Ricardo Rivas: “La paz en Colombia no es una verdad”
El secuestro y asesinato de Javier, Paúl y Efraín, colegas del diario El Comercio, dejó heridas abiertas. Ricardo Rivas, representante de las familias de estos compañeros, dialogó con los Medios Públicos sobre la corresponsabilidad de Colombia, las expectativas de las nuevas autoridades, la repatriación de los cuerpos y el problema latente en la frontera norte.
Rivas dijo que Colombia tiene una corresponsabilidad en este tema porque es un problema binacional. “Tenía que manejarse a través de la Cancillería, pero no hemos visto una actuación decidida y frontal de Colombia”.
Para él, ese país negó la situación, incluso el presidente Juan Manuel Santos señaló que el secuestrador es ecuatoriano y que el secuestro ocurrió en Ecuador. Pero el problema no es nuestro, agregó, es de Colombia y hace más de 30 años.
Luego Santos aceptó que fueron asesinados en su propio país. “Nosotros sufrimos las consecuencias de eso. Sus cuerpos siguen en Colombia y toda la información se filtra a través de los medios locales. Colombia no ha hecho nada, no tenía presencia militar, la paz en ese país no es verdad. La injerencia de Colombia debe ser frontal, a pesar de que su costo político sea alto”.
¿Pero qué expectativas tienen sobre las nuevas autoridades del Interior, Mauro Toscanini, y de Defensa, Oswaldo Jarrín?
Fueron cambiados dos ministros, este es un problema de frontera y de amenaza a la soberanía nacional, respondió. Hay un decreto de excepción y esto debe estar en las manos del Ministro de Defensa, a través de un mando único, dijo. “Ese es el escenario, no se puede cometer el error de dar la vocería al Ministro del Interior y manejar el caso como un secuestro delincuencial”.
Contó que pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) crear un grupo de investigación de los hechos y a la OEA una comisión de la verdad. “Hay que transparentar la verdad y los hechos, liberar la información reservada en Colombia y Ecuador”.
Rivas señaló que las familias siguen sufriendo mucho y “hemos aprendido a llorar por dentro. La repatriación de los cuerpos, que en vida fueron instrumentos de negociaciones, hoy también son como una mercancía de intercambio. No puede ser que sean tan inhumanos e indolentes”.
“Los 16 millones de ecuatorianos queremos que los traigan a su patria y tener un sitio para visitarlos y llorarlos”.
El hermano del fotógrafo Paúl Rivas comentó que seguirán con las acciones para visibilizar lo ocurrido. “Esto no se va a diluir en el tiempo. Quedará en el recuerdo, el problema sigue latente, no estábamos preparados para enfrentarlo”.
¿Qué se puede hacer en el futuro? Según él, se debe poner a la gente con mayor conocimiento y preparación en puestos claves, eso es fundamental para elaborar planes de acción y escenarios.
“La solución no es llenar de tanques ese sector, sino tomar políticas públicas, usar las carreteras como medio de desarrollo económico y productivo para la zona”, concluyó. (I)