Perú y Ecuador, por más integración social
Los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y de Ecuador, Rafael Correa, lideraron ayer una reunión con sus respectivos gabinetes ministeriales con el fin de avanzar en la integración fronteriza.
Correa arribó a Piura junto con una delegación de 21 ministros y 6 ministros coordinadores, además de otros funcionarios. Por la parte peruana asistieron todos los ministros.
Ambos mandatarios revisaron las relaciones bilaterales para adoptar medidas orientadas a mejorar las condiciones de vida en las poblaciones fronterizas con obras de infraestructura.
Correa pidió a su colega peruano “ir con más prisa y sin pausa”, señalando que desde que se iniciaron en 2007 las reuniones del Gabinete Binacional se ha avanzado, “pero todavía falta más por hacer”.
Mencionó como ejemplo que de 17 compromisos adquiridos en temas sociales solo se han cumplido nueve. No obstante, señaló que no se debe caer en el desánimo y asumir el desafío de continuar trabajando por el beneficio de ambos pueblos. “La paz no es ausencia de balas, sino presencia de desarrollo e igualdad”, destacó Correa.
Humala coincidió en la urgencia de seguir avanzando. “La paz no cae del cielo sino que tenemos que trabajarla y cultivarla día a día; los pueblos están esperando resultados de estos encuentros que son ejemplo de integración y hermanamiento”, subrayó el mandatario en una declaración conjunta al inicio del encuentro bilateral.
Perú y Ecuador celebran este año el 15 aniversario de los acuerdos de paz firmados en 1998.
Desde 1998, cuando se firmó la paz entre los dos países, hasta 2012 el intercambio comercial aumentó cerca de 1.000%, al pasar de 307 millones de dólares a 2.931 millones de dólares, según estadísticas oficiales. Por eso, para Ecuador, Perú es uno de sus principales socios pues tiene una balanza comercial favorable.
Cooperación en materia de defensa
Durante el encuentro binacional, autoridades de ambos países revisarán el avance de los acuerdos suscritos en materia de defensa, que se resumen en la cooperación en las áreas de investigación, ciencia, tecnología, desarrollo, capacitación, entrenamiento, apoyo logístico e intercambio de experiencias en el campo de las operaciones.
“La lógica de la confrontación, que caracterizó el pasado de las relaciones entre Ecuador y Perú, ha sido superada y reemplazada por los valores de la paz y de la confianza mutua”, aseveró la ministra de Defensa ecuatoriana, María Fernanda Espinosa.
Las nuevas prioridades están marcadas por temas de interés para los países de la región, como el trabajo conjunto de desminado, la defensa de los recursos naturales, el desarme, la lucha contra actividades ilícitas, el intercambio de inteligencia, la capacitación militar y la atención a la población.
LUZBINDA ES EL SÍMBOLO DE LA INTEGRACIÓN
Un episodio conmovedor se vivió durante la inauguración del encuentro binacional cuando Luzbinda Jiménez Montalván, una joven habitante de la zona fronteriza contó como, gracias a los convenios firmados entre ambos países, pudo salvar su vida.
Jiménez, quien vive en la zona de San Ignacio en la frontera de Perú con Ecuador, estaba embarazada, pero en el momento de alumbrar a su hija, su estado se complicó. Fue trasladada de emergencia hasta la comunidad amazónica Zumba, donde fue intervenida y su hija pudo ser traída al mundo sin inconvenientes.
No obstante, debido al delicado estado de salud requería atención de tercer nivel. Las autoridades gestionaron el traslado en helicóptero hasta la ciudad de Loja, pues requería transfusión de sangre. “Los médicos decían que quedaba poco tiempo”, recordó la mujer peruana.
En Loja los médicos ecuatorianos pudieron darle la asistencia necesaria para estabilizar a la joven madre. En la localidad permaneció 20 días, hasta que se recuperó totalmente. Este testimonio fue conocido por los presidentes Rafael Correa y Ollanta Humala, quienes se conmovieron al ver a Luzbinda Jiménez con su hija Milagros Lissette. “Doy gracias a los presidentes y al convenio binacional”, expresó Jiménez, quien al dirigirse a los presentes realizó una oración de agradecimiento a Dios, por la gestión que realizan los mandatarios en beneficio de la integración.