Municipios del país se suman al pedido de seguir el diálogo
Impedir la aparición de nuevas protestas que detengan la producción del país es uno de los pedidos que hacen representantes de municipios.
Por ello, el presidente de la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME), Raúl Delgado, espera que los diálogos que emprende el Gobierno permitan llegar a acuerdos que beneficien a los ecuatorianos, a fin de evitar futuras manifestaciones.
Delgado explicó que la postura de la AME es mantener la neutralidad, pero serán -si lo necesitan- un puente de diálogo entre los grupos sociales en protesta y el Ejecutivo.
La AME aún no hace un balance final de los daños ocasionados durante los 12 días de paralización que incluyeron el bloqueo de carreteras, suspensión de servicios básicos y el desabastecimiento de productos.
Sin embargo, una de las lecciones aprendidas es que las autoridades mantengan una comunicación permanente, para que de esta manera reaccionen oportunamente y garanticen la seguridad ciudadana.
“Por ejemplo, de Cuenca salen muchos productos hacia Guayaquil y viceversa, igual ocurre con Machala y otras ciudades”.
La semana pasada, el Directorio de la Asociación de Municipios fue invitado a una reunión con el Ejecutivo. En esa cita fueron presentadas varias alternativas para recuperar lo que se perdió por la paralización.
Una de las opciones es la recuperación inmediata de los recursos por el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se adeuda a los municipios del país. Pero todavía esperan una decisión oficial.
Las pérdidas no se contabilizan
Por ahora, la AME no prevé llamar a una reunión para evaluar las afectaciones que dejaron las protestas. “Esperamos saber si el Gobierno genera alguna otra acción que permita hacer una convocatoria de los alcaldes”.
Delgado, también alcalde de Paute, dijo que durante las manifestaciones en su ciudad no se registraron daños en bienes públicos ni privados. Las principales pérdidas ocurrieron en el área de turismo.
Lo mismo pasó en Guaranda (Bolívar), aseguró Osvaldo González, coordinador general del Gobierno Municipal, tras acotar que se preveían “cosas fuera de lugar” durante el paro, pero “afortunadamente la ciudad no sufrió afectaciones mayores”.
Contó que los indígenas se concentraron en el parque central de la ciudad, sin destruirlo, y lo mismo pasó en otros sectores de Guaranda.
Pese a que no poseen cifras oficiales, González mencionó que las pérdidas económicas serían cuantiosas en el sector turístico, comercial y productivo del cantón.
Quito y Cuenca, más afectadas
Durante los 12 días que duraron las protestas sociales, el Centro Histórico de Quito fue uno de los lugares que más daño sufrió por el enfrentamientos entre miembros de la Policía y manifestantes.
El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), con base en su competencia, informó que en el lugar hubo retiro de piedras patrimoniales en algunas aceras y vías.
Las fachadas de algunos inmuebles de valor histórico fueron grafiteadas, y el sello de Patrimonio Mundial (en San Blas) tiene rayones.
También se evidencia en algunos inmuebles el desprendimiento de enlucidos, revestimientos y parte de la mampostería de adobe y ladrillo en fachadas y baños.
La entidad añadió que los sectores de la capital más afectados fueron la calle Guayaquil, Plaza del Teatro y San Blas, Plaza de Santo Domingo, Plaza Andrade Marín, Convento de las Agustinas, Carmen Bajo y las calles Esmeraldas, García Moreno, Venezuela, Oriente y otros.
El Instituto Metropolitano de Patrimonio de Quito, a través de un informe preliminar, indicó que se requerirían cerca de $ 500.000 para que el Centro Histórico vuelva a su estado anterior.
Mientras tanto en Cuenca, su Instituto de Patrimonio informó que las principales afectaciones ocurrieron, como en Quito, en el centro de la ciudad, donde se encuentran las oficinas gubernamentales.
La zona central sufrió daños en bienes inmuebles, plazas públicas y elementos ornamentales, como rotura, traslado, desaparición y destrucción de jardineras.
En la Plaza San Francisco, que guarda elementos históricos arqueológicos, se retiraron piedras que forman el enmorrillado de una ventana arqueológica y pileta.
Otro de los bienes afectados fue la Casa de las Palomas, emblemática casona patrimonial, la cual sufrió rotura de cristales y daños en su fachada frontal.
Tras las protestas, el alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, recorrió varias calles del Centro Histórico para constatar los daños in situ.
El funcionario manifestó que se detectaron 699 puntos de esa zona que deberán ser intervenidos porque tuvieron daños clasificados desde leves, graves y muy graves.
Además, explicó que en la parte del Tranvía se realizaron dos análisis de los daños ocasionados, cuyo valor es de alrededor de $ 100.000.
En áreas históricas, el monto sería de $ 50.000, aunque falta por cuantificar otros perjuicios.
“Como sociedad debemos juntarnos. Se evidenció que hay resentimientos y hasta odio y eso no contribuye. Todos hemos perdido y ahora nos toca trabajar fuertemente”, enfatizó Palacios.
Según la Cámara de Industrias, Producción y Empleo, durante la paralización se generaron alrededor de $ 80 millones en pérdidas para la industria de Cuenca.
En otros sectores del país, especialmente en la Sierra centro, también se vivió la paralización con fuerza.
El Instituto de Patrimonio también informó que en Latacunga, Ambato y Riobamba los movimientos indígenas ocuparon las gobernaciones de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Cañar.
Luego de una desocupación relativamente pacífica, sus autoridades y personal administrativo descartaron daños en sus estructuras. De haberlas, el gasto sería oneroso.
Sin embargo, los espacios públicos ubicados frente a las gobernaciones tuvieron daños en sus jardinerías, caminerías y las calles que las rodean, por la quema de llantas y ramas de eucalipto.
Todas las adecuaciones se iniciaron en cada una de las ciudades. (I)