Cerca de 1.500 personas provenientes de varias provincias llegaron ayer hasta la Asamblea Nacional para apoyar la aprobación de la Ley de Recursos Hídricos, Usos y Aprovechamiento del Agua o, como se la conoce, Ley de Aguas.

Desde las 07:00, el sector aledaño al Parlamento, en el centro de Quito, se llenó de ciudadanos convocados por la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), que caminaron con carteles en mano y con la consigna de respaldar la aprobación de una ley que garantice la redistribución del agua, que proteja las fuentes naturales y que elimine la gestión privada del recurso. Su pedido era: “Agua para todos”.

Pasadas las 09:30 se reactivó la sesión N40 con 126 legisladores e ingresaron unas 600 personas en las barras altas del salón del pleno. Durante esta sesión, el ponente y presidente de la Mesa de SoberaníaAlimentaria, Miguel Carvajal, expuso el documento final resaltando que esta ley impide la privatización y obliga al Estado a fortalecer las juntas comunitarias del agua.     

Luego se expusieron los puntos de vista positivos y negativos de 12 legisladores para que se tomaran en cuenta y se incluyeran en el texto. (LEA EL PROYECTO DE LEY DE RECURSOS HÍDRICOS)

Finalmente, pasadas las 13:00 y con la presencia de 130 asambleístas, fue aprobada la ley con 103 votos a favor, 21 en contra y 6 abstenciones. Esta nueva ley, que fue avalada luego de 4 años, contiene 160 artículos, 4 disposiciones generales, 11 disposiciones transitorias y 17 derogatorias. Con ello se remitirá al Ejecutivo para que emita el veto parcial o total.

Mientras esto ocurría, en los exteriores del Legislativo se colocó una tarima con una pantalla gigante para que quienes se manifestaban a favor logren seguir el debate del pleno. En tanto, manifestantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) que están en contra de la ley se concentraron afuera de laAsamblea y en el parque El Arbolito.

Durante la sesión, el presidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria, Miguel Carvajal, expuso el proyecto de ley y dijo que el texto contiene los puntos de organizaciones y de los sectores estratégicos.

Entre los principales aspectos aseguró que no se permite ninguna forma de privatización del agua; se fortalecen los sistemas comunitarios que son múltiples por parte del Estado y se mantiene la autonomía administrativa, es decir la autoridad única del agua es el Estado.

El documento resalta que se respeta el orden de prelación definido por la Constitución: propone primero el agua para consumo humano; garantiza el agua para el riego y tercero para la producción de la soberanía alimentaria. Carvajal reiteró que se garantiza el caudal ecológico, los usos y aprovechamiento y la sostenibilidad de los sistemas.

La Ley propone un régimen económico para garantizar el agua para todos con tarifas diferenciadas en el consumo de agua y riego, y para el aprovechamiento industrial. Además, se propone la participación de comunidades y usuarios a nivel territorial con la creación del conjunto intercultural y plurinacional.

Carvajal solicitó 15 minutos para incorporar algunas sugerencias al texto. Antes de la votación, el asambleísta Raúl Auquilla sugirió que se vote por artículo de acuerdo con lo estipulado en el artículo 61 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa. Esto no fue acogido por la mayoría.

Jorge Herrera, presidente de la Conaie, quien siguió de cerca el debate en las barras altas del Parlamento, esperaba que esta Ley tuviera el carácter de incluyente.

Durante una rueda de prensa la presidenta del Legislativo, Gabriela Rivadeneira, enfatizó que la Ley de Aguas es una deuda que mantiene la Asamblea desde 2008.

Las personas que respaldaron la ley llegaron a Quito en 22 buses desde 12 provincias con carteles que pedían la rectoría del Estado. “Esta ley ayudará a que los menos favorecidos tengan agua, porque es un derecho para todos”, opinó convencido Moisés Torres, habitante de Napo, quien vino con su familia.

Betty Cuenca, agricultora de la parroquia Yangana, también respaldó la ley. “La gente piensa que con la ley solo  tendremos agua, pero es más importante porque garantiza la infraestructura”.

Tras conocer la  aprobación de la Ley, dirigentes de la Conaie y asambleístas de Pachakutik informaron que la marcha que avanza desde Cuenca no se detendrá y llegará a Quito a inicios de julio.

DATOS

Las personas que respaldaron la ley llegaron a Quito en 22 buses desde 12 provincias con carteles que pedían la rectoría del Estado. “Esta ley ayudará a que los menos favorecidos tengan agua, porque es un derecho para todos”, opinó convencido Moisés Torres, habitante de Napo, quien vino con su familia.

Betty Cuenca, agricultora de la parroquia Yangana, también respaldó la ley. “La gente piensa que con la ley solo  tendremos agua, pero es más importante porque garantiza la infraestructura”.

Tras conocer la aprobación de la Ley, dirigentes de la Conaie y asambleístas de Pachakutik informaron que la marcha que avanza desde Cuenca no se detendrá y llegará a Quito a inicios de julio.