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El ‘pinchazo’ afectaría, tal cual indicó el gobierno de esa época, solo a las clases pudientes

Las medidas ‘imaginativas’ de Gutiérrez incluían el aumento del precio de la gasolina

Facsímiles que muestran cómo los medios y organizaciones recogieron las medidas del Gobierno en 2003. Foto: Cortesía
Facsímiles que muestran cómo los medios y organizaciones recogieron las medidas del Gobierno en 2003. Foto: Cortesía
17 de abril de 2015 - 00:00 - Redacción Política

El expresidente Lucio Gutiérrez (Sociedad Patriótica), 25 días después de asumir el poder adoptó medidas económicas que desde su gabinete las calificaron de “imaginativas” y de impacto “hacia arriba”: que afectarían a las clases pudientes. Pero, en corto tiempo, se vio que el “paquetazo” o “pinchazo” más bien impactó, como toda medida neoliberal, “hacia abajo”, lo que afectó e indignó a la mayoría del pueblo. Esta fue una de las causas de su caída el 20 de abril de 2005.

Una década después y en entrevista con EL TELÉGRAFO, el excoronel del Ejército que asumió la Presidencia el 15 de enero de 2003  niega que haya tomado medidas tradicionales, que las haya dejado insubsistentes frente al reclamo ciudadano y que por ello lo llamaron “la rectificadora Gutiérrez”.

El anuncio de las medidas económicas lo hizo su ministro de Economía, Mauricio Pozo. Se aseguraba que no afectarían a las clases menos favorecidas y que el “pinchazo” iba a ser casi quirúrgico, pues “solo iba a sentirse en el inicio y luego ya no”.

Las medidas “imaginativas”, como lo recogió la prensa de la época, incluían la focalización del subsidio al gas de uso doméstico a través del “bono solidario” (hoy bono de desarrollo humano) para los pobres, ya que el cilindro de 15 kilos pasaría a costar $ 5,60. Con ello, supuestamente, se mantendría un precio subsidiado de $ 1,60 para la población de escasos recursos, y en el resto tener de referencia el precio internacional. Por ese concepto, el gobierno pretendía generar $ 150 millones al año.

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Además, dispuso aumentar el precio de los combustibles: 0,30 centavos al galón de gasolina súper (de $ 1,45 a $ 1,75) y 0,15 centavos para la gasolina extra (de $ 1,12 a 1,27). Esto le significaría un ingreso adicional de $ 300 millones al año.

A ello se sumaban otras medidas como el incremento de las tarifas de luz eléctrica; el congelamiento de sueldos públicos; bajar 10% los gastos en los ministerios; poner un impuesto al rodaje de carros que cuesten más de $ 15 mil y un impuesto a las utilidades de las empresas; y eliminar las exenciones arancelarias que estableció el gobierno de Gustavo Noboa para 1.750 productos de importación. Con esto último se pretendía incrementar los ingresos aduaneros en $ 80 millones al año.

En Quito se realizó ayer una muestra gráfica en honor al fotógrafo chileno Julio García: murió el 19 de abril de 2005 cuando cubría las protestas contra Lucio. Foto: Carina Acosta

La prensa destacó en ese entonces que para analizar y delinear todas esas alternativas, el 16 de enero de 2003 tuvieron una reunión, en el Ministerio de Economía, representantes de las instituciones encargadas del manejo fiscal y económico del Ecuador: Por el Servicio de Rentas Internas (SRI) estuvo la directora Elsa de Mena y el asesor Wilson Ruales; por el Banco Central, Ramiro Galarza; el subsecretario de Política Económica, Diego Mancheno; y, Fernando Buendía, del equipo económico. La reunión estuvo presidida por Pozo.

Buendía (cuota política de Pachakutik), siguiendo el libreto de Lucio y Pozo, indicó que ese programa económico permitiría superar el grave desequilibrio que fue “herencia” del gobierno de Gustavo Noboa.

