El vicepresidente Jorge Glas llegó la mañana de este viernes 4 de agosto a la sede de Alianza PAIS, en Guayaquil, manejando una camioneta blanca Chevrolet. 

En su ingreso al movimiento, el Segundo Mandatario dijo que lleva un mensaje de fortalecimiento y defensa de principios y de valores a la militancia.

"Advertí que se venía un ataque diario y se ha venido cumpliendo a rajatabla. Parte del golpe blando, tomando la misma declaración, difamación, del mismo brasileño, confeso delincuente". A su criterio, el caso no es más que "un Capaya más, me han dicho que ocupo la primera página el día de hoy, la misma noticia refrito para tratar de golpearme con la caja de resonancia de los medios de oposición".

Glas reconoció que se reunió varias veces con representantes de la misma empresa (Odebrecht), pero señaló que lo hizo "exigiendo la reparación de obras. A mí también me grabaron, estamos hablando de espionaje político, ojalá esto se haga público lo más pronto posible para que ustedes lo conozcan, no tengo nada que ocultar, esto es espionaje político y hay espionaje político casa adentro".

A pesar del retiro de las funciones, Glas señaló que seguirá al frente de la reconstrucción, "no como Presidente del comité de reconstrucción, sino como ciudadano, como un veedor más por una promesa que le hice a Manabí".

Insistió que ayer desactivaron tarjetas magnéticas a algunos de sus funcionarios para que no puedan entrar a sus despachos. Contó que a una trabajadora de esa dependencia le despidieron a su esposo de la Contraloría General del Estado, "solo por trabajar en la Vicepresidencia".

Afirmó que no busca ruptura, sino que se corrija y "encamine la Revolución Ciudadana de acuerdo con el mandato popular".

Finalmente, dijo que no tiene un solo centavo en su patrimonio y que "primero se debió ir a un diálogo interno antes que con otros sectores". Descartó su desafiliación a Alianza PAIS y ratificó que es el vicepresidente del movimiento. (I)