A pesar de que las reformas al Código de la Democracia aprobadas por la Asamblea todavía esperan el veto presidencial, el Consejo Nacional Electoral (CNE) está preparando el calendario regresivo para el sufragio de 2021.

El consejero del CNE José Cabrera señaló que la agenda electoral la estructurarán en conjunto con el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), para que coincidan los tiempos de ambas entidades y así evitar retrasos en la proclamación de resultados, como sucedió en las elecciones anteriores en Los Ríos.

Pero primero deben aguardar que el Ejecutivo observe las reformas y la Asamblea pueda pronunciarse para que entren en vigencia antes de febrero.

Así las organizaciones políticas tendrán las reglas claras que deberán seguir para enfrentar los próximos comicios en los que se elegirán Presidente y Vicepresidente de la República, asambleístas nacionales, provinciales y del Parlamento Andino.

Cabrera puntualizó que también esperan resolver la aprobación de los partidos y movimientos que podrán intervenir, ya que al momento hay 46 que están en peligro de ser eliminados porque no alcanzaron el número de votos en las elecciones pasadas.

De ese número, 19 son provinciales, 23 cantonales y 4 parroquiales.

El consejero dijo que el pleno del CNE se pronunció, pero el TCE cambió la jurisprudencia para la eliminación, de modo que el trámite varió y primero tendrán que notificar a cada organización y que se vuelva a realizar el procedimiento, lo que esperan terminar hasta fines de enero.

No obstante, señaló que las reformas aprobadas dibujan un nuevo escenario electoral, pues se optó por el método de Webster para calcular la asignación de escaños, la votación ahora será por listas, es decir en plancha, lo que dará más agilidad al proceso; y se impuso el tema de la paridad de género en la elaboración de listas.

Opinó que estos temas no tendrán mayor objeción en el Ejecutivo y así los grupos políticos que intervengan con candidatos tendrán el tiempo suficiente para organizarse.

Al respecto, el analista Diego Tello recordó que otra de las variaciones que se incluyen en la ley es la fijación del cálculo de promoción electoral, que ahora se fija en un máximo de 15% del gasto electoral.

Tello cree que esto debería revisarse, pues las campañas son muy caras y los montos contribuyen a la evasión de reglas para seguir promocionándose.

También consideró interesante la inclusión del debate electoral obligatorio. Para los casos de la Presidencia y Vicepresidencia de la República será en directo por radio y televisión.

Asimismo, las reformas señalan que si el candidato no alcanza el 4% de votación deberá devolver el 50% del fondo de promoción. “Es un artículo que no está claro y atenta contra los derechos de participación”.

El catedrático Esteban Ron, de la Universidad Internacional, dijo que el CNE se ve en la obligación de resolver sobre la conservación o no de la personalidad jurídica de las organizaciones políticas para determinar si las organizaciones vigentes pueden presentar candidaturas.

Con esta determinación obviamente se deberá considerar el nuevo sistema de presentación de listas en virtud de las disposiciones progresivas de alternabilidad de género.

Un cambio radical es el sistema de promoción electoral, ahora con un menor aporte del Estado e incluso sujeto a devolución en ciertos casos.

“Las organizaciones políticas deberán estratificar sus prioridades de campañas, ya que contarán con un menor valor”.
Dayana León, consultora en temas de género y democracia, comentó que las estrategias de todas las fuerzas políticas tienen que iniciarse en 2020.

“Los partidos y movimientos deben innovarse, oxigenar sus liderazgos bajo la nueva normativa, y también con la inclusión de actores que demandan mayores espacios de representación, como las mujeres y jóvenes”, manifestó la especialista. (I)