Las infracciones se produjeron durante las 56 horas de crisis nacional
Medios franceses tuvieron 21 faltas en la cobertura de Charlie Hebdo
Desde ese momento Francia vivió 3 días de terror. El segundo momento fue la tarde del día 9 cuando se desató un tiroteo en la imprenta donde se habían refugiado los yihadistas Saîd y Chéfir Kouachi, a pesar de que su amigo y presunto cómplice, Amedy Coulibaly, continuaba encerrado en el supermercado de alimentación kosher con una veintena de rehenes.
El CSA también critica la difusión de que había personas escondidas en la imprenta y en el supermercado Hyper Cacher cuando todavía los terroristas no habían sido abatidos.
Desde el mismo momento en que ocurrió el primer ataque se advirtió sobre la cobertura mediática, que transmitía en vivo todos los hechos y en medio de un ambiente de crispación nacional. El propio CSA pidió a los medios contención el viernes 9 de enero, cuando los terroristas finalmente fueron abatidos.
Por el momento no hay castigo alguno por esas faltas que suman 21 amonestaciones. “Una vez que se ha llamado la atención a los medios sobre estos hechos tendrían que cometer la misma infracción, de la misma naturaleza, para imponerles sanciones”, explica Clara Martin, encargada de prensa del organismo.
Las sanciones pueden suponer la imposición de la pantalla en negro e incluso la retirada de la concesión de la emisión. Lo habitual, sin embargo, es que el CSA imponga multas a los infractores. La cadena radiofónica France Info ha anunciado que recurrirá la decisión contra ella. “No habíamos recibido consigna alguna” sobre la necesidad de ocultar el inicio del tiroteo aseveró, Erik Kervellec, director de la redacción.
Fue la propia familia del policía abatido la que presentó la queja ante el CSA. La cadena France 24 fue sancionada por este hecho específico.
France 2, TF1 y RMC fueron sancionadas por informar de que había personas escondidas en las instalaciones cuando todavía los terroristas estaban dentro armados. Además iTélé y LCI vulneraron los códigos audiovisuales, según el CSA, al identificar a los hermanos Kouachi antes de que la policía lo hubiera confirmado.
El CSA fue creado en 1989 para velar por la pluralidad informativa y los códigos de conducta, indicó el diario español El País. Su consejo es nombrado por la presidencia de la República, los titulares del Senado y de la Asamblea Nacional.
Una decena de políticos, periodistas y expertos en comunicación también lo conforman. Entre sus competencias está también la atribución de frecuencias y solamente regula a los medios audiovisuales, por lo que la prensa escrita está exenta de su control.
Las faltas se habrían producido durante la transmisión en vivo de los ataques, cuando los filtros que tienen las cadenas suelen relajarse debido a la urgencia de los acontecimientos. Es allí donde se abre el debate, asegura el periodista francés Eric Samson, quien también es miembro de la organización Reporteros Sin Frontera.
Sería muy difícil, agrega el comunicador, transmitir los hechos en diferido, más aún cuando todo el mundo, no solamente Francia, estaba atento ante cualquier novedad. Algunos de los medios amonestados han apelado las sanciones, por lo que el debate continuará. La primera en hacerlo fue France Info.
Dentro de este mismo debate está la conversación que mantuvo un periodista de la cadena BFM con los hermanos Kouachi, minutos antes de ser abatidos por la Policía. Los propios yihadistas llamaron a la estación y el diálogo fue transmitido posteriormente. Allí se proclamaron como parte de la red Al Qaeda, y no del Estado Islámico, como se creía hasta ese momento.
Algunos sectores de la sociedad francesa criticaron el hecho de darle tribuna a los yihadistas, lo que podría inspirar nuevos ataques. Sin embargo, el presidente del CSA, Olivier Schrameck, consideró que en el diálogo sí se cumplió el respeto a la dignidad humana.
Luego del ataque a Charlie Hebdo, un semanario satírico cuyas caricaturas del máximo profeta del islam, Mahoma, había levantado protestas de grupos musulmanes, se popularizó el lema ‘Je suis Charlie’ (Yo soy Charlie, en francés).
Era un símbolo de la solidaridad a los periodistas asesinados y al medio. Además una consigna a la defensa de la libertad de expresión.
Pero las caricaturas del periódico, donde se burlaban con dibujos obscenos de las principales religiones del planeta, pusieron en la palestra el debate sobre si la libertad de expresión tiene límites.
El papa Francisco, en conversatorio con los medios, consideró que la libertad de expresión sí tiene límites, al igual que el prestigioso periodista Javier Darío Restrepo.
Sanción a El Universo y Teleamazonas
El diario El Universo deberá pedir disculpas públicas a los colectivos afroecuatorianos por el ‘contenido discriminatorio’ de una caricatura dibujada por Xavier Bonilla ‘Bonil’, según resolución de la Superintendencia de Comunicación (Supercom), tras la denuncia del asambleísta Agustín Delgado.
La resolución impone como medida administrativa que dentro del término de 72 horas contadas a partir de la notificación, el director de Diario El Universo difunda en el mismo espacio, esto es, en la sección Opinión, ‘Columna de Bonil’, una disculpa pública a los colectivos afroecuatorianos, afectados por el contenido discriminatorio en razón de condición socio-económica.
La Supercom emitió una amonestación escrita para ‘Bonil’, “previniéndole de la obligación de corregir y mejorar sus prácticas para el pleno y eficaz ejercicio de los derechos a la comunicación”.
También se sancionó a Teleamazonas por la inobservancia del art. 26 de la Ley Orgánica de Comunicación, que prohíbe difundir información producida de forma concertada y publicada reiterativamente con el propósito de desprestigiar a una persona o reducir su credibilidad pública. La medida obedece a una denuncia de Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Se dispone como medida administrativa “la disculpa pública de la o las personas que produjeron y difundieron tal información; y que la misma se publique en el medio de comunicación denunciado, en días distintos, en el mismo espacio, tantas veces como fue publicada la información”.
DATOS
Reporteros sin Fronteras fue fundada en 1985 en Montpellier por cuatro periodistas: Robert Ménard, Rémy Loury, Jacques Molénat y Émilien Jubinea.
Reporteros sin Fronteras está reconocida como una organización de utilidad pública en Francia y posee un estatus consultivo ante la Organización de las Naciones Unidas y la Unesco.
La entidad tiene 150 corresponsales en sendos países. Posee 10 oficinas y 8 secciones. Su presupuesto en 2010 fue de 4.3 millones de euros, informa RSF en su sitio web.