El Ministerio de Ambiente  y Agua tiene prevista la ejecución de 20 proyectos de inversión hacia la preservación, conservación y uso sustentable  de la naturaleza. El ministro Paulo Proaño manifestó que estas iniciativas, de cara al último año de gestión del Gobierno, impulsarán “el desarrollo sostenible, adaptación y mitigación del cambio climático”.

En una entrevista con El Telégrafo, Proaño explicó que su cartera de Estado financia proyectos dedicados a desarrollar bioemprendimientos que no solo protegen al medio ambiente sino contribuyen en el fortalecimiento de la economía nacional.

Estos programas están vinculados  al Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 20230 para el desarrollo mundial. La renegociación de la deuda externa que efectúa el Gobierno con los mayores tenedores de bonos permitirá prorrogar el presupuesto fiscal de 2021, por lo que Proaño garantizó que los proyectos continuarán en marcha, dado que se cuenta con el mismo monto de 2020 para el siguiente año.

“El Ministerio del Ambiente y Agua cuenta con los recursos necesarios para la ejecución de las actividades, productos y servicios que brindan los diferentes programas y proyectos a la ciudadanía y en pos de la conservación del excepcional Patrimonio Natural”, aseguró.

La cartera de Estado abordará tres ejes en su último ejercicio fiscal, encaminados a la conservación y desarrollo ambiental: protección ambiental e inclusiva a través de incentivos para conservar el Patrimonio Natural, control de recursos ambientales y control forestal y de la vida silvestre.

El presupuesto con el que cuenta el Ministerio de Ambiente se divide en un 49%, de los recursos fiscales del Estado, y  51%, de la cooperación internacional. “La reducción progresiva del riesgo país (acción inherente a la renegociación), posibilita al Ecuador, a buscar nuevas inversiones”, agregó el ministro.

Proaño también enfatizó que un objetivo del Ecuador es asegurar el mantenimiento de la biodiversidad, lo que a su vez beneficiará en actividades de turismo sustentable y generará ingresos para las comunidades aledañas a las áreas naturales y la continuidad de proyectos.

La protección del ecosistema recae en la labor diaria de los guardaparques, quienes vigilan y monitorean las reservas ecológicas. Proaño manifestó que estos servicios están garantizados, pese a “los procesos de optimización que pudieran presentarse “, pero siempre precautelando la parte técnica.

Tras los primeros acuerdos entre el equipo financiero del Gobierno con los tenedores de bonos, Proaño recalcó que la estabilidad financiera del país es un atractivo para la llegada de inversores que destinen recursos en el turismo ecológico y sustentable, lo que permitirá impulsar más programas y proyectos financiados con fondos de cooperación internacional. (I)