El movimiento Podemos irrumpió en el ambiente proselitista del país, en marzo de 2018, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), presidido por Nubia Villacís, autorizó su inscripción en el registro electoral.

Pero ahora enfrenta el pedido de la Contraloría de que sea eliminado porque hallaron irregularidades en la inscripción y debido a que el proceso no fue observado debidamente por el CNE.

La creación de este movimiento lo impulsó el tres veces prefecto del Azuay Paúl Carrasco, quien inició su vida política con el respaldo de la Izquierda Democrática.

A los 31 años fue elegido consejero provincial de Azuay y antes de terminar su carrera en la Universidad de Cuenca, donde cursaba Ingeniería Agropecuaria, ganó la prefectura en 2005.

Pero pronto se distanció de la ID y emprendió su propio camino y gestionó la creación del Movimiento Encuentro Democrático en 2007 y finalmente el movimiento provincial Participa, con el que llega a la reelección de la prefectura por segunda vez en 2014.

En esta gestión radicalizó su oposición al gobierno de Rafael Correa, lo que le llevó a cambiar de ideología y consolidar una alianza con SUMA, del entonces alcalde de Quito, Mauricio Rodas, y el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, del Partido Social Cristiano (PSC), que denominaron Frente Unidos.

A este grupo también se adhirió el líder del movimiento Avanza, Ramiro González, quien actualmente se encuentra prófugo en Perú, acusado de corrupción.

La intención era armar una gran coalición nacional para enfrentar en las urnas al correísmo, con un candidato que surgiera de esta alianza. Pero la decisión del PSC-Madera de Guerrero de nominar a Cynthia Viteri como postulante presidencial en los comicios de 2017 decepcionó a Carrasco y salió del grupo.

En estas circunstancias empezó a armar otro movimiento bautizado como Poder Popular, con ámbito de acción nacional, e inició la recolección de firmas con el objetivo de postular candidato a la presidencia.

Pero no alcanzó a reunir los requerimientos, comentó César Rodríguez, exasambleista y exmilitante de Alianza PAIS, y fue negada la inscripción, por lo que volvieron a intentar esta vez con el nombre de Podemos. “Salí de la organización cuando estaban en el proceso de reconocimiento por parte del CNE, porque Carrasco decidió apoyar la candidatura de Guillermo Lasso”, recordó Rodríguez.

Finalmente, en 2018, el CNE aprobó a Podemos, listas 33. ”El principio fundamental es la democracia para la convivencia a través de la posibilidad de convivir entre diferentes”, dijo Carrasco luego de recibir la aprobación.

Aseguró que tenía directivas en todas las provincias del país y recordó que en Azuay, además, estaba activo el movimiento Participa, que también fundó. “Todo esto es fruto de la tenacidad de la militancia; de esta manera Ecuador tendrá a los mejores hombres y mujeres para la construcción de un país diferente, de diálogo, convivencia, conciencia social desde una perspectiva incluyente”, enfatizó en aquella ocasión Carrasco, cuando todavía era prefecto.

Posteriormente, en los comicios de 2019, Carrasco comentó que su grupo político Podemos logró en las elecciones seccionales de 2019, 20 alcaldías en el país, de las cuales 11 son propias; tres prefecturas, dos propias y una en alianza; 85 concejalías y 144 juntas parroquiales.

De esta manera consiguió un ancla para seguir en la arena política, pues en enero de 2020 Podemos anunció la nominación de Paúl Carrasco como candidato presidencial para 2021.

Angélica Abad, docente de la universidad de Cuenca y PhD en Procesos Políticos Contemporáneos, comentó que el exprefecto creó Podemos como una maquinaria electoral para catapultarlo hacia un ambiente nacional. Comentó que es el típico líder caudillista dueño de su movimiento que, además, financia y controla todo, con el único fin de subir a la palestra como candidato presidencial.

Abad estima que el afán de protagonismo se comprueba porque primero inició en la centroizquierda y pasó a la derecha, pero como no logró aglutinar un respaldo de esa tendencia, decidió crear su propio partido.

La analista manifestó que la base social de Carrasco es clientelar; además, tiene varias indagaciones de la Contraloría a su gestión, que todavía no se resuelven.

Contraloría pide destitución de funcionarios

El contralor Pablo Celi emitió los oficios de predeterminación de responsabilidad con multa y destitución para Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE); y de los consejeros José Cabrera y Esthela Acero, por permitir que cuatro movimientos políticos, que la entidad ordenó sean retirados del registro, continúen inscritos y mantengan su personería jurídica.

También solicitó la destitución de la directora nacional de asesoría jurídica, Dayana Torres, por mantener el derecho de inscripción en el registro permanente de organizaciones políticas de los movimientos Justicia Social, Libertad es Pueblo, Podemos y Fuerza Compromiso Social.

También sancionó con multas a Christian Cerda Proaño, coordinador de Seguridad Informática; Christian Navarrete Baño, director nacional de Infraestructura Tecnológica y Comunicaciones Electorales; Johana Sánchez Valdés, directora nacional de Infraestructura Tecnológica y Comunicaciones; Lenin Sulca Villamarín, director nacional de Organizaciones Políticas; Luis Enrique Mafla Gallegos, coordinador nacional de Seguridad Informática y Proyectos Tecnológicos Electorales; y Xavier Eduardo Buitrón Carrera, coordinador nacional técnico de Participación Política.

Todos los servidores tendrán 30 días a partir de la notificación para presentar sus descargos respectivos. La presidenta del CNE no ha contestado al requerimiento de la entidad de control. (I)