Para el jueves 22 de marzo está prevista la reunión entre el presidente Lenín Moreno y dirigentes de una comitiva de 120 mujeres amazónicas.

Así lo informó Nina Gualinga, vocera de las Mujeres Amazónicas, luego de una reunión con representantes de la Presidencia. La dirigente añadió que la cita se prevé sea a las 15:00.

Son líderes de las nacionalidades andoa, zápara, shuar, achuar, kichwa, shiwiar, waorani y quijos, localizadas en las seis provincias de la Amazonía que llegaron a Quito, el pasado lunes.

Durante cinco días las jefas de las comunidades se concentraron al frente del Palacio de Gobierno para exigir una audiencia con Moreno y entregarle un manifiesto con 22 puntos, entre los cuales se contempla el rechazo al extractivismo (petróleo y minería), así como la amnistía para sus compañeros shuar que fueron perseguidos políticos.

El jefe de la Nación no atendió a las representantes debido a que cumplía una agenda en Santa Elena, por lo que delegó a Juan Sebastián Roldán, su secretario particular.

Roldán recibió a las dirigentes en el Salón Azul de la sede presidencial en presencia de Eduardo Paredes, viceministro de la Secretaría Nacional de Gestión de la Política; Patricio Rivas, asesor general de la Presidencia y delegados de Senagua.

Las dirigentes fueron tajantes en su postura. Reiteraron que su demanda es reunirse con el Primer Mandatario, presentar su manifiesto y expresar las necesidades de sus comunidades, señaló Urele Toquetón, dirigente de la nacionalidad zápara.

Roldán les explicó que Moreno cumplió dos días de actividades en la capital y que luego viajó a Manabí y a Santa Elena. El secretario aseguró que analizará la situación de la explotación petrolera en los bloques 10 y 83 con los ministros de Hidrocarburos y del Ambiente.

También se pasará revista al estado de los casos de amnistías. El delegado añadió que el Mandatario expresó su deseo de realizar una reunión en el territorio de las dirigentes. “El Presidente es amazónico. A él le duele lo que pasa en la Amazonía”, resaltó Roldán.

Esa postura fue rechazada por las delegadas amazónicas, quienes recordaron que esperaron durante cinco días para ser atendidas. “Nosotras también tenemos nuestra agenda, nuestro trabajo”, expresaron tras escuchar al secretario. (I)