El expresidente lula impulsó la primera cumbre de américa latina y el caribe
La diplomacia brasileña destaca que la semilla del foro se sembró allá
Corría diciembre de 2008 y Brasil, al mando de Luiz Inácio Lula da Silva, ejecutó el mayor desafío latinoamericano al gobierno de George W. Bush, que se esfumaba por el horror en Irak: organizar una cumbre con 33 países de América Latina y el Caribe para formar un bloque, que rápidamente fue bautizado como “una OEA sin Estados Unidos ni Canadá pero con Cuba”.
La cumbre realizada en el balneario de Costa de Sauipe, estado de Bahía, puede ser considerada la “semilla” de las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Esta definición le pertenece a Antonio Simoes, subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería brasileña, al explicar lo que significa la III Cumbre de la Celac de Costa Rica en la cual Ecuador asumirá la presidencia pro témpore.
“La Celac completa 3 años; siempre decimos que la semilla fue plantada por Brasil en la cumbre de Bahía. Fue la primera presencia de Cuba en mecanismos regionales en mucho tiempo”, dijo Simoes al anunciar el viaje de Dilma Rousseff a la reunión de Costa Rica.
El flujo de comercio de Brasil con la región de la Celac antes de la llegada de Lula da Silva al poder en 2003 era de $ 20.000 millones anuales y en 2014 significó $ 84.000 millones. América Latina aún representa apenas el 18%, de la cuenta comercial brasileña.
La fuerza de Lula que le valió a Brasil la calificación de un país emergente que pugnaba en todos los foros por un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU se detuvo con el estilo de su delfín, Dilma Rousseff, a partir de que asumió el gobierno en 2010, en opinión de Cristina Soreanu Pecequio, de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), autora del trabajo ‘Política Externa en el Siglo XXI: la combinación de ejes combinados de cooperación horizontal y vertical’.
La especialista afirmó que desde que asumió Rousseff, Brasil “redujo su inversión estratégica en América Latina, fue un gobierno que redujo la prioridad de la política exterior” y destacó que dentro de la Celac “pasó a jugar muy fuerte China”, convertida en principal socio de Brasil desde 2009, luego de retirar de ese sitial a Estados Unidos.
Y el avance de China y Estados Unidos en la región, según ella, se debe en parte a que Brasil ha bajado la intensidad de su juego de influencias en la región.
El nuevo canciller brasileño, Mauro Vieira, participó de la reciente reunión de cancilleres latinoamericanos con China donde estuvo Correa, en Pekín, un evento que para la especialista marca una contienda entre chinos y norteamericanos “por el espacio económico latinoamericano y caribeño”.
Brasil llevará a la cumbre del 28 y 29 en San José propuestas de políticas consideradas exitosas en Brasil, como la cooperación en agricultura familiar, políticas de inclusión de la mayoría afrodescendiente, energía, desarrollo sustentable y combate a la pobreza.
(Pablo Giuliano, corresponsal en Brasil)