Indígenas buscan acuerdos para los comicios de 2021
El movimiento indígena no cede espacio ni tiempo de cara a las elecciones de 2021. Así lo aseguró Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
El trabajo de base de la Conaie experimenta cambios, sobre todo en sus alianzas, pues buscan que no solo líderes y comunidades indígenas sean parte de sus propuestas políticas.
Su trabajo se centra, actualmente, en la creación de la “Estrategia de Unidad Nacional”, que consiste en convocar a otros sectores sociales como trabajadores, jubilados, maestros, empresarios, artesanos, académicos, nacionalidades, indígenas, organizaciones políticas afines, entre otros. “Nuestra propuesta es incluyente y nos permite construir consensos dentro de una política plurinacional”, afirma.
Pero la propuesta del movimiento indígena no es parte de los acuerdos que plantea el Gobierno. Vargas menciona que el programa será presentado a la ciudadanía a finales de este año. Las líneas de acción más avanzadas giran alrededor de la cultura, política económica, social y el ambiente.
El presidente de la Conaie es claro e indica que de esta convocatoria saldrán los futuros candidatos a la Asamblea Nacional y a la Presidencia de la República. “No lanzaremos un candidato sin propuestas; tiene que ser una persona que nazca desde la gente”, dice.
Los ejes tradicionales de lucha del movimiento (minería, territorio, petróleo, agua) se mantienen, pero ahora presentarán otras alternativas que generen expectativas y amplíen su acción.
Hasta el momento, no tienen nombres ni figuras que puedan ser candidatos, pero iniciarán diálogos con partidos políticos como la Izquierda Democrática.
Aunque Vargas recalca que que no mantienen acuerdo político con el gobierno de Lenín Moreno, sí se trabaja en temas de educación. “Pero más allá de eso no tenemos otros resultados”.
Etapa de fortalecimiento
Para el académico de la Universidad Andina Simón Bolívar, Pablo Ospina, el movimiento indígena se encuentra fortalecido. Una muestra de ello son los resultados de las elecciones del 24 de marzo.
La Conaie sigue captando una gran cantidad de cuadros medios, dirigente e intelectuales -dice Ospina- que están articulados a una red comunitaria familiar de la Sierra y la Amazonía.
El docente señala que este organismo está conformado por alrededor de 120.000 familias articuladas en el área comunitaria, que le permite resurgir en las elecciones locales.
El protagonismo que ha tenido el movimiento indígena y la Conaie en la lucha contra la minería -explica- le ha dado potencial en el sur; ganó prefecturas en Morona Santiago y Azuay.
En la Sierra Centro no está relacionado con el conflicto minero, pero ahí se descubren liderazgos nuevos vinculados al prestigio de anteriores funcionarios; ahora cuentan con 16 alcaldías.
Para Ospina existe una diversificación en la autoridad, es decir, antes, la mayor parte de dirigentes obtenían su prestigio de la organización comunitaria. Actualmente, el prestigio, autoridad y potencia electoral de algunos dirigentes se deriva de su trayectoria personal o individual.
Para el catedrático Gustavo Isch, el movimiento indígena no está ni resquebrajado ni fortalecido. Explica que su situación es compleja, puesto que existen diferencias sustanciales entre las comunidades de la Sierra y la Amazonía, pero también hay coincidencias estratégicas en casos de extractivismos, medio ambiente, participación, etc.
“Existe un proceso de maduración, pues el movimiento se ha adecuado a la coyuntura sin perder su identidad. Es legítimo que amplíen su convocatoria”. (I)