Nuevo Rocafuerte quiere ser la puerta del Yasuní para el mundo. Ese es el principal objetivo del presidente Lenín Moreno para potenciar el turismo en la Amazonía.

El Primer Mandatario regresó a la comunidad donde nació hace 67 años para entregar dos obras, calificadas como fundamentales para el futuro de esta población.

Las crecidas del río Napo amenazaban con llevarse a la histórica población, la más cercana hacia el Perú. Por eso era fundamental que se construyera un muro de contención para proteger las viviendas y, aprovechando esa obra, se levantó un malecón.

Ambas edificaciones costaron alrededor de 10 millones de dólares, según un comunicado de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República.  

Eduardo Abarca, presidente de Transporte Fluvial de Orellana, sostuvo que estos trabajos serán “una tabla de salvación para Nuevo Rocafuerte. Era una obra de carácter urgente”.

Según la Presidencia de la República, más de 3.000 personas no solo de Nuevo Rocafuerte sino también de poblaciones aledañas, se benefician.

Para el ministro de Transporte y Obras Públicas, Gabriel Martínez, uno de los objetivos principales de esta construcción fue mejorar la convivencia entre los vecinos y habitantes de la zona. Él aseguró que pudo comprobar que el malecón cambió las noches en Nuevo Rocafuerte. Ahora los niños pueden  jugar en sus parques y las familias recorrer la ribera del río Napo.

Martínez también dijo que para estos trabajos se requirió “ingeniería de mucha especialización”, especialmente para levantar el muro de contención.  

El presidente Moreno no pudo ocultar su alegría por la entrega de esta obra. Él recorrió el malecón saludando a sus coterráneos, quienes le agradecieron por cumplir con su promesa.

El Jefe de Estado recordó que hace nueve años advirtió sobre la necesidad de levantar el muro de contención en Nuevo Rocafuerte. Pero las autoridades del anterior gobierno no lo consideraron como prioritario porque es una comunidad pequeña.

Sin embargo, para el Presidente, Nuevo Rocafuerte tiene potencial para convertirse en la puerta del Yasuní, uno de los territorios más megadiversos del planeta.     

Incluso sostuvo que el Yasuní debería tener una ley especial como Galápagos, para cuidarlo y difundir sus bellezas al mundo. (I)