Rafael Correa: "El desarrollo es básicamente un problema político"
"Ha logrado un crecimiento importante de la economía, ha hecho a Ecuador más competitivo y ha logrado duplicar la inversión en los programas sociales", destacó el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, al felicitar hoy al presidente ecuatoriano Rafael Correa por los avances logrados en su país.
Estas declaraciones se dieron al inaugurar el V Foro Regional Esquipulas, en el que Correa participó con su charla El ser humano por encima de las utilidades: Una visión económica diferente para el desarrollo.
Por su parte, el expresidente de Guatemala Vinicio Cerezo (1986-1991), creador de la Fundación Esquipulas, manifestó que Centroamérica debe aprovechar el conocimiento de presidentes como Correa que "se ha convertido en un ejemplo de cómo se pueden resolver los problemas e impulsar el desarrollo".
Ante estos halagos, Correa expresó "que se trata de transmitir las experiencias de un país hermano para enriquecernos mutuamente. No nos creemos ejemplo de nada, no creemos que tenemos las respuestas para todos los problemas, sí muchas ganas de servir a nuestros pueblos".
En su discurso, el mandatario ecuatoriano subrayó que la superación de la pobreza es el mayor imperativo moral que tiene el planeta, pues es consecuencia de sistemas injustos y excluyentes, "que han acompañado a nuestros países durante siglos" y que se resolverán reformando las estructuras injustas por medio de procesos políticos.
Rafael Correa manifestó que el desarrollo es básicamente un problema político y planteó que la pregunta clave que hay que hacerse es ¿quién manda en una sociedad? Si las élites o las grandes mayorías; el capital o los seres humanos; el mercado o la sociedad.
Añadió que América Latina ha estado históricamente dominada por élites que excluyeron de los beneficios del progreso a las grandes mayorías. Puso como ejemplo de aquello la crisis ecuatoriana en 1999, "que aún estamos pagando".
Explicó que Ecuador, cambiando esas relaciones de poder al servicio de las grandes mayorías y a través de procesos profundamente democráticos, es el país de Latinoamérica que más reduce desigualdad. Destacó que el país en los últimos 7 años creció mucho más que el promedio de la región (3,4%) logrando un crecimiento promedio del 4,3%.
Añadió que como consecuencia del crecimiento económico y la disminución de la desigualdad, Ecuador también es uno de los tres países latinoamericanos que más reduce pobreza, pues en el periodo 2006-2013 esta cayó del 37,6% al 25,6%, mientras la extrema pobreza, por primera vez en la historia, se ubica en menos de dos dígitos, al haber pasado de 16,9% a 8,6%.
Dijo que Ecuador también es una de las economías latinoamericanas con una de las más bajas tasas de desempleo, 4,15% para finales de 2013. Explicó que lo importante es que eso se logró "destrozando la economía ortodoxa", pues en lugar de reducir salarios y sacrificar derechos laborales, estos se incrementaron. Agregó que se eliminó la tercerización.
Ante un auditorio completamente lleno, en un hotel de la capital guatemalteca, el Jefe de Estado ecuatoriano subrayó que una de las principales fuentes de la desigualdad en América Latina ha sido la distribución primaria del ingreso entre trabajo y capital. Explicó que en Ecuador se resolvió este dilema "con medidas creativas e inéditas", al introducirse el salario digno, definido como aquel que permite a una familia salir de la pobreza con su ingreso familiar.
Además, dijo que con la nueva legislación ninguna empresa puede declarar utilidades si no paga el salario digno hasta el último de sus trabajadores. Los efectos de esta medida "han sido asombrosos y superaron las expectativas", apuntó Correa, al señalar que desde su implementación en el año 2011 empezaron a subir los salarios promedios y este año el salario mínimo igualó al salario digno.
Otras de las fuentes de desigualdad, indicó el mandatario ecuatoriano, es el grave problema de la plusvalía de la tierra, cuya propiedad originaria ya se puede discutir. Dijo que se trata de una ganancia ilegítima pues muchas veces no es fruto de la acción del dueño de ese bien y significa una pésima distribución de la riqueza social.
Uno de los aspectos que más aplaudió el auditorio fue cuando se refirió a la necesidad de superar la miseria y cuando ironizó acerca de las 14 universidades ecuatorianas cerradas por falta de calidad académica, calificándolas como entidades de "lucro sin fin".
También criticó y condenó enérgicamente el bloqueo a Cuba y el papel de la Organización de Estados Americanos. "Ya debemos generar nuestros espacios", señaló, enfatizando en la necesidad de la integración como una necesidad de supervivencia.
También cuestionó el rol que cumple la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH y el poder mediático en la región.
Una de las reflexiones más importantes que esbozó fue que el socialismo es la mejor opción para América Latina, dadas las condiciones de desigualdad que han imperado.
Concluyó que "en Ecuador ya no mandan las élites, si no las grandes mayorías".