Los denunciantes no solo piden que organismos de control, como la Contraloría General del Estado y la Fiscalía, actúen sobre los problemas que se presentan dentro de la Universidad Amazónica Ikiam, sino que también solicitan la intervención de la Asamblea Nacional.

César Solórzano, legislador por la provincia de Napo (PSP), recibió en las últimas horas a docentes, exdocentes y miembros de las comunidades aledañas a Ikiam que se sienten afectados por los problemas que agobian a la universidad.

Entre los inconvenientes presentados a este y otros legisladores se encuentran los de índole administrativos, educación, construcción, entre otros.

Para Solórzano, el pedido de parte de los docentes y exdocentes es procedente: “Piden, entiendo yo, velar por la educación, por la universidad, por la correcta forma de administrar”, dijo ayer.

Aseguró que como asambleísta solicitará explicación sobre temas como la delegación de los poderes al rector: “Me nace una duda, ¿para que se requiere entonces la Comisión Gestora si las decisiones las toma el rector, para qué pagarles si no pasa en el país?”.

Como asambleísta representante de la provincia de Napo resaltó que su deber es velar por el buen funcionamiento administrativo y correcto de la universidad, porque los estudiantes serían los más afectados. Por ello, su mensaje va hacia el Consejo de Educación Superior (CES), con el objetivo de que se tomen las debidas acciones.

“Vamos a pedir explicaciones al centro educativo (Ikiam), al CES y a  la Contraloría… Esto no es con el afán de hacer quedar mal a la universidad, lo que buscamos es excelencia. Creamos y votamos para que esta universidad sea la imagen a nivel nacional”, afirmó.

Ayer, tras las revelaciones presentadas por la Unidad de Investigación de los Medios Públicos, autoridades de Ikiam convocaron a docentes, administrativos y estudiantes para dar a conocer su posición frente a las mismas.

Para Jesús Ramos, rector de la universidad, la información socializada acerca de los problemas expuestos sobre Ikiam se darían debido a diferencias de pensamientos y apreciación de la realidad interna, lo que afectaría la imagen y desprestigio de la institución. Por ello pidió unir esfuerzos para fortalecer la imagen de esta entidad.

Aunque en sus declaraciones dijo: “ratifico el compromiso por mantener abiertos los canales de comunicación con todos los docentes, a fin de que sus inquietudes y dudas sean canalizadas y aclaradas en espacios internos, considerando como base el diálogo constructivo”.    

Varios de los denunciantes mostraron documentos de las supuestas represalias, como el caso de Saulo Da Silva, profesor investigador, quien dio a conocer las anomalías.

Autoridades universitarias, mediante tres oficios remitidos al rector y a la Comisión Gestora de Ikiam, presentaron una serie de presuntas denuncias en las que solicitan el inicio de un proceso disciplinario, esta vez contra Da Silva.

Uno de ellos es Graham Wise, consejero de Innovación y miembro de la Comisión Gestora de Ikiam, que se reúne una vez al mes de manera presencial o virtual, quienes tienen  sueldos que sobrepasan los $ 6.000 mensuales.

Wise pidió que se establezca una sanción contra Da Silva, porque “está tomando acciones deliberadas e intencionales que buscan debilitar la estructura de Ikiam. Estas acciones causan un daño grave a la función de Ikiam y requieren una respuesta formal urgente”.

Comunidades esperan respuesta

Las comunidades afectadas tras la suspensión de 21 de los 28 proyectos científicos piden acciones. Ofelia Salazar, socia de Amupakin, Asociación de Mujeres Parteras Kichwa, dijo que hasta ahora ninguna autoridad de la universidad se ha acercado a explicarles: “Ikiam está en deuda hacia nosotros”.

Adela Alvarado, expresidenta de la Asociación de Mujeres Parteras, cree que la suspensión del proyecto que llevaba adelante la universidad tiene otro contexto: “Será que no valorizan las costumbres kichwas, los conocimientos ancestrales”.

“Pensamos que esa educación iba a funcionar aquí con la Universidad Ikiam, que iba a servir a nuestros hijos, pero no ha sido realidad eso”, lamentó. Pidió la intervención de los organismos de control. (I)

DATOS

La Universidad Regional Amazónica Ikiam, ubicada en la comunidad Muyuna, provincia de Napo, fue inaugurada en octubre de 2014.

Varios proyectos de investigación vinculados a comunidades están cerrados o suspendidos por falta de financiamiento o por el despido de profesores investigadores.

Equipos de investigación adquiridos por alrededor de un millón de dólares están aún embodegados y a punto de vencer la garantía. Los laboratorios donde se instalarían todavía no están construidos.

Docentes de la universidad manifiestan sentirse atemorizados por las posibles represalias que se generen en su contra, tras dar a conocer las denuncias en las que aseguran existe una mala administración por parte del actual rector y de la Comisión Gestora. (I)