Empezó como activista pero ahora Diane Rodríguez es casi una política a tiempo completo, no solo porque buscó un escaño en la Asamblea sino también por liderar ahora un debate sobre comunicación.

Sus posturas y uso de la Ley de la Comunicación la enfrentan a sus excompañeros de Ruptura y la acercan al Gobierno.

¿Por qué es necesario un proceso contra Vivos?

No es un proceso contra alguien o contra un programa, sino contra la estructura que hemos mantenido en este tiempo, que tiene que ver con un mal concepto de la población GLBTI, de afros, de mujeres. Teníamos que centrarnos en puntos específicos. Hay que ser consecuentes: las comedias más vistas son las ya indicadas.

¿Los programas citados son homofóbicos?

No puedo calificar a un programa como tal. Lo que puedo decir es cómo me he sentido como persona. Como Diane Rodríguez me he sentido mal. Siento que este programa de alguna forma me discrimina. No estoy diciendo que el programa discrimine. Si dijera eso tengo que comprobarlo. Yo me siento discriminada por ciertas expresiones que se dan en el programa.

¿Qué tiene el programa que la hace sentir así?

Cuando uno va por la calle hay mucha gente que asocia la perversión sexual a los GLBTI. Si nos ponemos a revisar los vídeos nos vamos a dar cuenta que definitivamente incluyen a la comunidad GLBTI, ¿pero de qué manera nos incluyen? En ese programa, según mi interpretación, se da a entender que las personas de la comunidad GLBTI andamos pensando en sexo, que somos trabajadoras sexuales. Yo fui trabajadora sexual, no tendría sentido que estuviera en contra del trabajo sexual. El sentido aquí es por qué solamente hay esa lectura.

David Reinoso dice que cuando interpreta a un gay debe hacerlo como tal...

Respeto el criterio del señor pero hay muchas formas de ser gay o mujer. Cuando sacan a una mujer, en cualquier programa, de forma general, la sacan estereotipada: débil, que no puede tener liderazgo, como adorno de la pantalla o el periódico, como objeto sexual. Pero hay muchos tipos de mujeres que están alejadas del estereotipo que muestra la televisión ecuatoriana.

Le dirán que eso no es chistoso...

Es que ahí está la innovación de ellos. Estamos tratando de pedirles a estas personas que cambien aquellas expresiones. Si se muestra un homosexual afeminado, que se muestre uno que no lo es, un homosexual líder, progresista, que no piensa solamente en sexo. Por eso es que a las personas trans, y a mí me pasa todavía, se le acercan a pedir favores sexuales.

¿Esos comportamientos son alentados por estos programas?

Por los estereotipos de los programas, también de la educación. Tengo una compañera que es más identificable como trans que yo y cuando la ven en la calle le dicen ‘llámame’, ‘escándalo’. A mí también me dicen lo mismo, no es nada bonito. Uno se siente mal, tu autoestima se siente humillada. ¿De dónde vienen esas frases? De esos programas. No digo que no lo hagan, pero no puede ser solo ese personaje, concentrado solo en ese estereotipo.

¿La solución es que salgan del aire?

Para nada. Nosotros aplaudimos el trabajo que hacen estos cómicos. Toda mi vida, desde que tengo uso de razón, he sido discriminada, siempre me molestan con algún tipo de cosa que se ve en la televisión, antes por ejemplo se escuchaba ese ‘eje’ (interjección que satiriza la homosexualidad). Usted va caminando y de repente un desadaptado le dice ‘eje’, ‘eje’. Como su familia conoce de dónde proviene eso, también te discriminan. No puede ser posible que pase eso con una ley rica como la de Comunicación. Por eso es que dije que es momento de utilizar la ley, no para sancionar.

¿Quieren moderación?

Claro. Y otra cosa importante. La comedia no puede venir de las diferencias personales de todos nosotros. Eso me parece, con todo respeto, un facilismo para la risa.

¿Qué pasó con Ruptura?

Tuvimos una reunión de evaluación y a partir de eso no me volvieron a convocar más. Mi situación es la siguiente: no tengo etiquetas políticas. Me apego a los principios de cualquier movimiento que tenga principios adecuados, como los tiene Ruptura. Pero no represento una ideología partidista. Cuando fui a la invitación del presidente me decían que estaba buscando un puesto dentro del Gobierno, pero yo sigo en Silueta X. De darse la oportunidad, no lo voy a negar, lo voy a aceptar. El tema GLBTI tiene que posicionarse políticamente.

¿En cualquier oportunidad que tenga de posicionar el tema GLBTI, usted lo va a hacer?

