“Nuestros pueblos no aceptarán más la injerencia”
Durante su intervención en la sesión plenaria, el presidente de la República, Rafael Correa, sostuvo que la alegría será completa cuando se extirpe ‘el inhumano e ilegal’ bloqueo contra Cuba y cuando se devuelva el territorio ocupado de Guantánamo.
Calificó además como una violación flagrante a la carta de la OEA (Organización de Estados Americanos) la declaración de los Estados Unidos en contra de Venezuela.
“Nuestros pueblos nunca más aceptarán la tutela, la injerencia ni la intervención. Su memoria está lacerada por los abusos y la violencia del pasado”, sentenció.
En materia de derechos humanos destacó que Ecuador no ejerce la tortura, no tiene pena de muerte ni ejecuciones extrajudiciales. “Ecuador es uno de los tan solo 7 países de los 35 del hemisferio que ha suscrito absolutamente todos los instrumentos interamericanos de derechos humanos”, dijo en referencia al pedido de legisladores estadounidenses para financiar el apoyo a la libertad de expresión y los derechos humanos en el hemisferio.
Sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos dijo: “Ya es hora de tener un sistema latinoamericano de derechos humanos. Todo está listo, porque básicamente somos los países de América Latina los que hemos ratificado el Pacto de San José, y en consecuencia somos los únicos que reconocemos y nos sometemos a la Corte Interamericana”.
Lamentó que las élites latinoamericanas sean incapaces de comprender que los derechos fundamentales son para todos y cuando denuncian dictaduras y autoritarismos lo hacen porque ya no pueden someter nuestros gobiernos a sus caprichos e intereses.
Tras calificar a la prensa de América Latina de “mala, muy mala” se refirió al derecho a la información y sobre cuán libre puede llamarse una sociedad donde los medios son negocios privados con fines de lucro. “Cuando las élites latinoamericanas afirman que no existe libertad de prensa es porque sus medios de comunicación ya no tienen impunidad para manipular la verdad, o porque nos atrevemos a contestarles, a disputar su hegemonía, a desenmascarar sus mentiras”.
Y se preguntó “¿por qué Latinoamérica no es Estados Unidos, el país más poderoso del planeta, y viceversa?”. Una de esas respuestas -dijo- es la clase de élites que dominaron y dominan aún a nuestro continente.
Y le pidió al presidente norteamericano Barack Obama entender que “por defender sus intereses o por mala información ustedes sostienen a esas élites que tanto daño nos han hecho”. (I)