Fiestas con ‘sabor’ a pájaro azul y a campaña

Al ritmo de “a la voz del carnaval todo el mundo se levanta, todo el mundo se levanta, que bonito es carnaval... chicha quiero, chicha quiero, chicha quiero, trago no...”,  se bailó en Lago Agrio y Shushufindi del 6 al 22 de febrero, a propósito de esas fiestas y por los 26 años de provincialización de Sucumbíos.

Para ello la Prefectura, liderada por Guido Vargas (Partido Sociedad Patriótica), “botó la casa por la ventana”, como coinciden en decir funcionarios de ese mismo ente seccional, autoridades de las juntas parroquiales y personas ligadas al arte y la cultura.

En las fiestas de provincialización y carnaval, que incluyeron 2 feriados a semana seguida, la Prefectura habría gastado alrededor de $ 750 mil, de los cuales cerca de $400 mil se les habría pagado a 3 artistas extranjeros.

Sin embargo, Vargas sostiene que solo con $100 mil dio “alegría a su pueblo” en las fiestas de fundación de la provincia, mientras que del rubro destinado al carnaval dijo que en 15 días tendrá las cifras.

En las 2 semanas de fiestas se presentaron artistas nacionales e internacionales, entre ellos el cantante estadounidense-dominicano de música tropical y bachata urbana Prince Royce; el salsero puertorriqueño Jerry Rivera; y el reguetonero colombiano Maluma. Contratarlos a los 3 habría costado cerca de $400 mil.       

Se presentaron también otros artistas como Los Kapone, las orquestas colombianas ‘El Gran combo de las Estrellas’ y ‘Son Caney’; la orquesta de Costa Rica ‘La Fabulosa Show de Coco y su Pandilla’; el grupo peruano ‘Yeshua Ha Mashia’; AU-D y Gerardo Morán.  

“Ellos, de seguro, no vienen gratis, cobran por sus presentaciones y sus traslados”, resaltó Wilson Campaña, productor de espectáculos que frecuenta la Amazonía. Cree que en lugar de traer tantos artistas extranjeros y caros, y de concentrar las fiestas  en Lago Agrio y Shushufindi, la Prefectura debió contratar y apoyar a los artistas de la localidad. Consideró que los consejeros y la Contraloría deberían cumplir su papel fiscalizador y de control e investigar cuánto se gastó de fondos públicos (ver entrevista).

Pero los gastos no se limitaron a contratar artistas, sino a publicitar y transmitir el  ‘Gran festejo carnaval de Bolívar en Sucumbíos’ en los  medios y en las vallas colocadas en Lago Agrio, en las que prevalecen las fotos de los artistas extranjeros, de Vargas y de su viceprefecta, María Jaramillo.

A eso se suma el dinero destinado para juegos pirotécnicos, globos, castillos, vacas locas, premios para los ganadores de concursos y la compra de camisetas, gorras, sombreros y botellas plásticas con licor (‘pájaro azul’, de Guaranda), todo con el nombre de Vargas y de la Prefectura (ver gráfico).

En el ‘Entierro del taita carnaval’, el 22 de febrero en Shushufindi, pese a la prohibición de expender personal de la Prefectura repartió botellas de ‘pájaro azul’ entre los asistentes al evento público sobre la avenida Unidad Nacional. 

Tras recibir por parte de los animadores una presentación como si se tratara del cierre de una campaña electoral y no del ‘entierro del  taita carnaval’, Vargas se dirigió al público con la cara llena de carioca y vistiendo un poncho rojo con bufanda azul, a pesar de los  32 grados de temperatura. Lució la banda de prioste con los colores de la provincia y un sombrero negro.

Con micrófono y botella de ‘pájaro azul’ en mano, a viva voz, dio su  discurso. En primer lugar pidió al público un “fuerte aplauso para despedir al carnaval”. Luego solicitó que subieran el volumen para que se escuchase aún más su voz y entonces  agradeció “a Dios por darnos la oportunidad de reencontrarnos con este querido pueblo. Saludo a mi esposita que está aquí a mi lado, a mi querida Asociación de Bolivarenses, a mi Cámara Provincial que aprobó por primera vez la institucionalización del carnaval en Sucumbíos, a mis concejales, a la juventud, a mis líderes y lideresas...”.

Insistió en que en 2016 ya dispondrán de presupuesto propio para festejar el carnaval y “cuenten con su amigo al que respaldaron para que sea primero legislador y hoy prefecto. Por eso, nunca les voy a fallar, por eso les puse las fiestas, las mejores orquestas y los mejores artistas internacionales”.

No todos están conformes

Jesús Placencia, vocal de la Junta Parroquial de General Farfán (Lago Agrio), dijo no estar de acuerdo en que se gaste tantos recursos públicos en organizar fiestas.

Conocedor de las necesidades de las zonas rurales, señaló que ese dinero se debió invertir no solo para apoyar al arte y la cultura autóctonos del cantón y la provincia, sino en obras de urgencia en las comunidades campesinas.

“No soy quién para juzgar lo que ha hecho la Prefectura en estas fiestas, pero como ecuatoriano y vocal de la junta parroquial creo que sí se debe pensar en que los recursos deben quedarse en el país e invertirse en nuestra gente, en el pueblo que es el dueño de los recursos”, dijo.

Para Amado Chávez, nacido en la provincia de Bolívar y desde hace varios años periodista de Radio Sucumbíos -además fue candidato a la Prefectura por SUMA-, hacer actividades por el carnaval es dable porque el 40% de la población de Sucumbíos es bolivarense.

Sin embargo, no comparte con que se destinen ingentes sumas de dinero, menos aún cuando la población exige de Vargas obras “porque ya va casi un año y no cumple con vialidad, el fomento productivo a las microempresas, en poner a operar el equipo caminero adquirido...”.

Incluso contó que para el carnaval les ofreció $ 1.000 a cada comunidad para los gastos por su participación en concursos, aunque no les dio dinero sino que les compró harina y queso parahacer los ‘chigüiles’ (plato típico de Guaranda), los premios y el alquiler de disco móvil.

Discrepa con que se invite a costosos artistas y cree que para aprobar este tipo de actividades debería aplicarse la silla vacía, un mecanismo del sistema de participación ciudadana.