Periodismo en Ecuador afronta nuevos desafíos
Luis Baldeón y Aurelio Dávila, panelistas de La Radio Redonda, esperan el mes de febrero para terminar de pagar $ 40.000 por concepto de 12 multas impuestas en 2014, 2015 y 2016 por la extinta Superintendencia de Comunicación (Supercom).
Para achicar la deuda, hicieron una colecta pública en agosto de 2017, y adicionalmente sus roles de pago (desde hace 2 años) fueron sometidos a descuentos para de esta forma “devolver” a la emisora lo que la empresa pagó cuando fue notificada con las sanciones del organismo. Ellos son una muestra de la acción sancionadora que ejerció la Supercom sobre medios y periodistas, durante su existencia.
Ahora ellos destacan su eliminación, con las reformas a la Ley Orgánica de Comunicación. Baldeón explica que su programa es de entretenimiento deportivo, pero sentían que los escuchaban expresamente para buscar la manera de sancionarlos.
Estas acciones de la Supercom se contraponían con la misión que pregonaba la entidad, que era “garantizar el acceso para recibir información sin censura previa; y, a una comunicación libre, intercultural, incluyente, diversa y participativa en todos los ámbitos”.
César Ricaurte, director ejecutivo de Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), recuerda que en los últimos 11 años los comunicadores eran víctimas de una “política de persecución sistemática”, ordenada por las autoridades del Estado.
Recalca que a esto se suma la “agresión” que emanaba desde el Ejecutivo semanalmente en sus sabatinas. “Se construyó en el imaginario (a los medios) como un objetivo a destruir y esto se plasma en una serie de acciones, como el uso del Poder Judicial, el aparataje comunicacional que se tenía para dañar la imagen del periodista, más la ley de comunicación y otras 8 leyes más”, explica el director de Fundamedios.
Para él fueron 10 años en los que la prensa demostró gran capacidad de resistencia ante el poder. Ahora, la misión es seguir trabajando a favor de los ciudadanos y así fortalecer la democracia. Y este es uno de los desafíos de los profesionales de la comunicación, que justamente hoy conmemoran el Día del Periodista Ecuatoriano.
Sanciones
Según Fundamedios, desde 2008 se han registrado 2.494 casos de agresión contra la libertad de expresión; la Supercom emitió 510 sanciones a medios y periodistas bajo la Ley de Comunicación, que entró en vigencia en junio de 2013. También se constataron al menos 52 agresiones a la libertad de asociación con la Ley de Comunicación.
No es que simplemente fueron acciones aisladas de un Presidente intolerante con la prensa, sino que se aplicó una política sistemática.
Una vez que la Asamblea Nacional inició la recopilación de propuestas para reformar la Ley de Comunicación, se evidenció un cambio de situación. Esto es considerado un avance a favor de la libertad de prensa.
Para Efraín Luna, director de la carrera de Comunicación de la Universidad Católica de Guayaquil, los estudiantes de Periodismo tienen otra expectativa con la eliminación de la Supercom.
“Desde la cátedra pensamos que todavía pueden darse más cambios, como despenalizar temas concernientes a las actividades de la comunicación, porque debería ser garantista de derechos de los comunicadores y no sancionadora”.
Nueva tendencia
Luna también advierte otros desafíos. Actualmente los profesionales de la comunicación ya no aspiran a llegar a un medio tradicional de comunicación. Con los avances tecnológicos están a un clic de informar lo que sucede.
Pero si bien es cierto que la forma de comunicar es más concreta esto no es razón para dejar de investigar y explicar lo que sucede, aclara. De allí, la importancia de la profesionalización.
De su lado, Christian Espinosa, máster en Nuevas Tecnologías de la Información, detalla que otro de los desafíos es que un periodista se enfrenta a personas que se convierten en informadores por su influencia en plataformas digitales, por el fácil acceso a la información.
Considera que este panorama muy pronto desencadenará un efecto en el que el usuario o ciudadano buscará “pagar por contenido de calidad periodístico ante tanta desinformación y noticias falsas que existen”.
Además, ahora el profesional puede ser identificado por sus redes sociales y sus plataformas digitales, en las que el consumidor lo buscará por su estilo, su forma de ser y el trabajo que desempeña.
“El periodista, ante esta sobredemanda de información, tiene la obligación de investigar y contrastar datos, de trabajar la información y es ahí donde radica la diferencia con cualquier persona que pueda publicar”, dice.
Pero el financiar un medio digital o ser freelance en Ecuador poco a poco ha ganado terreno y cada vez es más accesible, si es que se lo quiere tomar como emprendimiento, ya que no tiene los costos de producción de antes.
“El reto es poder generar un valor agregado diferenciado para que lo elijan por encima de los demás”, explica Espinosa. Identifica una gran competencia por la variedad de aplicaciones y plataformas en internet.
“Antes sacar en vivo un evento era muy difícil y solo lo podían hacer empresas de comunicación porque tenían los medios para hacerlo, hoy lo puede hacer cualquier ciudadano”, sostiene Luna.
Él enfatiza que es necesaria la profesionalización porque no es el hecho neto de transmitir un mensaje, sino qué tipo de mensaje se transmitirá con estas nuevas tecnologías.
Luna afirma que si el periodista está preparado lo hará con eficiencia y ética. Las formas de redactar, agrega, están cambiando, pero no por ello se debe dejar de explicar las cosas ni dejar de enriquecer un texto.
Espinosa y Luna concuerdan en que la función de un periodista siempre será necesaria para que una sociedad comprenda el porqué de las cosas y obtenga una conclusión, no en base a un titular, sino a un trabajo completo con contexto general.
Estos retos se deben afrontar en una sociedad que piensa que cualquiera puede hacer comunicación, pero cuando llegan a las aulas se dan cuenta de que no es tan sencillo como tomar un celular, hacer una grabación y difundirla, sentencia Luna, de allí que el trabajo hay que manejarlo con prudencia, pero sin autocensura. (I)
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El 5 de enero de 1792 fue publicado el primer diario
El Día del Periodista Ecuatoriano fue instaurado como un homenaje a la publicación de la primera edición del periódico Primicias de la Cultura de Quito, hecho que se registró el 5 de enero de 1792.
El periódico fue fundado por el médico y periodista quiteño Eugenio de Santa Cruz y Espejo, quien es considerado el precursor y prócer de la independencia.
El contenido de este periódico estuvo dedicado a fomentar entre los ciudadanos las ideas de emancipación, pues el territorio que ahora es Ecuador era una colonia que estaba bajo el dominio de la corona española.
Por tal motivo, las páginas del periódico tenían un alto contenido crítico contra el poder, que en esa época imperaba en toda Latinoamérica, y justamente por su carácter solamente se lograron realizar 7 publicaciones del periódico.
El 29 de mayo de 1992, el entonces Congreso Nacional, con ocasión de conmemorarse el segundo centenario de la aparición del primer periódico ecuatoriano, resolvió emitir un acuerdo legislativo.
En ese acuerdo, justamente, se estableció la fecha del 5 de enero como el Día del Periodista Ecuatoriano, al que ahora gremios de la comunicación rinden homenaje. (I)