Las mejoras sociales serán uno de los ejes del informe a la nación de mañana, que se realizará a las 10:00 en la asamblea
La enseñanza superior ha recibido un aporte estatal de $ 9.445 millones
En los últimos días los ministerios coordinadores han suministrado datos para el Informe a la Nación de mañana en Quito. La mecánica este año será la misma: primero interviene el presidente Rafael Correa, luego el vicepresidente Jorge Glas y de allí los ministros coordinadores. El Primer Mandatario cerrará los discursos.
Uno de los ejes serán las mejoras sociales del país. Las autoridades aseguran que en cuanto a la inversión en educación y salud en los 8 años de este gobierno, en comparación con lo realizado por sus antecesores durante los 10 años anteriores, se superan las expectativas.
Vilma Vera, profesora de inglés, ha experimentado los cambios. Ella estuvo en el segundo grupo de becarios que accedieron a la certificación Go Teacher, que Ecuador realiza en coordinación con universidades extranjeras. La maestra accedió a una beca completa en la Universidad de Kansas, valorada en $ 32 mil, la cual le cubrió desde la colegiatura hasta la comida. La única condición fue que a su regreso diera clases en una entidad fiscal por 2 años. Si no existiera el programa de becas habría sido muy difícil para Vera acceder a esta enseñanza. “La cobertura es integral, fue una oportunidad increíble; además, creo que todos ganamos.
Yo tengo una certificación que me permite tener mayores ingresos y el país también gana porque impartimos los conocimientos adquiridos en el exterior a los alumnos de entidades fiscales”, resaltó. Con ella fueron más de 40 personas las que viajaron a Estados Unidos.
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El cambio en realidad es el resultado de una nueva distribución presupuestaria que privilegia la inversión social por encima del pago de la deuda externa. Una de las metas del Jefe de Estado es vencer la pobreza con educación.
La inversión tiene como resultado superar una discriminación educativa histórica hacia los grupos vulnerables de la sociedad. Ahora existen unidades del milenio en zonas mayoritariamente indígenas o con población afroecuatoriana. Además, hay total apertura para las personas con discapacidades. Y todos los servicios son gratuitos.
Una muestra de las mejoras en la educación es la alta tasa de matriculación que actualmente supera el millón de estudiantes, disminuyendo los alumnos del sector privado. “La gente empieza a creer en lo público”, dijo Correa a inicios de mes cuando inauguró el año escolar en la Costa. El objetivo es que los servicios públicos sean lo mejor, algo que hace una década parecía una quimera.
Ecuador es uno de los países que más invierte en educación superior en toda la región. Destina $ 9.445 millones, lo que equivale al 2,12% del Producto Interno Bruto (PIB), señaló René Ramírez, titular de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senescyt).
El funcionario destacó que el cierre de las universidades ‘fantasma, de papel o de garaje’ -14 en total- es el mayor salvataje social en la historia del país.
Son los primeros pasos para lograr una economía social del conocimiento, lo que implicó la inversión en nuevos establecimientos de educación superior: son 4 nuevas universidades que requirieron un desembolso de $ 1.000 millones.
$ 11 mil millones en salud
La salud pinta un panorama similar. Según la ministra del ramo, Carina Vance, si antes no se invertía era por falta de voluntad política.
“El Ministerio de Salud casi competía con el de Educación como los que menos presupuesto recibían. El reparar el daño que hicieron muchos de los gobiernos anteriores en cuanto a dejar un ministerio esquelético y con servicios de salud es lo que estamos cambiando”, detalló la funcionaria en una entrevista con la agencia Andes.
Durante estos 8 años la inversión en salud sobrepasa los $ 11.000 millones en infraestructura, insumos y talento humano. Con ello se ha conseguido la gratuidad de la salud, ampliar la cobertura y mejorar la atención. El Gobierno ahora apuesta por hacer del servicio público de salud el mejor del país.
Una de las usuarias beneficiarias del nuevo sistema de salud es Julia González. A a sus 55 años sufre de artrosis y la única forma de atención médica que tiene es la pública. “Me dan los medicamentos, me hacen los exámenes para controlar también mi presión y el azúcar; además me llaman para recordar mi cita. Eso solo pasaba en los hospitales privados y porque les interesa que vayas para cobrar”, acotó.
La ciudadana está a la expectativa de que se concrete la afiliación a trabajadoras no remuneradas del hogar, puesto que nunca ha trabajado formalmente, pero entrega el 100% de su tiempo al cuidado de su familia. Como ella son más de 40 mil personas las que acceden gratuitamente al Sistema de Salud Pública.
El crecimiento y desarrollo integral de los ciudadanos se atiende desde su nacimiento. Por ello se invierte en la etapa de gestación y en los primeros años de los niños.
El Gobierno admite que tanto en educación como en salud aún queda mucho por hacer. “Necesitamos un Código Orgánico de Salud que esté acorde con esos cambios profundos que plantea la Constitución. Existen más de 44 normas que rigen el sistema de salud, algunas no tienen ya pertinencia y deben ser derogadas y otras necesitan entenderse en el marco de cómo funciona el sistema de manera integral”, expresó Vance. En educación también se prepara otro texto:el Código Orgánico de la Economía Social del Conocimiento, la Creatividad y la Innovación, que ha recibido más de 38.000 aportes. (I)
DATOS
En 2007 había 11.200 profesionales vinculados al Ministerio de Salud Pública (MSP) y hoy son más de 31.500. De ese total casi 1.400 han optado por volver al país tras haber salido en 1999 y 2000 por el feriado bancario.
En estos momentos están otorgadas más de 1.370 becas para la especialización de médicos.
En 2014 se incrementaron 10 mil nuevos profesores en educación superior y el porcentaje de docentes con título de cuarto nivel pasó del 55%, en 2012, al 67,2% actualmente. (I)