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La marcha llegó ayer a Cañar
Pérez y Quishpe avanzan a Quito con resguardo
Con retrasos la marcha indígena llegó a Cañar. Al menos 25 carros salieron desde Cuenca con dirección a la vecina provincia. Esta marcha pretende llegar a Quito el 13 de este mes para unirse al paro nacional convocado por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT).
Carlos Pérez, presidente de la Ecuarunari, reconoció un retraso en el recorrido y pidió a sus compañeros que agiliten el traslado para llegar a la capital el día previsto. Ayer, la marcha debía salir a las 08:30 y apenas a las 10:00 dejó el sector de San Roque, cerca de la Universidad de Cuenca. “Nuestros dirigentes tienen también que cumplir actividades con los medios de comunicación”, explicó uno de los manifestantes que participa desde Nabón.
La movilización va encabezada por la ‘Vaca de la Solidaridad’ y según el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe, solo en Cuenca recolectaron $ 1.600. Ese dinero, según los organizadores, se invierte en alimentación y en los gastos que genera la marcha.
Los dirigentes Quishpe y Pérez van con su propio ‘resguardo’. A cada uno los protegen dos personas que no se separan de ellos en ningún instante.
El Prefecto se deslindó de eventuales responsabilidades sobre el tema minero y la ferretería que tiene su padre en Zamora. “He pedido que nos presenten las pruebas necesarias porque yo no tengo ninguna fundación, ninguna ferretería”, reclamó, tras señalar que no tiene la culpa de que su ‘pobre viejito’ tenga una tienda desde finales de los años 90. “Que me prueben”, insistió a los medios de comunicación.
La llegada de la caravana a Cuenca trajo problemas. Según algunos ciudadanos, los marchistas se mostraron beligerantes. “Nosotros somos vecinos del barrio y vemos que la oposición no es sana. Nos quitaron el cartel que decía ‘no a los golpistas’ porque es nuestra libre expresión y ello nos quisieron agredir pero otras personas nos cubrieron”, contó uno de los moradores que no dijo su nombre.
Otros ciudadanos también se mostraron contrarios a esta situación. “No estoy de acuerdo porque lo que hace el presidente nadie ha hecho”, afirmó Alejandra Guillén.
María Orellana, por su parte, rechazó las volantes con las que los manifestantes invitaban a participar del paro nacional el 13 de agosto. Ella y su madre consideran que no existen motivos para protestar contra el Gobierno. “A los 10 años yo volví de Estados Unidos y veo este país muy avanzado, hay hospitales, buenas calles y cómo voy a decir que (Rafael Correa) no ha sido un buen presidente”, dijo la ciudadana. (I)