Exactamente. Mi cuerpo es mi plataforma política de trabajo. Este cuerpo es el que está llevando adelante todos los procesos, aunque a muchos les cueste que sea así. Estoy en un proceso de empoderamiento de mis compañeros para que lleven adelante este proceso por si tengo que en algún momento retirarme del activismo GLBTI y pasar a otra instancia.

¿A la función pública?

Exactamente. Hay representantes gay en el gobierno, pero no una trans. A nivel mundial la representación trans es nula, y es una deuda que nos deben a las comunidades trans e intersex, que es muy diferente a la comunidad gay, lesbianas y bisexuales. Las trans somos muy diferentes, con necesidades muy distintas.

¿Y por qué los agrupan entonces?

Porque así se ha hecho desde antes que nazca. Esto viene de la concepción norteamericana donde han acumulado todo, en las siglas. Compartimos ciertas cosas con la comunidad homosexual pero otras no. En lo que a mí respecta, con todo respeto, una persona trans no está con la necesidad de casarse. La persona trans está luchando por acceder a salud, educación y empleo, cosas que los homosexuales ya lo tienen. Ellos están un peldaño arriba y por eso piden el matrimonio que es casi lo último por alcanzar. Soy abolicionista del matrimonio porque soy atea. No entiendo cómo en un Estado como Ecuador, que la Constitución lo define como laico, puede haber matrimonio. Si hablamos con expertos en vocablo la palabra matrimonio tiene que ver con el derecho canónico, así hablemos de matrimonio civil.

Los homosexuales luchan por el matrimonio ¿y las trans?

Nosotras estamos luchando contra el asesinato. En lo que va del año 2014 van 4 asesinatos en la comunidad GLBTI. Pregunte de éstos cuántos son gays o lesbianas.

¿Tienen agendas distintas?

Claro. Son agendas distintas. En Argentina llegaron a un acuerdo y eso no pasa en Ecuador. En Argentina primero iniciaron con el tema de la identidad de género.

Allá la Ley de Identidad de Género fue luego del matrimonio...

En efecto, pero ha sido todo unido. Acá nosotros iniciamos primero, en 2012, las reformas a la Ley de Registro Civil. Yo apoyo el tema del matrimonio igualitario por una situación de igualdad.

¿No cree que la Ley de Comunicación limita la libertad de expresión?

Si usted se da cuenta esas personas buscan posicionarse mediáticamente a toda costa. Si revisamos sus perfiles antes era la defensa del aborto. Como ya no les dio pantalla eso vino mi candidatura y era el tema GLBTI que se defendía a capa y espada. Luego el tema GLBTI populista, que era el matrimonio igualitario, ya no les daba la captación necesaria, vino el tema de Yasunidos. Ahora sale lo de la Ley de Comunicación. Una lectura evidente es que estas personas no tienen intereses a favor de la comunidad, de los ecuatorianos en general, tienen intereses personales. Sale una persona diciendo que no entiende cómo alguien se puede sentir discriminado con esto. Claro que no se siente discriminada ella porque no es de la comunidad GLBTI, segundo no ronda por la bahía, por la isla Trinitaria, no se sube a la metrovía, no anda por Calderón o Carcelén.

Son personas que tienen una clase social muy alta que por supuesto no sufren discriminación porque andan en su carro 4x4. Con todo respeto para mis compañeras lesbianas, no hay todavía en la TV ecuatoriana parodia de mujeres lesbianas. Por eso es que esta chica de Quito que maneja esta campaña está en contra de eso. Ella solo tiene un objetivo: posicionarse mediáticamente.

La oposición al Gobierno asegura que la Ley de Comunicación coarta libertades...

No coarta. Sino que nos hace ser más responsables de lo que decimos.

¿Votaría por Correa en 2017?

Con todas mis sugerencias sí. Ecuador es un país mejor, sería absurdo negarlo. Hay cosas que todavía están rezagadas en algunos temas pero eso no quiere decir que se anulen ciertas cosas. Mire lo que podemos hacer ahora, utilizar una ley y empoderarnos desde la ciudadanía. ¿Se podía hacer eso en el Gobierno de LFC? Posiblemente hasta me mandaban a hacer algo a mí. Este no es un tema de comedias, tiene que ver con toda una estructura social y eso está sacudiendo poderes económicos en los medios, a mí me quieren enjuiciar porque les estoy afectando económicamente, es por eso, no porque ellos quieren hacer reír a los ecuatorianos. Estas personas lo que quieren es mantener sus intereses económicos como antes, pero con esta ley difícilmente lo van a poder hacer. Sí votaría por el Presidente. Creo que no le vendría mal una asesora en género o GLBTI, preferible una asesora.