Según Buendía, el programa imaginativo del gobierno también consistía en apelar a organismos multilaterales de crédito y la creación de una imagen de confianza que permita colocar bonos en banca de inversión dentro y fuera del país.

Lucio decía en esa época que el déficit para enero, cuando asumió, alcanzaba los $ 400 millones, por lo que requería adoptar medidas, pero que sería “un ajuste hacia arriba”.

Pedro De la Cruz, en ese entonces titular  de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), anunció que indígenas, campesinos y pobres del país no aceptaban ese ajuste porque en realidad eran medidas tradicionales.

Diez años después, el dirigente insiste en que fueron medidas neoliberales para cumplir con los lineamientos del Fondo Monetario Internacional. La explicación -dice- está en que en los gobiernos anteriores, como el de Lucio, los ministros de Finanzas eran banqueros que beneficiaban a su círculo, al FMI y al Banco Mundial, “aplicando recetas enviadas desde Washington”.

Por su parte, una década después, Gutiérrez se defiende criticando al actual Gobierno. “La economía no puede ser manejada de manera ideológica como lo hace Correa, debe ser manejada como una ciencia, de manera técnica, disciplinada y con austeridad...”. (I)

Técnicos del FMI llegaron a Quito en 2003

La injerencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la vigilancia para que el gobierno de Lucio Gutiérrez (Sociedad Patriótica) cumpla sus dictados se evidenciaban, por ejemplo, con lo que en enero de 2003 informa la prensa nacional y extranjera (ver facsímiles).

América Economía en un amplio artículo destacó: “Una misión del FMI comenzó el lunes (20 de enero) a analizar las medidas económicas que anunció el presidente Lucio Gutiérrez. Técnicos del fondo, liderados por Bob Traa, llegaron a Quito el pasado domingo, mientras el mandatario anunciaba las medidas para sanear la economía del país, entre ellas la subida del precio de los combustibles y el congelamiento de los sueldos de los funcionarios públicos”.

Por su parte, en un artículo publicado en 2003, el Instituto Científico de Culturas Indígenas preguntaba al Ejecutivo y al país: “¿Por qué recurren a las típicas medidas que han aplicado todos los gobiernos neoliberales como León Febres-Cordero, en el 84, Rodrigo Borja, en el 88, Sixto Durán Ballén, en el 92, y Abdalá Bucaram, en el 97, que subieron el precio de los combustibles? ¿Por qué si quieren cambiar este país tienen un equipo económico como Mauricio Pozo, Guillermo Lasso, Mario Canessa, muchos de ellos colaboradores de Mahuad y afines a la política del FMI?”.

Y el análisis del Instituto fue más allá al recordar a Gutiérrez: “dijeron que iban a recuperar los dineros de los deudores de Filanbanco, que se recaudarían impuestos de los grandes evasores relacionados con la oligarquía y los partidos políticos de derecha. La respuesta del equipo económico de este gobierno ha sido que las medidas tomadas se constituyen en la vía directa y rápida para obtener cerca de $ 330 millones y salir un poco del apuro, junto con otras medidas como la reforma tributaria, arancelaria y de unificación salarial, siempre que la mayoría del Congreso (PSC, ID, PRIAN, DP, PSE) dé  paso a dichas reformas, pero esta mayoría, liderada por el PSC, ha dicho que apoyará a las propuestas que considere necesarias para el país, y en las que no considere viables no apoyará, es decir, votará a favor de las propuestas que no alteren o topen sus intereses económicos o sus grandes negocios”.

Para Paco Velasco, exdirector de Radio La Luna, emisora que dio voz al pueblo hace una década, “Cómo puede haber bonanza económica en un régimen como el de Lucio si a los 3 meses de estar en el poder firmó una carta de intención con el FMI, que es un conjunto de medidas destinadas a romper el pueblo”. Reprocha lo que hizo el gobierno a través de las leyes Trole y lo que buscaba con el fondo petrolero: ante todo pagar la deuda externa. (I)

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