Fragmentación del voto, dispersión electoral y voto volátil
En este último caso, los que incurren en esta práctica desconocen el concepto de política, por eso apelan a la politiquería y a la maniobra.
Además recurre a un ejemplo para explicar cómo la fragmentación del voto causa daño al país: "Si el candidato Lasso, por ejemplo, entra con 25 asambleístas; Arauz, con 20; y Yaku, con 10; considerando que son 137 los asambleístas, el resto (o sea 82) utilizará su voto para presionar y beneficiarse de canonjías", señala Silva.
El problema, agrega el constitucionalista, es la deficiencia del Código de la Democracia. "Los hacedores de este manual deben responder, sin embargo es difícil que lo hagan porque todos se encuentran inmersos en la Asamblea Nacional".
Se ha llegado a tal extremo que hay 280 movimientos registrados en el Consejo Nacional Electoral. Esta atomización conduce al desprestigio de la democracia, de los mismos partidos políticos y genera incertidumbre en el pueblo ecuatoriano.
Si los partidos o movimientos no alcanzan el 4% de los votantes en dos elecciones pluripersonales desaparecen, es decir son eliminados de los prontuarios del CNE.
"Vaya usted a ver cómo estará integrada la nueva Asamblea", sentencia Silva, "si la actual es una vergüenza que no alcanza el 2% de popularidad. El día en que tengamos partidos sólidos, con propósitos estructurados, con presupuestos debidamente acreditados, con procesos debidamente preparados, el país saldrá adelante", sostiene el constitucionalista.
El 16 de septiembre de 2020, el Consejo Nacional Electoral (CNE) eliminó además del Registro Permanente de Organizaciones Políticas a Fuerza Compromiso Social (lista 5), del expresidente Rafael Correa, así como a otros tres movimientos, por el supuesto incumplimiento de disposiciones en el trámite de inscripción.
El CNE comunicó además que canceló de su registro a los movimientos Justicia Social (lista 11), Libertad es pueblo (lista 9) y Podemos (lista 33), que también apelaron ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
El Consejo Nacional Electoral afirmó que su decisión obedeció a unas observaciones formuladas por la Contraloría (defensa legal del Estado) sobre inconsistencias en el número de adherentes presentadas por el movimiento de Correa para su inscripción.
Según el CNE, de los 174.700 registros de adherentes presentados por Fuerza Compromiso Social, 19.257 tenían inconsistencias, lo que le alejaba del mínimo establecido (174.199 adscritos), el 1,5 por ciento de la votación correspondiente al año 2014. El mismo caso se aplicó para Justicia Social, Libertad es Pueblo y Podemos.
Pero la fragmentación no es cosa nueva en Ecuador, en todas las primeras vueltas se ha materializado; salvo en las elecciones de 2013 cuando no hubo balotaje (segunda vuelta).
En cada una de ellas hubo al menos dos aspirantes que obtuvieron menos del 10% de respaldo y que se presentaron como "chimbadores", término castizo que se utiliza para identificar a los políticos que entran al redil electoral por cálculo político y no por su deseo de darle progreso y bienestar a un país, pero esta maniobra siempre se ejecuta bajo el paraguas de un partido con posibilidades de ganar para fragmentar el voto.
Pero la fragmentación del voto es solamente una pieza más del ajedrez político porque también existen la dispersión electoral y el voto volátil.
Dispersión electoral
Es decir en esta elección no habrá dispersión electoral, pero sí fragmentación del voto debido a la cantidad de movimientos que participan.
En las dos últimas elecciones legislativas se utilizó el método D’Hondt, cuyo esquema entregaba más concentración de poder a los partidos; en cambio, el método Webster exige una operación matemática cuya secuencia numérica es ininterrumpida.
Voto volátil
Hay un tercer término que es el voto volátil y que consiste en que la gente entre elección y elección vota por distintas listas.
Puede ser que en unas elecciones el elector vote por un candidato de izquierda y en otra por un candidato de derecha, y en la siguiente de centro. Históricamente no hay un voto por un solo partido. (I)