La oficina de las Naciones Unidas en Reino Unido expresó su decepción por el lenguaje despectivo del Gobierno inglés a un fallo del organismo sobre Assange. El pasado 24 de enero el grupo de trabajo de la entidad sobre detenciones arbitrarias encontró que el fundador de WikiLeaks se encuentra en esta condición.

Voceros del Gobierno británico, incluido el primer ministro David Cameron, consideraron ridícula la resolución, negaron que Assange esté detenido y se rehúsan a retirar los cargos para que el australiano pueda terminar su encierro en la embajada ecuatoriana en Londres.

La oficina de la ONU en Reino Unidos considera que el Gobierno británico debe comprometerse con los mecanismos de derechos humanos que tiene Naciones Unidas y servir de ejemplo para otros países.

“Desafortunadamente esta no es la primera vez que declaraciones del Gobierno sobre fallos de la ONU causan preocupación”, afirmó la entidad en un comunicado difundido ayer.

La ONU en Reino Unido recordó que en 2013, el informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada causó la retórica despectiva de funcionarios gubernamentales y parlamentarios. Al año siguiente, el Relator Especial sobre la violencia contra las mujeres fue muy criticado después de informar: “A pesar de mis repetidas peticiones de una visita al centro de detención de inmigración de Yarl, no fue facilitada por el Gobierno, (...) y el acceso al centro se negó, cuando se lo ha tratado de visitar de forma independiente”.

La ONU recordó que Reino Unido ha sido arquitecto clave de leyes y normas internacionales de derechos humanos, a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. “Para reforzar su capacidad de actuar como un líder en la defensa del orden internacional, Reino Unido no debe debilitar los mecanismos de derechos humanos de la ONU y debe servir de ejemplo a los demás en la forma en que responde a las críticas”. (I)