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El Telégrafo
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Según la prensa de méxico, muñoz habría asesorado a rodas. el cabildo lo niega

La DEA vincula a empresario mexicano con Cartel de Sinaloa

La DEA vincula a empresario mexicano con Cartel de Sinaloa
16 de octubre de 2014 - 00:00 - Redacción Actualidad

Involucran a Ignacio Muñoz, expresidente de la Cámara Nacional de Comercio del Estado de Sinaloa (Canaco), con el narcotráfico”; “Los secretos de María Ferré”, y “EU espió a exfuncionario calderonista acusado de lavado” titularon variosmedios mexicanos en septiembre pasado.      

Las noticias hacen referencia al empresario Luis Ignacio Muñoz Orozco, quien  presidió la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el gobierno del expresidente mexicano Felipe Calderón Hinojosa (ver subnota), y es hoy acusado por la Administración para el Control de Drogas (DEA) como “uno de los principales lavadores de dinero del Cartel de Sinaloa”, señala el portal de noticias RíoDoce.mx.   

Muñoz fundó en Culiacán la tienda María Ferré en 1992 junto a su esposa, Georgette Saad, y su producto principal es la ropa de maternidad y tallas extra. Desde 2006 la empresa empezó a extenderse a través de franquicias, alcanzando hasta ahora 32 tiendas en 10 estados de México.

Por 2 años el Departamento de Justicia de Estados Unidos (Usdoj, por sus siglas en inglés), la DEA y el FBI investigaron una red de lavado de dinero que implicó a la empresa mexicana María Ferré, propiedad de Muñoz Orozco, a quien la prensa internacional identifica como posible  asesor del alcalde de Quito, Mauricio Rodas (ver subnota).               

El 10 de septiembre pasado se realizó en Los Angeles (EE.UU.) el operativo denominado ‘Fashion Police’, en el área conocida como Distrito de la Moda, y en el que participaron cerca de mil agentes de la DEA, FBI y otros departamentos de justicia. Allí confiscaron $ 65 millones, detuvieron a 9 personasy se ordenó la captura de Muñoz Orozco.

En el informe CR-14-00372 de la  Corte del Distrito Central de California se detalla que la operación encubierta arrancó en octubre de 2012, cuando el Cartel de Sinaloa ordenó el secuestro de uno de sus distribuidores estadounidenses por la pérdida de 100 kilogramos de cocaína, que la DEA  incautó en otro operativo.        

Según el denunciante, lo retuvieron en un rancho de Culiacán (Sinaloa - México) dos individuos identificados como A. F. (alias Ruso) y A. O. (alias Polo), quienes lo golpearon, electrocutaron y torturaron para después enviar fotografías a sus familiares como prueba de que continuaba vivo  y así reclamar una recompensa equivalente al valor de la droga incautada.       

Mientras el distribuidor estaba de rehén, alias ‘Ruso’ le comentó que a través de otra persona utilizaban la tienda de ropa Q.T Fashion, en Los Angeles (EE.UU), para lavar el dinero de la droga e importar mercancía de China hacia México.

Por ello, los secuestradores ordenaron a la familia del distribuidor entregar $ 100.000 al coreano Sang Park, vinculado a esa tienda.

El 14 de diciembre de 2012, Daisy Corrales Estrada, empleada de María Ferré, en México, envió un correo electrónico a  Park para indicarle cómo debía distribuir el dinero: en 27 “negocios” con depósitos de entre $ 300 y $ 8.000, ejecutados desde agosto hasta octubre de ese año. De esa manera, la empresa María Ferré recibió los $100 mil entregados por la familia del rehén.

El mismo día los familiares del distribuidor depositaron $ 40.000  adicionales que fueron requeridos  por los secuestradores y, mediante el mismo proceso, los repartieron en 8 “negocios” a nombre de la tienda María Ferré.   

Parte de ese dinero fue recogido en México y el rehén fue liberado. Otra parte fue entregada a José Gómez Arreola, en Los Angeles, quien fue contratado para cambiar las etiquetas “Made in China” por unas “Made in USA” con el fin de que la tienda de Muñoz Orozco obtuviera el beneficio de los acuerdos de libre comercio que existen entre México y Estados Unidos.

El resto del dinero fue transferido a la tienda de ropa, en México, en los días posteriores, por los coreanos Sang Park y Jong Park, bajo las especificaciones de Daisy Corrales.    

Otro de los implicados por la justicia estadounidense es Armando Arturo Chávez Gamboa, excontador de María Ferré. Él estaba encargado del papeleo para legalizar las transacciones, según lo recoge el mismo portal de noticias.

Según la página Web de la Corte del Distrito Central de California (www.court.cacd.uscourts.gov), los coreanos Sang y Jong Park, junto a José Arreola, están actualmente bajo custodia de las autoridades norteamericanas. Mientras que Chávez, Corrales y los secuestradores están prófugos de la justicia.

Por esa razón el FBI lanzó una notificación el 10 de septiembre pasado: “Tres acusados conectados con María Ferré son buscados por las autoridades. Ellos son: Luis Ignacio Muñoz Orozco (alias ‘Nacho’), 50 años, de Culiacán, Sinaloa; Armando Arturo Chávez Gamboa, 43 años, de Culiacán, Sinaloa; y Daisy Corrales Estrada, 30 años, de Culiacán, Sinaloa”.

El comunicado señala: “Los 6 fueron acusados de 3 cargos emitidos bajo sello por un jurado federal el 19 de junio pasado. Los demandados son acusados de los delitos de conspiración por lavado de dinero, conspiración por operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia, y el funcionamiento de un negocio de transferencia de dinero sin licencia. Si son declarados culpables de los cargos en la acusación, cada acusado se enfrentaría a una pena máxima de 30 años en una prisión federal”.

José Meléndrez Parra, actual presidente de Canaco, expresó que Muñoz se presentó como un empresario ético, líder y de valores, por lo que este hecho es una sorpresa.

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