La reelección indefinida “no tiene un afán dictatorial”
El anuncio del presidente Rafael Correa, en su informe anual, de apoyar una iniciativa legislativa para enmendar la Constitución y así allanar el camino de la reelección indefinida de todas las autoridades de designación popular, movió durante los días siguientes el panorama político.
De inmediato se escucharon las críticas de diversos sectores de la oposición, mientras que en el sector oficialista y sectores sociales y ciudadanos expresaban su respaldo a la iniciativa.
Un ejemplo fueron los argumentos esgrimidos por excandidatos presidenciales que sugieren se realice una consulta previa al país sobre el tema. Pero también hubo criterios como el del analista y constitucionalista Xavier Rodas, quien sostuvo que “la propuesta no tiene un afán dictatorial ni de quebrantamiento de la voluntad soberana, ya que es la misma ciudadanía la que directamente sería consultada en elecciones”.
Es decir que, mediante el voto, el mismo elector tiene la facultad de ratificar o no la permanencia de una autoridad en su cargo.
Correa mencionó además en la sabatina, efectuada en Quito, que presentarse a la reelección por un cuarto mandato en 2017, será un último recurso que dependerán de las circunstancias del momento. Agregó que apoyar la enmienda constitucional en la Asamblea no significa que vaya a presentarse a la reelección.
En todo caso, el tema de la reelección indefinida no es un caso único, pues en Venezuela y Nicaragua se realizaron reformas constitucionales, previo apoyo electoral mayoritario de sus ciudadanos a través de consultas populares, para establecer este mecanismo.
También se encuentran los casos en países de Europa que tienen un sistema de reelección indefinida, aunque en la mayoría de ellos, por tratarse de regímenes parlamentarios, la forma de elección de un presidente o primer ministro es diferente. El analista Carlos Estarellas Merino explicó que el sistema parlamentario en Europa, o al menos en Inglaterra, consiste en que por voto popular se elige a los representantes del Parlamento y ellos después eligen al primer ministro.
Por ejemplo, si en elecciones generales gana por mayoría un determinado partido (conservador, laborista, liberal, etc.), se designa después por votación al primer ministro; y puede permanecer como tal mientras tenga la mayoría en el Parlamento en nuevas elecciones, o también puede ser censurado por el mismo órgano en caso de que así lo amerite y por causales previamente establecidas en su Constitución.
España tiene un similar sistema de elección, aunque en este caso la figura es de presidente. Como dato histórico, Felipe González fue mandatario de la nación ibérica desde diciembre de 1982 hasta mayo de 1996, para lo cual su partido, el Socialista Obrero Español (PSOE) ganó cuatro elecciones consecutivas. Por tal motivo este fenómeno es considerado como el mandato más largo registrado en España, al menos en la era democrática.
Sistema semipresidencial
Una situación parecida fue lo ocurrido en Francia con Francois Mitterrand (Partido Socialista), quien gobernó el país galo desde 1981 hasta 1995.A diferencia de Inglaterra y España y otras naciones europeas, en Francia el mandatario es elegido por los ciudadanos en las urnas, aunque el Parlamento tiene la facultad de censurarlo.
En el caso de Ecuador, según Estarellas, la figura de la reelección indefinida cambiaría la cultura política del país, habituado por las diferentes constituciones que ha tenido -al menos antes de la de Montecristi- en un sistema que siempre ha sido alternativo democrático, republicano y responsable.
Existen casos en América Latina -citó Estarellas- en que se han producido mandatos extensos, por diversos mecanismos de elección, como en México, donde, a finales del siglo XIX, Porfirio Díaz, considerado héroe de la revolución mexicana, asumió la presidencia en 1876 y permaneció así hasta 1911 ganando varias elecciones, hasta su renuncia por presión popular. Solo hubo un paréntesis en sus períodos de gobierno (1880-1884).
Fue a raíz de este hecho que se realizan las reformas a la Constitución, con lo cual, desde entonces, el presidente del país norteamericano solo puede ser elegido una vez. No existe la figura de reelección.
En Cuba existe otro ejemplo de reelección indefinica, pero con un diferente matiz, actualmente el mandatario es Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel. Su llegada al poder se dio en 2006, primero de manera interina y luego elegido oficialmente en 2008.
En Cuba la Constitución establece que el pueblo elige en comicios a los representantes a la Asamblea Nacional del Poder Popular y estos a su vez hacen lo propio para la dignidad de presidente. En la nación caribeña existe el sistema de partido único, que en este caso es el Comunista.
En Argentina también surgió en 2012 la posibilidad de reformar la Constitución para impulsar la reelección indefinida. En Ecuador, el tema ha sido fuente de amplios debates, en los cuales las críticas y apoyos a la idea hasta ahora sigue sobre la mesa.