Al menos 40 jefes de Estado y delegaciones de alto nivel de 61 países de Latinoamérica, el Caribe y la Unión Europea (UE) se reúnen desde hoy en Bruselas para intentar revitalizar las relaciones y el diálogo entre ambos bloques, en un contexto de grandes desafíos en el futuro, incluidos los efectos de la crisis financiera mundial, la caída de los precios del petróleo y otras materias primas, así como las amenazas del cambio climático.

La cita será en el complejo Justus Lipsius, sede del Consejo de la UE, y tiene como lema ‘Modelar nuestro futuro común: trabajar por unas sociedades prósperas, cohesivas y sostenibles para nuestros ciudadanos’.

El encuentro se centrará en “reforzar los lazos económicos, facilitar las inversiones y el comercio y promocionar el comercio justo”, según fuentes comunitarias.

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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien ocupa la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), llegó ayer a Bruselas.

El Mandatario abogará en la reunión por un nuevo enfoque para luchar contra la pobreza y la desigualdad social. “La pobreza es un problema político y de justicia, más que de caridad (...) Hay que hablar de eso más que de la cooperación o de la platita para hacer una escuela”, destacó Correa a la cadena TeleSur.

El Presidente se mostró a favor de un nuevo marco de relaciones internacionales que favorezca los avances de la región en temas como el talento humano, el acceso al conocimiento y la transferencia tecnológica.

Además de Correa, ya confirmaron su presencia a la reunión su homólogo del Consejo Europeo, Donald Tusk; el presidente de Bolivia, Evo Morales; el mandatario de México, Enrique Peña Nieto; el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís; y su par paraguayo, Horacio Cartes.

La Celac, que desde su fundación en diciembre de 2011 agrupa a 33 países con una población total de unos 590 millones de personas, se ha convertido en la principal interlocutora del área ante diversos socios extrarregionales, entre ellos la Unión Europea.

Se trata del segundo encuentro birregional desde la creación de la Celac y el octavo desde el comienzo de estas reuniones en Río de Janeiro en 1999.

América Latina ha registrado  un fuerte proceso de integración, que llevó a la creación de nuevos organismos, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) o la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Desde que los líderes europeos, latinoamericanos y caribeños se reunieron por última vez en Santiago de Chile, hace 2 años y medio, han entrado en vigor los tratados de libre comercio firmados con Colombia y Perú y el acuerdo de asociación con seis países de América Central (Costa Rica, Panamá, Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador).

Los logros se ven ampliados con el fin de las negociaciones con Ecuador para que se incorpore al acuerdo multipartito con Colombia y Perú, y este pueda entrar en vigor igualmente de forma provisional para mayo o junio de 2016.

La reunión en Bruselas se efectúa además en un marco de importantes mejoras económicas, políticas y sociales en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil y Nicaragua, cuyas políticas lograron reducir la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.

Latinoamérica ha cumplido además con creces la aspiración convenida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de disminuir el hambre, al pasar de 14,7% a 5,5% de su población afectada.

Por el contrario, Europa ha registrado desde 2008 un fuerte cimbronazo por la crisis financiera internacional, que llevó a un mayor costo de vida, más precariedad salarial y laboral, un aumento del desempleo y afectó además el llamado estado de bienestar social, ampliamente reducido con despidos en el sector público.

Esa combinación de factores llevaron a multitudinarias protestas contra los ajustes, a descontento social y al ascenso de nuevas fuerzas políticas en el Viejo Continente, entre ellas Podemos, en España, o la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), en Grecia.

La UE, que representa entre un tercio y el 40% de la inversión extranjera total en Latinoamérica, tiene más de medio billón de euros de inversiones en la región.

De todos modos, las exportaciones desde el otro lado del Atlántico hacia Europa decayeron de 24,6% en 1990 a 13,6% en 2011, con un intercambio comercial de comportamiento asimétrico y en el que la UE sigue viendo a la región como neta exportadora de materias primas y sus derivados de bajo contenido tecnológico.

Por eso la cita tendrá entre sus prioridades acercar posiciones y aumentar la cooperación para enfrentar desafíos globales, como el cambio climático, el tráfico de drogas y el cumplimiento de las metas de desarrollo post 2015.

También se avanzará sobre un acuerdo de diálogo político y cooperación entre la UE y Cuba, que sin embargo no contempla una parte comercial porque es algo que La Habana no ha pedido.

Además, ambos bloques buscarán incluir en la declaración final de la cumbre una referencia a la reestructuración de deuda externa, tema que preocupa tanto a Grecia como a Argentina. (I)

DATOS

La Unión Europea (UE) y el Mercosur buscarán hoy en Bruselas, en su primera reunión ministerial en más de 2 años, un camino para destrabar las negociaciones hacia un tratado de libre comercio que ha enfrentado obstáculos por más de una década.

Los cancilleres del bloque sudamericano mantendrán un encuentro al margen de la cumbre UE-Celac con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom, en una cita que podría arrojar luz sobre una hoja de ruta para las empantanadas negociaciones para liberar el comercio transatlántico.

Los diálogos comenzaron hace más de 10 años con una pausa de 6 hasta 2010. Desde entonces, Europa entró en una crisis económica y la dinámica comercial a la interna del Mercosur se vio afectada por medidas unilaterales de los socios. (I)