Guayaquil crece masivamente a partir de 1887
Guayaquil es la ciudad más grande de la provincia del Guayas (344,5 kilómetros cuadrados) y la más poblada con 2´350.915 habitantes. Según el titular de la Comisión de Límites de la Prefectura del Guayas, Xavier Sandoval, no existen problemas limítrofes en este cantón.
Históricamente la ciudad no tenía ningún límite porque los aborígenes no conocían esos procedimientos, explicó la historiadora Jenny Estrada, y fueron los conquistadores españoles los que delimitaron territorios. Estrada menciona que mediante una cédula real del 8 de diciembre de 1762, expedida por el Rey de España y puesta en vigencia en 1763 por el Virrey de Nueva Granada, se resolvió elevar el Corregimiento de Guayaquil a categoría de Gobierno Mayor o Militar.
Bajo la jurisdicción provincial de Guayaquil continuaron las tenencias de Puná, Naranjal, Samborondón, Yaguachi, Baba, Babahoyo, Palenque, Balzar, Daule, Portoviejo, Santa Elena, con sus respectivos partidos y la anexión del partido de La Canoa, la creación de las tenencias de Machala y Puebloviejo. Entonces la superficie de provincia abarcaba prácticamente todo el litoral de la Audiencia de Quito, a excepción de Esmeraldas.
Los procesos independentistas continuaron en el país y se dio paso a la conformación de cantones. “El primer mapa que refleja a Guayaquil y sus límites urbanos fue el que se publicó en 1740, llamado croquis de Alcedo, en el que ya se veía la delimitación de Guayaquil y su urbanización, que surgió entre 2 polos: ciudad nueva y vieja”, explicó el historiador Melvin Hoyos.
De sus investigaciones Hoyos detalla que ciudad nueva se trataba de 35 manzanas que iban desde la actual calle Sucre hasta la 9 de Octubre en sentido norte-sur, y desde el Malecón hasta la calle Boyacá, de este a oeste.
Esta ciudad nueva se empezó a conformar desde 1693 y se unía a la ciudad vieja, que estaba en los actuales linderos de la actual Escuela Politécnica del Litoral, en el centro de la urbe. El enlace era un puente que ahora es la calle Panamá. A ciudad vieja también se unían unas casas sobre los cerros Santa Ana y del Carmen.
El primer plano con mediciones exactas fue el de Francisco de Requena en 1770. Para esta época ya había una extensión y la ciudad creció hasta lo que ahora es la Avenida Olmedo, en dirección al sur. En 100 años hubo un crecimiento sostenido.
Pero es entre 1887 y 1896 cuando la ciudad creció de forma explosiva, aunque los incendios hicieron perder lo mejor de la urbe. En el siglo XX inició con la reconstrucción de la ciudad.
Previo a entrar a la década del 40 se desbarata la planificación de la ciudad y se observa que toda la zona hacia el estero Salado se llenó de invasiones. Fue en 1941 que empezó la planificación hacia el norte con la Ciudadela Universitaria.
Hoyos resalta que las invasiones fueron hacia el sur y no hacia el norte, porque el relleno que se necesitaba demandaba más recursos.
Según los planos, de 1952 a 1957 se ve una expansión hacia el norte con un desarrollo importante de urbanizaciones.
En planificación ya aparecía la ciudadela Bolivariana. Mientras que hacia el suroeste se pobló desordenamente y aparecieron los suburbios, esta fue la primera invasión masiva.
Al norte inició la construcción de las ciudadelas Urdesa y Miraflores; en el 60 fueron Los Ceibos, en el 70 la Kennedy, y paralelamente empieza la Alborada. Luego de la construcción de la avenida Juan Tanca Marengo inician los Sauces, Samanes, Garzota y la ciudad se explayó hacia el norte. En cambio el sur se estancó a inicio de los 70; se creó el Guasmo y ahí se paralizó el crecimiento regulado de la ciudad hacia ese lado.
Pero las invasiones en el norte también se incrementaron significativamente, tanto que en 2012 la Fundación Hogar de Cristo publica un estudio en donde dice que en Monte Sinaí había alrededor de 274.000 personas, fruto de la migración.