La convocatoria del próximo 5 de marzo busca reestructurar el Comité Ejecutivo de Pachakutik
El movimiento indígena ecuatoriano se divide en tres grandes vertientes
En el movimiento indígena existe “una tensión histórica” con respecto al propósito para el que se creó, en 1995, al Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (PK). Para el académico Luis Maldonado Ruiz, existen dos corrientes: una que defiende al movimiento como una expresión política de las organizaciones sociales no solo indígenas; y otra que asume a PK como el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Aquello obedece -a su criterio- a la correlación de fuerzas que existen dentro del movimiento, pero considera que la Conaie ha sido históricamente “la fuerza moral que ha orientado a PK y no los pequeños grupos que (ahora) acompañan el proceso y que tienen su propia visión e intereses”.
Una muestra de ello fue la fallida ‘reunión por la Unidad’, convocada por la coordinadora de PK, Fanny Campos, el 27 de enero pasado en Quito. La dirigencia del movimiento es proclive a dialogar con todos los actores políticos que se oponen al Gobierno, inclusive con la derecha.
Todo un tabú en el movimiento indígena.
Los dirigentes de la Conaie y la Ecuarunari boicotearon el encuentro. Ellos solo quieren hablar con fuerzas que vayan del centro a la izquierda. Y en un tercer grupo están los indígenas que apoyan al actual Gobierno. Allí están parte de las bases de la Conaie, pero también otras organizaciones como la FEI y la Fenocin.
Para el excoordinador de Pachakutik, Miguel Lluco, la división entre Conaie y el movimiento político evidencia los intereses particulares de ciertos dirigentes y la “desesperación” por mantenerse en el poder.
Reconoció que en los 90 cometieron errores al participar en un ámbito “desconocido” como el político y dejaron de darle seguimiento a los procesos organizativos. Lluco considera que dicha fragmentación corresponde a la “carencia” de dirigentes con la comprensión política necesaria de lo que significó su lucha histórica. (I)
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A finales de mes decidirán agenda
Pachakutik Chimborazo respaldará al candidato de PAIS en 2017
Rafael Lucero, coordinador de Pachacutik en Chimborazo. Foto: Flickr de la Asamblea Nacional
El 30 de agosto de 2013 el presidente Rafael Correa se reunió con 30.000 indígenas de la Sierra centro en Riobamba (Chimborazo). Esa zona concentra el 38% de la población. En ese encuentro participaron organizaciones de base de la Conaie de la provincia antes citada; Bolívar, Tungurahua y, en menor medida, de Cotopaxi y Cañar.
Desde esa ocasión se organizaron mesas de trabajo con las distintas carteras de Estado, como los ministerios de Educación y de Agricultura. Ese diálogo se amplió también a organizaciones indígenas de la Amazonía.
A principio de 2014 se anunció oficialmente una alianza programática y estratégica entre la coordinadora de Pachakutik, en Chimborazo, y Alianza PAIS, que tendría como objetivo satisfacer las necesidades que tienen las comunidades a través de los gobiernos cantonales y parroquiales.
El coordinador de Pachakutik en Chimborazo, Rafael Lucero, respeta la posición de la coordinadora nacional del movimiento, Fanny Campos, pero no la comparte. Alinearse con la directiva de Quito les implicaría perder su hoja de ruta, por lo tanto no apuntarán a un candidato presidencial en 2017 sino que apoyarán al de las listas 35. “En el momento en que Alianza PAIS defina la candidatura, ya con un nombre, tendremos que ver qué dicen nuestras bases para entrar a los diálogos territoriales”.
La última semana de febrero realizarán su consejo político provincial, donde aprobarán su agenda política, base del diálogo que tendrán con el gobierno. Entre los temas que para la coordinadora provincial están pendientes está el proyecto de riego Ozogoche y el asunto limítrofe, el cual -según Lucero- si no se soluciona podría ser una de las causas para que Chimborazo decida separarse de la alianza.
“Los desacuerdos que hemos tenido los hemos hecho conocer, en su debido momento, a la compañera Doris Soliz y al mismo señor presidente. Algunas de esas inquietudes han sido solucionadas, pero muchas de esas no han sido concretadas”. Pachakutik Chimborazo tiene al prefecto Mariano Curicama como su máximo exponente.
Es el apoyo más visible del indigenismo al actual Gobierno. La agrupación es parte del Frente Unidos, pero no son los únicos.
La Fenocin y la FEI, las dos grandes agrupaciones indígenas detrás de la Conaie, mantienen su apoyo al Gobierno. De la primera por ejemplo surgió Pedro de la Cruz, actual parlamentario andino por PAIS.
Además dirigentes históricos como Miguel Lluco y Antonio Vargas han conformado una alianza indígena que respalda a Rafael Correa. De hecho ellos y sus bases se reunieron con el gobernante, el año pasado.
Otra cara visible de esta vertiente es Delia Cahuana, exdirigente de Chimborazo. (I)
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Descarta una reunión con la derecha
La Conaie quiere resucitar a la unidad plurinacional
Jorge Herrera, presidente de la Conaie. Foto: Marco Salgado / El Telégrafo
A mediados del año anterior se conformó el Colectivo de Organizaciones Sociales que aglutina a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Ecuarunari, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Frente Popular, Federación Médica, estudiantes y una fracción de jubilados. Las organizaciones no indígenas en realidad son muy cercanas al desaparecido MPD.
