Trece años le tomó a Ecuador conseguir que se abrieran las puertas de China al mango nacional debido, entre otros factores, a procedimientos fitosanitarios. Esta situación busca ser revertida con la renovación de los lazos comerciales entre ambos países. El foro de negocios efectuado el miércoles fue el primer paso hacia ese objetivo.

La diversificación de los requerimientos fitosanitarios, con miras a reducir el ingreso de mercadería de 13 a 2 años, es una de las cuatro propuestas que presentó la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China, según indicó José Antonio Hidalgo, presidente de ese gremio.

Los otros tres planteamientos tienen que ver con la reducción del arancel del banano (10%), camarón (22%, incluido un 17% por el IVA) y rosas (10%); inyectar inversiones para la agricultura; y disminuir aranceles de productos elaborados en el país para la dinamización del comercio.

A China le interesan las grandes inversiones en los sectores estratégicos, la industria y la agricultura, indicó Silvana Vallejo (foto), directora ejecutiva de ProEcuador. A tal efecto, el país tiene una cartera de 180 proyectos que ofrecen oportunidades de inversión externa en 12 áreas económicas y que llegan a un monto total de $ 40.000 millones.

Wang Min, representante de State Grid Corporation of China, la empresa eléctrica más grande del mundo, destacó la capacidad instalada en Ecuador en materia energética. “Creemos que a medida de que la economía y la sociedad se desarrollen rápidamente existe mucho espacio para la infraestructura energética. Esto traerá nuevas oportunidades estratégicas”, subrayó.

Al referirse a los procesos de integración energética existentes en la región, el ejecutivo indicó que su país evalúa cuáles podrían ser los espacios de cooperación en los proyectos de inversión y construcción de la red eléctrica, específicamente, en aquella que se construirá en conjunto con Perú.

La consolidación de los nexos bilaterales se conocerá en el transcurso de los próximos días, dijo Vallejo, quien indicó que ProEcuador procede con los trámites para iniciar las negociaciones, después de recibir una carta de intención por parte de los inversores interesados. (I)