Ante la caída significativa de los precios del petróleo desde noviembre de 2014, los mandatarios de Ecuador y Venezuela, Rafael Correa y Nicolás Maduro, respectivamente, aprovecharon la IV Cumbre de Países Árabes y América del Sur (Aspa) para plantear a las autoridades de la Liga Árabe una reducción en la producción y así estabilizar los precios.

El mandatario ecuatoriano propone que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a la que pertenecen ambos países sudamericanos, reduzca el 1,6% de su producción. Así lo explicó Correa en una entrevista a Telesur.  

El objetivo es que este ajuste provoque un aumento significativo en los precios del barril, cuyo costo  oscila esta semana en los $ 42.  

“Los cálculos siempre se pueden ajustar, nadie le ha acertado nunca a cómo reaccionan los precios del petróleo, pero según la historia es claro que en base a una pequeña disminución en cantidad los precios  suben”, indicó el Mandatario.

“Preliminarmente hemos calculado en 1.6% la demanda diaria de petróleo, eso significa menos de 2 millones de barriles por día. Eso lo podría lograr solo la OPEP, no necesitamos países fuera de la organización para alcanzar aquello y el precio subiría sustancialmente”.

Desde el punto de vista técnico y económico para él es incomprensible la política de mantener el exceso de oferta en el mercado.

Uno de los argumentos de los grandes países productores, como Arabia, es defender su cuota del mercado frente al petróleo de esquisto que extrae Estados Unidos.

Los árabes estiman que unos precios bajos harán cerrar la válvula en Norteamérica del petróleo de esquisto y finalmente el precio se recuperará.

Ante esta teoría Correa indicó que “se puede calcular un precio de equilibrio que impida que ese petróleo caro ingrese al mercado”. Sin descartar que en este tema probablemente haya motivaciones geopolíticas, como tratar de perjudicar a determinados países.

Analistas creen que Estados Unidos presiona los precios a la baja para afectar a Rusia, país productor de hidrocarburos.

De estabilizarse la producción petrolera, el precio del barril eventualmente subiría pues habría menos crudo disponible en el mercado, pero esto ocurriría en futuro y no inmediato. Precisamente la Agencia Internacional de Energía indicó que la demanda del petróleo, bajo el actual escenario, se elevaría anualmente en $ 900.000 barriles por día hasta 2020. Como consecuencia, en ese año también el precio del barril llegaría a $ 80.

La propuesta de Ecuador fue presentada al Rey de Arabia, Salmán Bin Abdulaziz, y el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Zani, durante citas bilaterales. Por su parte el mandatario venezolano planteó una fórmula que permita establecer un precio justo del hidrocarburo y mostró su esperanza de que se logren avances en el corto plazo.

Banco de inversión en conjunto

Maduro destacó en la ASPA los avances como la creación de un banco de inversión para el desarrollo.  Durante la segunda y última jornada de la cumbre, se afirmó que esa institución, operada en las 2 regiones, estará dirigida a llevar adelante inversiones para el desarrollo económico.

Según publicó la cadena Telesur, también se ratificó el apoyo al plan 2030 adoptado recientemente en el seno de la Organización de Naciones Unidas, que hace énfasis en la lucha contra la desigualdad y la pobreza.

Los participantes coincidieron en la importancia de conformar una secretaría permanente del mecanismo que dé continuidad a los esfuerzos comunes de manera simultánea a la preparación de las cumbres. La V Cumbre se realizará en 2018 en Venezuela; la cita se convoca cada 3 años.

La primera Aspa fue en 2005 por iniciativa del entonces mandatario de Brasil, Lula Da Silva.

Maduro también destacó el papel que ha jugado Unasur en el fortalecimiento de los lazos entre América Latina y el mundo árabe.

“Hoy Suramérica es una nueva región, que supera sus desigualdades”, sostuvo el mandatario venezolano, al tiempo que estimó necesario “el surgimiento de un mundo multicéntrico, para la paz, para el diálogo y la cultura”. (I)

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El documento apoya la lucha contra los grupos extremos en Siria

La declaración final de la Aspa resalta la necesidad de una paz "justa y total"

Los líderes sudamericanos y árabes reunidos en Riad, capital de Arabia Saudita, se pronunciaron ayer durante la última jornada de la Cumbre Aspa por una paz “justa y total” entre palestinos e israelíes.

La declaración final de una cita de 2 días para fortalecer los vínculos entre estas regiones recalcó “la necesidad de lograr una paz justa y total”, creando un Estado palestino en los territorios ocupados por Israel en 1967, con capital en Jerusalén.

El documento también se refiere a una “asociación estratégica” entre países árabes y sudamericanos y brinda un “pleno apoyo político” a una resolución de la ONU sobre la reestructuración de deudas soberanas.

La Asamblea General de la ONU aprobó en septiembre por una abrumadora mayoría una resolución no vinculante para regular la reestructuración de deudas soberanas de Palestina y evitar batallas judiciales como la de Argentina contra los denominados fondos ‘buitres’.

El comunicado final de la reunión de Riad también recalcó los riesgos de la proliferación nuclear y condenó el terrorismo, rechazando que se lo asocie con cualquier religión, cultura o raza.

En este contexto la Aspa expresó su total apoyo a los esfuerzos por solucionar la crisis siria. “Confirmamos la necesidad de encontrar una solución pacífica al conflicto sirio basado en las directrices de Génova”, estableció la Aspa en el comunicado.

El gobierno sirio ha estado luchando contra las fuerzas opositoras, al igual que los grupos extremistas como el Estado Islámico, desde 2011.  

Por otra parte, al finalizar la cumbre el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi (foto) informó que el comercio entre países árabes y sudamericanos pasó en la última década de unos $ 6.000 millones a más de $ 33.000 millones.

El Rey Salman bin Abdulaziz  fue el encargado de dar la bienvenida a las delegaciones y ofreció el discurso de apertura en la Cumbre Aspa.

Apreció los esfuerzos conjuntos para luchar contra la amenaza del terrorismo regional y mundial.  

El rey habló también sobre el desarrollo progresivo de la cooperación política y económica entre el mundo árabe y la región de América del Sur y propuso la creación de un “consejo de explotación en común”, que promueva las relaciones económicas. Remarcó las relaciones extraordinarias entre los 2 bloques, diciendo que “esta alianza nos ha traído en una sola plataforma”. (I)