Al menos 3 mil mujeres que reciben el Bono de Desarrollo Humano (BHD) acudieron ayer al sector Cisne 2, en el suburbio de Guayaquil, para escuchar la explicación del presidente Rafael Correa sobre la afiliación para las trabajadoras del hogar no remuneradas.

Es una propuesta de las reformas al Código de Trabajo y a la Ley de Seguridad Social planteadas por el Gobierno y entregadas a la Asamblea el pasado 15 de noviembre. El objetivo es cumplir con un mandato constitucional: la universalización de la Seguridad Social, explicó el Jefe de Estado.    

Es una cuestión de justicia y equidad, es la forma de reconocer el trabajo de las madres que se quedan en casa atendiendo a la familia, agregó. “Por lo general son mujeres las que se encargan del hogar. Ellas no tienen horario, ni fines de semana libres, es el trabajo más sacrificado y el menos reconocido”, enfatizó ante un público compuesto mayoritariamente por mujeres de todas las edades y provenientes de casi todos los cantones de Guayas.

Otra intención de la propuesta es dar dignidad a las personas para que tengan un ingreso que les permita sobrevivir en la vejez.

El proyecto contempla 4 categorías para el aseguramiento, las que se diferencian por los niveles de ingresos de familiares.

Como ejemplo tomó el caso de los hogares cuyos ingresos representan solo la cuarta parte del salario básico unificado ($ 85). Una ama de casa que esté en este rango deberá pagar solo $ 2 para su seguro, puesto que el Estado asume $9,2. Con esta mensualidad podría acceder a una pensión jubilar de $76,5.

En caso de que las afiliadas sufran algún accidente que les provoque incapacidad o la muerte, sus hijos menores de edad podrán cobrar también una pensión desde $ 68.

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Sobre las críticas de que es una medida demagógica, Correa aseguró que está debidamente estudiada. Aseguró que se han hecho consultorías internacionales.

“Hemos trabajado la propuesta desde hace meses”. Anunció que próximamente presentará un plan para afiliar a los choferes y a los trabajadores informales.

En este rango están muchas de las madres que son beneficiarias del bono de desarrollo humano, y que en ocasiones son madres solteras. “Una vez que sus hijos crezcan, quizá ellas ya no califiquen para el bono, pero tampoco tendrán otros ingresos. Ellas lo han dado todo para su familia y no recibirán nada, es una cuestión de equidad y justicia”, afirmó el Mandatario.

Por su parte Carlos Marx Carrasco, ministro de Relaciones Laborales, detalló que con esta propuesta Ecuador está a la vanguardia del mundo, pues en ningún país se ha tomado en cuenta a este sector de la población, que en Ecuador lo componen 1,5 millones de mujeres.

El sistema de aseguramiento social en el país tiene 2 componentes, el de salud y el de jubilación.

En el caso de las amas de casa el beneficio será solo del segundo puesto que para el primero está la reforzada red pública a la que todas pueden acceder.

Las asistentes escucharon atentamente la explicación presidencial y la mayoría estuvo de acuerdo con esta iniciativa. Correa recalcó que en la sociedad existe la percepción de que una mujer que no es dependiente de una empresa no trabaja, cuando es la que más lo hace, pero el mercado no la contempla porque no se puede contabilizar su producción. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos las amas de casa representan el 15% del producto interno bruto.

A las futuras beneficiarias las palabras del Presidente no solo las llena de esperanza sino que representan un reconocimiento público a su esfuerzo diario. Así lo destacó Paola Panezo, beneficiaria del bono que llegó con un grupo de vecinas desde el Trinipuerto.

Ante la interrogante sobre si labora en alguna empresa, ella contestó soy trabajadora de mi hogar “porque crío a mis 4 hijos”.

La mujer, de 27 años, también pertenece a un colectivo de afroecuatorianas. A su respuesta se sumó Luceti Pachico Quintero, quien destacó que ahora sí se sienten tomadas en cuenta y que es la primera vez que valoran su trabajo.

Una de las fuentes de financiamiento que servirá para cubrir el aporte estatal del seguro provendrá del excedente de las utilidades de los empleados privados. Dentro de las reformas presentadas se contempla un límite de 24 salarios básicos  ($8.160) por concepto de utilidades por empleado. El excedente será entregado al Estado en calidad de aporte solidario. Se calcula que ese monto ascenderá a  $ 120 millones.

Mientras Correa explicaba el proyecto en una tarima ubicada en las calles Octava y la E, a un costado de la vía estaban Targelia Pinargote, Heidi Mendoza y Flor Jiménez con una pequeña carreta en la que freían empanadas para saciar el hambre de los asistentes. Ellas aún no entienden muy bien el tema del seguro, pero creen que es bueno contar con una pensión.

Correa animó a las mujeres a emprender negocios. Recordó que pueden adelantar un año el bono para financiar iniciativas productivas. Por ese concepto se han entregado $ 56 millones.