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Ecuador, 29 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Ellos visitaron el país para el encuentro latinoamericano de gobiernos progresistas 2015

Los 5 de Cuba agradecen a Ecuador

Orlando Cardozo, Ramón Labañino, René González, Rafael Correa, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández se reunieron la mañana de ayer. Foto: John Guevara / El Telégrafo
Orlando Cardozo, Ramón Labañino, René González, Rafael Correa, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández se reunieron la mañana de ayer. Foto: John Guevara / El Telégrafo
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Eran las 06:00 del 12 de septiembre de 1998. El cubano Gerardo Hernández dormía en su pequeño departamento, en Miami, cuando un grupo de agentes del Swat (grupo de élite de la Policía) rompió la cerradura de su puerta. Apenas abrió los ojos, notó que agentes con ametralladoras lo rodeaban para detenerlo.

Lo levantaron de la cama, le esposaron y le revisaron la boca. La razón: los uniformados pensaban que él podría guardar cianuro bajo la lengua para suicidarse. Lo sacaron de su vivienda para trasladarlo al cuartel del FBI en la Florida e interrogarlo. Le preguntaban de forma intimidante si era espía de Cuba en EE.UU. Luego recayó en el Centro Federal de Detención en Miami.   

Lo mismo vivieron los cubanos René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González al ser apresados en Estados Unidos. Según el Gobierno de ese país, eran indagados por supuesto espionaje. También se creía que eran investigadores de un gobierno extranjero y responsables de otras actividades ilegales en Estados Unidos. Su juicio comenzó a finales de 2000 y terminó en junio de 2001.  

El principal acusado era Hernández, quien fue condenado a dos cadenas perpetuas. Guerrero y Labañino también recibieron la misma pena, mientras que Fernando y René González fueron condenados a 19 y 15 años, respectivamente. En su proceso, Cuba argumentó que ellos tenían como misión espiar grupos de exiliados para prevenir actos de terrorismo contra la isla. Algo que ya habían cometido en el pasado.

Todas esas escenas fueron recordadas por ellos durante su visita al Ecuador durante el II Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) que se realizó esta semana en la capital. Junto a ellos también estuvo el coronel Orlando Cardozo, detenido por 11 años en las cárceles de Somalia (África) y que junto a los otros cinco son considerados héroes de Cuba. Cardozo recuperó la libertad en 1988 mientras que sus compañeros fueron excarcelados por el presidente estadounidense Barack Obama el 17 de diciembre pasado.

Los días en prisión

Ellos recuerdan que en el centro carcelario fueron llevados a un sitio que le llamaban el ‘hueco’ y allí permanecieron 17 meses incomunicados. Aquel lugar tenía paredes pequeñas, no tenía ventanas -narra Ramón Labañino- y era utilizado para castigar a los presos y así ellos vieron cómo otros gritaban y se aturdían por el encierro. Allí permanecían las 23 horas del día y solo una salían a la recreación que consistía en llevarlos a otro lugar.

Para distraerse hacían ejercicio físico en la celda y únicamente pensaban en que su sacrificio era importante por el bien de Cuba. No podían ver la luz del día.

Luego de permanecer incomunicados, los abogados de los 5 de Cuba lograron que sus defendidos pudieran verse de dos en dos en la única hora que tenían de recreación. Recuerdan que cantaban para darse ánimo y no ceder ante las presiones de las autoridades estadounidenses.

La canción ‘El necio’ de Silvio Rodríguez -cuenta René González- se convirtió en su himno ante la adversidad. “Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios, que será divino. Yo me muero como viví, yo me muero como viví”, entonaban mientras se reunían en los momentos de recreación.

También conversaban sobre sus juicios y se acordaban de la nueva trova cubana. “En Miami el trato fue cruel, más que nada por el aislamiento, las limitaciones para acceder a material de lectura, escritura, y hasta el juicio. Nos arreglamos para reírnos, comunicarnos y salimos más fuertes. La moral fue primordial”, agrega González.   

Con Gabriel García Márquez

Era la tarde del 19 de abril de 1989 en La Habana (Cuba) cuando el comandante Fidel Castro encendió la ‘Llama Eterna’ en homenaje a los caídos de la revolución.

El escritor colombiano Gabriel García Márquez fue uno de los invitados a ese acto y también estaba Orlando Cardozo.

Ese día, el ganador del premio Nobel de Literatura se acercó a Cardozo para abrazarlo de forma efusiva. “No sabes lo que Fidel ha hecho para liberarte y yo fui su emisario para ayudarlo en la lucha”, le dijo el escritor.

Esta anécdota fue recordada por el beneficiario de esa gestión durante su visita a la capital. Mientras estuvo detenido leyó la obra del intelectual colombiano.

Cardozo dice que García ha sido una de sus inspiraciones y marcó su vida como escritor. Luego, el militar cubano inició su carrera literaria en la que ha publicado varios libros: ‘Reto a la soledad’, ‘Wendy y el Duque Pedro’, ‘El reino embrujado’, ‘Amor y espada’. Tras la muerte de García Márquez, Cardozo sintió que perdió a un padre. (I)

La ELAP en Quito

Esta es la segunda vez que se realiza el Encuentro Latinoamericano de Gobiernos Progresistas (ELAP) en Quito. El año pasado la cita también fue en la capital.
  
En la jornada participaron más de 60 partidos políticos de América Latina, que acudió a las mesas de trabajo en el edificio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

El evento internacional finalizó con un acta en la que se recogieron las resoluciones adoptadas durante los días que duró el encuentro latinoamericano. Se prevé que el próximo año se realice otro encuentro.

Los puntos más relevantes que se trataron en el ELAP y que se incluyen en las resoluciones son el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., rechazo a los intentos desestabilizadores en Ecuador, Brasil y Venezuela, apoyo a las negociaciones entre Colombia y Venezuela tras la crisis en la frontera de esos países, las elecciones en Argentina, entre otros. (I)

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