Paraguay no cumple fallos de Corte-IDH
Paraguay acoge a la 44 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) con tres sentencias sin cumplir de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) en favor de comunidades indígenas.
Ireneo Tellez, abogado de la ONG paraguaya Tierraviva, recalcó la paradoja, pues el Estado paraguayo continúa sin cumplir las sentencias de la CorteIDH que lo ha condenado por la expulsión de tres comunidades de sus tierras ancestrales en la región del Chaco.
“No se puede hablar de inclusión cuando se expulsa a los indígenas de sus tierras y a los campesinos del único lugar donde han vivido”, dijo el representante de Tierraviva.
El vicecanciller paraguayo, Federico González, recalcó que los indígenas son una “prioridad” del Gobierno y que este tiene la “voluntad firme” de hacer lo ordenado por la CorteIDH.
En la primera sentencia, de 2005, la CorteIDH ordenó al Estado devolver a la comunidad Yakye Axa las tierras que les arrebataron terratenientes ganaderos hace casi dos décadas.
El Gobierno del presidente Fernando Lugo (2008-20012) impulsó la expropiación de esos terrenos, pero el Congreso tumbó el proyecto de ley en 2009.
Finalmente, esos nativos, pertenecientes al grupo étnico enxet, aceptaron otras tierras a 60 kilómetros de donde vivían antes.
El Estado las compró y las tituló a su nombre, pero los 350 miembros de la comunidad aún no han podido asentarse allí porque los ganaderos que poseen las fincas colindantes se niegan a permitir que se haga un camino por su terreno que las una con la carretera principal, según Tierraviva.
Otra comunidad del pueblo enxet, los Sawhoyamaxa, están pendientes de que el presidente paraguayo, Horacio Cartes, decida si promulga o veta un proyecto de ley aprobado la semana pasada por el Legislativo, que daría cumplimiento a otro de los dictámenes de la Corte de 2006.
El empresario ganadero alemán Heribert Roedel se apropió hace más de 20 años de esas tierras hostigando a la comunidad indígena hasta expulsarla.
La tercera sentencia de la Corte IDH sin cumplir data de 2008 y afecta a la comunidad Xákmok Kásek, conformada por unas 350 personas, según las ONG.
Durante su estadía en Asunción, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se ofreció a mediar en los conflictos para ayudar a los indígenas. (Nodal).