El colectivo participó constantemente en movilizaciones en contra de las leyes de Recursos Hídricos, de Tierras, de la minería y de las enmiendas constitucionales. El presidente de la Conaie, Jorge Herrera, advirtió que en el presente año se continuaría con las jornadas de protesta en las calles y aunque en un principio no confirmaron su participación en los comicios de 2017, actualmente se habla de un plan de gobierno, alianzas y posibles candidatos presidenciales y asambleístas. Él, junto a Carlos Pérez Guartambel, de la Ecuarunari, son los líderes de la corriente que se opone al Gobierno pero que solo quiere conversar con fuerzas de izquierda.
Son ellos los que protagonizaron las protestas del año pasado, que incluyó un paro nacional. Entre sus propuestas estarían la educación bilingüe; el derecho a las autonomías territoriales; su lucha contra las empresas mineras y petroleras, y el extractivismo; promoción del turismo comunitario; el ejercicio de la justicia indígena; el derecho de los jóvenes a definir su carrera profesional; la nacionalización de las telefónicas; la redistribución de los medios de comunicación; y la defensa de los derechos de los trabajadores para que accedan a mejores sueldos y a la contratación colectiva.
En un intento por retomar el proyecto político de la Unidad Plurinacional de las Izquierdas, con el que en 2013 postularon a Alberto Acosta como único presidenciable, han iniciado conversaciones con Unidad Popular (ex-MPD), Montecristi Vive, RED, Frente Popular, y Ruptura de los 25.
Aunque Acosta expresó su negativa al participar nuevamente como candidato: “No cuenten conmigo, no me vayan a salir con sorpresas”, dijo a mediados del mes pasado, ya se barajan otros nombres, entre ellos la asambleísta Lourdes Tibán; el exasambleísta Cléver Jiménez; el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe; la exdiputada y exasambleísta constituyente por el movimiento Red Ética y Democracia (RED), Martha Roldós; el presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez Guartambel; la militante del desaparecido movimiento Ruptura de los 25, Silvia Buendía; el dirigente del extinto MPD, Lenin Hurtado; y el exdiputado por el Partido Socialista y exrector de la Universidad Andina, Enrique Ayala Mora. Este grupo está en contra de cualquier diálogo con Guillermo Lasso y Jaime Nebot. Prefieren ir por su cuenta. (I)
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Fanny Campos organizó evento
El Prefecto de Morona propuso un diálogo libre de ideologías
Fanny Campos, Coordinadora Nacional de Pachakutik. Foto: Andrés Darquea / El Telégrafo
El movimiento indígena no solo se ha inclinado a la izquierda. Actualmente hay un grupo que está dispuesto a conversar con partidos de derecha como el Partido Social Cristiano (PSC) de Jaime Nebot, y Creando Oportunidades (CREO), del exbanquero Guillermo Lasso. Sin embargo, esto no es algo nuevo ya que a mediados del año pasado la coordinadora nacional de Pachakutik, Fanny Campos (foto), se reunió con Lasso con el objetivo de armar un frente político para impulsar una consulta popular que bloquee las enmiendas constitucionales.
Para Campos el movimiento político debe retomar la fuerza y el protagonismo que tuvieron en los años 80. Por ello el 28 de marzo en Saraguro delegados de 23 provincias resolvieron impulsar un gran frente de unidad nacional junto con otras fuerzas organizativas y políticas para las elecciones presidenciales de 2017.
Esa fue la motivación que Campos tuvo para realizar una convocatoria abierta el 27 de enero pasado. “El proceso de elecciones vendrá a su debido tiempo, por ello estamos consolidando que todos los partidos y movimientos dejemos a un lado, un ratito, el tema electoral y nos sentemos a reconsiderar qué país queremos después de las elecciones”, expresó la coordinadora a EL TELÉGRAFO a principios de año.
Como antecedente está la frustrada candidatura a vicepresidente de Auki Tituaña por CREO en 2017.
Campos lidera la vertiente favorable a conversar con todos los dirigentes, sin importar la ideología. En la misma línea estaría el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe, quien en la reunión de la semana pasada pedía a sus compañeros pensar en grande. “Pachakutik no va alcanzar sus sueños si solo nos quedamos en cinco o seis provincias del país, o solo con los sectores con los que hemos estado en las calles”, decía frente a los dirigentes del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y Frente Popular.
El 19 de enero pasado se conformó la Convergencia Democrática, la cual aglutina al movimiento Podemos del prefecto de Azuay, Paúl Carrasco; Avanza de Ramiro González; Sociedad Unida Más Acción (SUMA) del alcalde Mauricio Rodas; y al Partido Social Cristiano, de Nebot.
A la reunión asistió el prefecto de Morona Santiago, Marcelino Chumpi, quien manifestó que no es una alianza ideológica pero sí estratégica, por ello mostró su preocupación ante la reactivación de la economía y la producción. Pidió “acuerdos mínimos” en ese tema. Para Campos la unidad sería un primer paso.
Chumpi fue el primer dirigente de Pachakutik en lanzar la idea de una gran alianza, libre de ideologías. De hecho en busca de esa unidad ha mantenido contactos con Nebot, Carrasco, Rodas y Lasso. (I)