Por el momento no habrá marchas ni medidas de hecho
FUT y Parlamento Laboral buscan consenso sobre Código de Trabajo
El país vive un momento político diferente en lo que se refiere al debate sobre reformas laborales. Las diferencias, que llegaron a su punto álgido en las marchas del 17 de septiembre pasado, han sido reemplazadas por un clima más distendido.
Así lo deja notar el presidente del Frente Unitario de Trabajadores, Édgar Sarango. Esta organización fue una de las convocantes de la manifestación pasada. El motivo de esta fue la oposición a algunos postulados del Código de Trabajo, cuya presentación nunca fue oficializada.
Pero la declaración del presidente Rafael Correa de abandonar esa iniciativa y buscar solamente reformas puntuales dejó sin piso a la movilización.
En la tercera convención del FUT, realizada el sábado pasado en Guayaquil, había todas las posturas. Desde convocar a una huelga nacional hasta marchar otra vez. Pero prevaleció una tesis de centro: buscar el diálogo con el gobierno y a partir del 18 de noviembre realizar reuniones y asambleas para establecer un mecanismo idóneo con el que sus ideas sean escuchadas. No ha sido descartada una nueva jornada de protesta, pero por lo pronto no se desarrollará.
Sarango reconoce que ha tenido acceso a algunas de las reformas que presentará el Gobierno el próximo 15 de noviembre. De allí destaca la defensa de los derechos individuales, como la protección del trabajador al mejorar las garantías de la estabilidad laboral.
Las diferencias básicamente se mantienen en cuanto a los derechos colectivos. Específicamente la discordia es la sindicalización, que el gobierno quiere que se maneje por rama de actividad y por el derecho a la huelga.
Este punto también es criticado por Jaime Arciniegas, presidente del Parlamento Laboral, una sindical que se distanció de las protestas del 17 de septiembre y que ha mantenido reuniones con el Ministerio de Relaciones Laborales.
De hecho, el dirigente sindical tiene previsto para esta misma semana nuevas reuniones sobre este tema. Él cree posible construir un gran consenso, aunque advierte que tomará su tiempo.
De su lado Sarango también es favorable al diálogo. Aún no ha sido convocado para una reunión, pero sí han habido contactos informales. Dice que está consciente de su responsabilidad como presidente del FUT.
El otro gran desacuerdo es en torno a las enmiendas constitucionales presentadas por los 100 asambleístas de PAIS y respaldadas por el Gobierno. En este tema Sarango es tajante, quiere el retiro de las mismas.
El problema está en que el oficialismo quiere unificar el sistema laboral público, bajo una misma ley. Pero el FUT considera que esto es un retroceso de los derechos adquiridos.
Sarango aclara que están abiertos a cualquier propuesta que pueda presentar el Gobierno. En este tema también está dispuesto a dialogar.
En 2012 el FUT presentó a la Asamblea Nacional una propuesta de nuevo Código de Trabajo.
Ese antecedente es usado para aclarar su postura. Dicen que sí quieren una nueva normativa, pero quieren ser escuchados.
De esa manera el FUT logra alejarse de las posturas más radicales, que son impulsadas por movimientos cercanos al extinto MPD.
De hecho, en la cita del sábado estuvieron algunos dirigentes de ese partido.
Comisión recordará masacre de Aztra
La Comisión de los Derechos de los Trabajadores de la Asamblea Nacional, al cumplirse un aniversario más de la masacre de los trabajadores del ingenio azucarero Aztra, decidió rememorar esta fecha como homenaje a los caídos.
En este contexto el organismo legislativo sesionará en La Troncal, provincia de Cañar, mañana, a partir de las 10:00.
Además, presentará ante el pleno de la Asamblea Nacional una resolución que busca rememorar el sacrificio de los trabajadores asesinados en Aztra, hecho ocurrido el 18 de octubre de 1977 en La Troncal, cuando la fuerza pública en forma sorpresiva arremetió brutalmente con bombas, toletes y armas de fuego en contra de hombres, mujeres y niños que, en un número superior a las 2 mil personas, se encontraban en esos momentos en las instalaciones.
A consecuencia de estos actos fallecieron más de 100 personas, conforme a la reseña de la época, aunque el número exacto no se llegó a conocer porque según testimonios muchos cuerpos fueron lanzados al canal de riego ya sin vida. Otros heridos se ahogaron y algunos lanzados a los calderos de la fábrica en donde sus cuerpos desaparecieron.
El sábado pasado, en la noche, se realizó en Milagro otro homenaje, pero por parte de los sindicatos.