Jijón: “En diciembre fuimos víctimas de un atentado” (VIDEO)
Su casa permanece con custodia policial y en la calle aún se comenta sobre el asesinato del alcalde de Muisne. Italia Jijón no ha vuelto a dormir en la quinta que compartía con Walquer Vera desde hace 5 años. El crimen ocurrió al frente de esa propiedad.
Las investigaciones preliminares, la mayoría basadas en las denuncias del propio Vera y en las imágenes captadas por las cámaras de su domicilio, permitieron la detención de Paúl Vélez, exalcalde de Muisne, como presunto autor intelectual.
Acompañada de uno de sus hijos y de la seguridad que le asignó el Ministerio del Interior, Italia llega a la heladería que administra en el centro de Esmeraldas. Su voz es más serena y en su conversación se revela la admiración que sentía por su esposo: “Él era un revolucionario que a los 16 años empezó a vincularse con los problemas de su cantón. Uno de sus formadores fue Raúl Patiño. Walquer era inflexible con los corruptos”. Y fue así que se convirtió en el alcalde más votado de la historia de Muisne y de la provincia, si se calcula porcentualmente.
En su última entrevista, Walquer Vera denunció que gente le exigía pagos por supuestas obras que no se ven en Muisne. ¿Cuánta gente acudió a él por eso?
Una vez que Walquer ganó se acercó una gran cantidad de proveedores durante la administración de Paúl Vélez (quien en 2009 llegó cobijado por el MPD y este año quería la reelección por Avanza). Decían que le habían entregado $ 250.000,
$ 500.000, $ 700.000 en materiales de construcción y productos. Walquer les preguntaba por las obras que demostraran esas compras y, solo así, una vez que asumiera el Municipio, haría el pago. Es que en realidad en Muisne no hay obras.
¿Esos proveedores eran de Muisne, de Esmeraldas?
Llegaban de Quito, de Pedernales (Manabí), de Esmeraldas. Una señora de Pedernales decía que le entregó a Vélez acondicionadores de aire y que todo estaba documentado. Y como ella llegaron muchos. Era una situación difícil, además de los casi 1.200 juicios entablados en contra del Municipio de Muisne durante décadas por pagos pendientes, obras mal hechas, etc.
¿Usted sabía que la vida de su esposo estaba en riesgo?
Corríamos riesgo. La noche previa al asesinato, el sábado, le dije a Walquer que una amiga me llamó para decirme que lo vio solo por el sector de La Tolita -un barrio inseguro de Esmeradas- y que no era correcto, que debía cuidarse. Él solo sonrió y luego fue a la farmacia a comprarme una pastilla. Después se quedó conversando como hasta las 23:00 con una vecina en el portón de la casa. El domingo, Walquer le dio el día libre a su seguridad personal para que acompañara a sus madres y esposas, así que salió muy temprano de la casa y me dijo que no demoraba más de 40 minutos. Yo sabía que iría a comprar flores o que haría el desayuno. Y así fue, todo eso traía cuando lo mataron. Aún recuerdo la ráfaga de metralleta que escuché mientras barría. Le marqué a su celular y ya estaba apagado. Y no pasaron ni cinco minutos cuando la gente empezó a gritar que mataron al alcalde.
¿Su esposo sabía de dónde provenían las amenazas?
Sí, Walquer los tenía identificados, por eso le entregó al Ministro del Interior (José Serrano) y a su hermana una lista de quienes querían hacerle daño. Y (Paúl) Vélez siempre estuvo en su mente porque Walquer denunció que a los trabajadores de Muisne no les pagaban más de 9 meses y cuando los ministros vinieron (Fausto Herrera, de Finanzas; y Francisco Vacas, de Relaciones Laborales) a constatar que la clase obrera era aplastada, este individuo (Vélez) ordenó a un grupo de revoltosos que los atacaran. Si Walquer no hubiera tenido la protección de 12 hombres, ese día lo habrían matado a palos y botellazos. Esa fue la primera advertencia de que su vida estaba en peligro.
¿Las amenazas siempre estuvieron ligadas al aspecto político?
Diría que sí porque Walquer iba a ser la piedra en el zapato de esas personas. Por eso se escuchaba en Muisne y Esmeraldas que no iban a dejar que se posesionara.
También se dijo que el asesinato podría tener vínculos con el narcotráfico...
Nunca escuché a Walquer hablar de esos temas y siempre que la prensa lo abordaba decía que solo el Ministerio del Interior podía pronunciarse al respecto. Él combatía a funcionarios corruptos.
En la última entrevista radial que ofreció, su esposo nombró a dos personas de apellido Cervantes y Corozo, y adelantó que su vida estaba en riesgo. ¿Quiénes son esas personas? ¿Estaban vinculadas a Vélez?
Cuando Walquer es oficializado como candidato a alcalde de Muisne por Alianza PAIS, no pasaron más de 15 días y el 26 de diciembre de 2013 fuimos víctimas de un atentado en la quinta. Nos colocaron un paquete con droga (15 kilos entre marihuana y base de cocaína), pero rápidamente el Ministro de Interior hizo las investigaciones y se determinó que la droga fue implantada. Sé que el informe lo hará público el Ministro.
Apenas se supo del asesinato de su esposo, usted declaró a la prensa que habría funcionarios del Gobierno involucrados en actos de corrupción...
Esa entrevista me la hicieron una hora después de la muerte de Walquer, aún estaba conmocionada. No supe expresarme adecuadamente. Yo simplemente hice escuchar la voz de Walquer porque él presumía que un funcionario en Esmeraldas estaba vinculado a ese círculo de corrupción en Muisne, pero son las investigaciones las que determinarán si tenía razón. Es que convirtieron a Muisne en un fortín y Walquer se indignaba, por eso nombró a Roberto Corozo y Homero Cervantes, gente vinculada a Paúl Vélez. Imagínese que a 10 días de la posesión de Walquer, él pidió al Ministerio de Finanzas que no depositen una alícuota de
$ 850.000 a la administración saliente -encargada por Vélez a Carlos Acevedo, hoy concejal reelecto- porque se llevarían la plata, pero no sé qué influencias hubo para que el desembolso se realizara y ahora esos recursos no existen. Ese acto indignó a Walquer.
¿Cree que su vida o la del vicealcalde electo, Eduardo Proaño, están en riesgo?
El concejal electo Ferrari Zambrano cree que detrás de la muerte de Walquer estuvo el crimen organizado e hizo declaraciones muy fuertes que podrían ponerlo en riesgo. Le hemos llamado la atención por eso, tememos por su seguridad, pero él dijo estar dispuesto a todo.
Mi familia es pacífica y ahora estoy inmersa en este proceso porque me enamoré de un revolucionario. Ahora ando con personal de seguridad y la casa tiene resguardo policial, en realidad nunca pensé verme con guardaespaldas.