El informe de Latinobarómetro abarca la situación económica  de la región y su evolución en los últimos 20 años. Entre los aspectos que han tomado notoriedad está la desigualdad, asunto que ha sido una característica en América Latina.

Según los resultados del informe, Ecuador es un país donde el 49% de sus ciudadanos percibe que sí existe una distribución justa de la riqueza. Al país le siguen Bolivia y Nicaragua, con el 42% y 38% de habitantes respectivamente.   

Estas naciones contrastan con lo que ocurre en Chile, donde solo el 5% cree que la brecha entre ricos y pobres se ha disminuido. Mientras que Brasil es el segundo país, con el 8%, donde se percibe mayor injusticia entre estratos sociales.   

En la investigación se destaca que la distribución de la riqueza explica el comportamiento de los latinoamericanos y es la variable para reflejar el grado de inclusión económica de las personas. Por ejemplo, un fenómeno que evidencia la muestra es el aumento del individualismo en la región.

El individualismo implica que se disparen los ámbitos de la vida personal (la satisfacción de vida) por encima de los colectivos (la satisfacción con la economía y la democracia). Este fenómeno social hace que los resultados entre lo personal y lo colectivo no guarden mucha relación.

En el caso de Ecuador mientras en el nivel de satisfacción personal se ubica en noveno lugar con 77 puntos, en la economía y democracia el país tiene una de las calificaciones más altas pues está en segundo lugar, solo superado por Uruguay.  

En el indicador de cómo calificaría la economía actual del país el 41% de los consultados la califica de ‘Muy buena’ y ‘Buena’. Es solo superado nuevamente por Uruguay con el 47%.

Esto tiene explicación, según el presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, Víctor Hugo Albán: “la percepción de la población de que la economía marcha bien se debe a la política pública implementada en el actual gobierno. “En la parte social se ha trabajado mucho porque los ajustes que han habido han ido enfocados en la reducción de la pobreza”, dijo.

Una muestra es la cantidad de personas que han ingresado a la clase media. “Antes había una proporción de 22% de ecuatorianos en este estrato, ahora se llega al 44%”.

Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae), indica que una muestra de que la población no siente los actuales problemas económicos son los centros comerciales llenos de consumidores. “Hay una crisis del capitalismo mundial. Pero el Gobierno ha hecho esfuerzos para que esta situación no se traslade a la gente. Los gobiernos neoliberales, cuando surgían dificultades inmediatamente subían los precios del gas, gasolina, luz o como antes se hacía”.

Para Ramos los problemas económicos que existen en el país son de carácter fiscal por la caída de ingresos por la baja de los precios del petróleo. Pero no ha existido la devaluación de salarios. Es más, según el Latinobarómetro, cerca del 50% de los ecuatorianos encuestados respondió que el sueldo percibido sí les alcanza para vivir.

El director del Cenae resaltó que esto se debe al modelo económico aplicado. “No es neoliberal, si fuera así se hubiera trasladado la crisis del capitalismo mundial a las personas y esto no ha sucedido".

Con respecto a la imagen de progreso en el país, el informe revela que la desaceleración de la economía tiene un impacto concreto, independiente de la mejora en la distribución del ingreso.

Solo en 5 países: Bolivia, Uruguay, República Dominicana, Nicaragua y Panamá más del 50% percibe progreso en 2015, a ello se suma el caso de Ecuador, que obtiene el 50%. En los otros 12 países al menos 6 de cada 10 habitantes no considera que su nación está avanzando. “El impacto percibido de la actual desaceleración económica es enorme para 12 países de la región”, aseguran los investigadores. (I)