El grupo popular ciudadano hizo público ayer su primer manifiesto de 7 puntos
Quito, símbolo de la disputa entre la izquierda y la derecha
Tres asambleas, lideradas por distintas agrupaciones que van desde la derecha hasta la izquierda, se disputan el poder de convocatoria de los quiteños. El primer grupo lo integran 80 dirigentes de organizaciones sociales, estudiantiles y gremiales, quienes se reunieron ayer en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en la capital.
Ellos entregaron el manifiesto, elaborado el jueves anterior durante la I reunión de la denominada Asamblea Popular Ciudadana de Quito. En el documento de 7 puntos, expresan que deciden constituirse como agrupación, entre otros motivos, “preocupados por la ausencia de un proyecto de ciudad”.
Y añaden que se niegan a “aceptar el silencio como respuesta de la administración municipal ante los problemas de los ciudadanos”.
Por otra parte, en alusión al anuncio de paro nacional convocado para hoy y la marcha indígena, el documento reconoce el derecho de los ciudadanos a manifestarse.
Eso sí, la Asamblea Popular rechaza cualquier acto de violencia que pudiera producirse este día, “provenga de donde provenga”.
Las otras 2 asambleas son conformadas por actores políticos quienes han decidido ‘autoconvocarse’ y a la vez extender la invitación a los quiteños para protestar.
César Montúfar, Fanny Reyes y Santiago Becdach, integrantes del movimiento Concertación, por ejemplo, entregaron el 12 de junio una carta en la administración de Mauricio Rodas pidiendo la convocatoria de la Asamblea de Quito.
Dicho pedido no ha tenido respuesta en Rodas hasta el momento, quien, ha hecho declaraciones en medios y redes sociales pidiendo rectificaciones al Gobierno e incluso participó en la protesta del 25 de junio en la av. De Los Shyris.
Hoy en la marcha de la Conaie, el Alcalde declinó su participación. Ante la decisión de Rodas, un primer grupo de los opositores se reunieron el pasado 10 de agosto en señal de rechazo a la actual administración.
En este agrupación figuran personajes como Milton Castillo (Pachakutik), Enrique Ayala Mora y Marcelo Larrea. Ellos declararon huéspedes ilustres a los manifestantes indígenas en Quito e insistieron en exigir rectificaciones del Gobierno sin aceptar la posibilidad del diálogo.
Mientras que la otra Asamblea de Quito es liderada por Andrés Páez (ex ID) y Fernando Balda (Sociedad Patriótica).
En un segundo manifiesto, este grupo exige lo que llaman rectificaciones al Gobierno, como el archivo de las 16 enmiendas, la reestructuración del CNE (Consejo Nacional Electoral) y convocar a una consulta popular sobre la reelección de autoridades.
Esta división al momento de conformar las Asambleas demostraría no solo las diferencias entre los miembros de la derecha y clase media capitalina, sino también el afán de convocar una marcha en Quito.
Desde siempre la capital ha sido el centro de las grandes manifestaciones, allí reside precisamente su importancia política. “A los presidentes se los ha sacado de Carondelet”. Con esa frase resume el historiador Juan Paz y Miño.
El académico comenta que dicha importancia no solo tiene una carga simbólica, sino real y que por ello la intención de quienes protestan y muestran descontento con los gobiernos es siempre llegar a la Plaza de la Independencia y, si es posible, tomarse el Palacio de Gobierno.
En la historia ecuatoriana reciente, 3 jefes de Estado han perdido el poder cuando han salido o han sido obligados a abandonar el Palacio de Gobierno luego de revueltas populares que han tenido como su epicentro Quito: Abdalá Bucaram en 1997, Jamil Mahuad en 2000 y Lucio Gutiérrez en 2005.
El también historiador Vladimir Serrano recuerda en artículos y entrevistas que la primera institución político-administrativa del Ecuador de la era histórica fue el Cabildo de Quito, inaugurado en 1534.
Posteriormente, dicha institución jugó papeles fundamentales a lo largo de la época colonial. Un ejemplo de ello fue la llamada Revolución de las Alcabalas, de 1592, cuando el procurador Juan Moreno Bellido capitaneó al Cabildo y a la ciudad en protesta por la creación del impuesto.
En los siglos posteriores, la ciudad ha conservado su calidad de eje político del país. Vecinos de la ciudad protagonizaron el que pasaría a denominarse como Primer Grito de la Independencia el 10 de Agosto de 1809. La batalla de Pichincha, a cuyos pies se encuentra la urbe, selló el 24 de Mayo de 1822 el proceso independentista ecuatoriano. Y tras la separación del territorio de la Gran Colombia, la ciudad conservó su capitalidad. (I)
El 64% aprueba la gestión presidencial
La consultora Perfiles de Opinión publicó ayer una encuesta en donde se refleja que el 64,6% de la población aprueba la gestión del presidente de la República, Rafael Correa. La consulta se hizo a 621 personas en Quito y Guayaquil. La calificación buena es de 51,9%, mientras que la muy buena es de 12,7%.En el caso de los resultados negativos, el 30,8% dice que es mala y el 4,7% que es muy mala.
En la medición se refleja que en Quito el 69,2% tiene una opinión positiva, mientras que en Guayaquil la tiene el 61,3%. Las entrevistas fueron realizadas entre el 1 y 2 de agosto.
El 9 de julio pasado la misma empresa informó que el 65,6% de la población calificaba entre buena y muy buena la gestión del mandatario. En aquella ocasión el universo manejado fue de 622 personas.
Según la firma, de esos datos el 50,8% calificó la labor del Jefe de Estado como buena y 14,8% como muy buena. Se informó que las encuestas se aplicaron entre el 30 junio y el 1 de julio.
La empresa también informó que según su muestreo más del 60% de las personas de Quito y Guayaquil está en contra de las manifestaciones que se dieron luego del anuncio de las reformas a las leyes de Herencia y Plusvalía.
La población, según las encuestas, está de acuerdo con la propuesta de diálogo nacional que fue planteada desde el Ejecutivo. (I)