apoyo y solidaridad con el pueblo ecuatoriano, en especial con la población amazónica, donde esa compañía dejó más de mil fosas llenas de residuos de crudo y otros desechos tóxicos, y derramó unos 64 millones de litros de petróleo, según publicó Prensa Latina.

Anunció la creación en Brasil de un Comité de Apoyo a Ecuador por los daños ambientales y humanos causados por la transnacional estadounidense en la Amazonía de ese país para demandar justicia a nivel internacional.

La congresista señaló que esa catástrofe ecológica podría evitarse si la Chevron-Texaco hubiera utilizado tecnología de punta, como hace en otras naciones.

Sin embargo, denunció que la compañía norteamericana abandonó el territorio de Ecuador y se desentendió de los perjuicios originados y el subsuelo, los ríos y lagos de la región siguen contaminados.

Grazziotin alertó que este problema puede ocurrir en Brasil, por lo cual pidió la solidaridad del Senado para exigir justicia y la transnacional sea obligada a resarcir estos criminales contra el entorno. Estaría previsto que una delegación de ese país venga al Ecuador para expresar su solidaridad y conocer de cerca este desastre medioambiental.

La senadora rememoró que la empresa Chevron firmó el mes pasado con la Agencia Nacional de Petróleo y el Ministerio Público Federal, un acuerdo de Modificación de Conducta, debido al derrame producido en la Cuenca de Campos, en Rio de Janeiro, en 2011.

Según el gobierno ecuatoriano, la contaminación que dejó la petrolera en la Amazonía ecuatoriana es 80 veces superior a la causada por el derrame de la British Petroleum en el golfo de México en 2010.