LOS RESULTADOS de las votaciones DE 2009 MOSTRARON YA EL DECLIVE DE los grupos tradicionales
La ‘foto’ política de 2014 desmonta la partidocracia
Las cifras (casi) definitivas de lo ocurrido el 23 de febrero de 2014 ponen en escena algunas hipótesis y ciertas certezas. ¿Hay un cambio en la correlación de fuerzas? ¿Las alianzas salvaron la debacle de grupos solitarios? ¿Renacen figuras para reactualizar conductas, prácticas y modelos anteriores al 2009?
Por los datos publicados en esta página parecería que hay una sola evidencia que también convoca a otro análisis: quienes se vanaglorian de triunfos y hasta denuncian el fin de un ciclo del movimiento ‘verde flex’ no reconocen que ningún partido tiene ni la mitad de los sufragios obtenidos por PAIS: cerca de dos millones y medio de votos.
Hay algunos partidos que justifican la alianza con sus contradictores ideológicos por, supuestamente, coincidencias programáticas puntuales. ¿MPD y SUMA pueden sostener una alianza programática puntual? ¿Eso llevaría, hipotéticamente, en un futuro no muy lejano a que Mauricio Rodas opte por la presidencia con un binomio como Mery Zamora?
¿Aquellos movimientos locales que en 2009 ganaron 35 alcaldías son ahora los que se representan en Avanza? ¿O es que acaso esos movimientos locales de 2009 ahora también son los que ganaron bajo la representación de CREO y SUMA?En otro plano salta otra pregunta: ¿dónde quedó el movimiento municipalista? Se transformó en una variedad de movimientos locales. Por tanto, no había, por ningún lado, como en su momento un exalcalde de Quito evocó, una tendencia y hasta una sintonía alrededor de un programa a favor del localismo, con base en puntos de coincidencia.
Entonces, lo que dijo ese exalcalde fue falso o, por lo menos, insostenible: los rezagos de la llamada partidocracia estaban en esos movimientos locales y ahora se muestran, con mejor transparencia, en los grupos de la socialdemocracia, la derecha y el populismo.
No olvidemos que Sociedad Patriótica obtuvo, en 2009, 28 alcaldías y se colocaba todavía como una fuerza determinante en algunas zonas. Ahora, con apenas 6, tiene muy poco peso nacional y donde gana apenas si sus dirigentes tienen una proyección más allá de su localidad y con poca fuerza en su entorno y con sus aliados.
Por ahora, además, es irrebatible algo que en 2009 parecía imposible: los partidos populistas tradicionales, de un corte clientelar, con un contenido difuso ideológicamente, con líderes únicos e inamovibles ya están a la deriva. El PRE, PRIAN y PSP navegan contracorriente en sus propias filas, debaten su sobrevivencia y muchos de sus militantes migraron a otras tiendas.
Nadie ha evaluado hasta ahora el impacto contundente del Código de la Democracia y la imposibilidad de financiamientos millonarios, a veces oscuros y sin explicación alguna, en las tumultuosas campañas que mostraban, aparentemente, un poder de convocatoria político, cuando en realidad, como algunos sí lo señalaron a su tiempo, eran movilizaciones bien financiadas y equipadas. En otros países todavía discuten la posibilidad de impedir el financiamiento ilimitado y privado.
En las elecciones locales esa realidad era mucho más evidente. De ahí que ciertos caudillos pasaron años en sus cargos sin hacer mucha bulla y con solo financiar un equipo garantizaban su presencia electoral predominante.
Ciertos caudillos, sin hacer mucha bulla y con solo financiar un equipo, garantizaban su presencia electoral.
Pero también es cierto que en determinadas ciudades (Machala y Guayaquil son 2 ejemplos puntuales) las élites y las clases medias han consolidado una ‘cultura’ alrededor de sus autoridades. En ellas, hay una reafirmación de lugares comunes y cierta irreflexión a partir de un aparato mediático que solapa y hasta oculta determinadas acciones y fallas de fondo en la gestión, gracias a un control directo, de auspicios y ciertos favores en la red económica y hasta familiar de algunos negocios.
Y a pesar de ello, como ocurre ahora con el alcalde Jaime Nebot, algunos de sus postulados y hasta conductas han variado con respecto a la de las mejores épocas de la partidocracia. Ya no hablan del predominio de lo privado sobre lo estatal, de la eficiencia de lo privado sobre la incapacidad del sector público. Ellos (Nebot y Falquez) probaron que su gestión pública también pudo ser eficiente controlando y hasta castigando al sector privado, pero todavía se resisten a desprenderse de fundaciones y contratos que no ayudan a una cultura de lo público en la gestión local.
La ‘foto’ electoral, entonces, prueba dos cosas que están en la dinámica actual de la política: el Movimiento PAIS es la fuerza preponderante, aunque disminuida con respecto al 2009, con ciertos nichos inamovibles; y, la partidocracia está en plena retirada, fundamentalmente, en sus expresiones populistas, clientelares y hasta corporativas en todo el territorio nacional.