Ojo al medio
Ese periodismo ‘agencioso’ de otros poderes
¿De qué contenidos y fuentes se alimentan las páginas web de ciertos periodistas (algunos de los cuales salieron de los diarios privados de Ecuador)? ¿Quiénes las financian? ¿De dónde salen esas supuestas investigaciones periodísticas con mucha ‘solidez’ argumental que casi son las mismas que vemos en determinados departamentos y agencias de un país hegemónico?
Y quizá cabe otra interrogación puntual: ¿Abortó definitivamente aquel proyecto de crear una agencia de noticias en Panamá, para no tener asiento en Ecuador y, por lo tanto, no someterse a la legislación nacional y con ello desarrollar ‘investigaciones’ que desnuden al poder?
En el terreno del periodismo, en los últimos tiempos, determinados medios y periodistas han colocado en dos bandos a quienes ejercemos este oficio: los que supuestamente defendemos a un poder y los que -también supuestamente- están del lado de la ciudadanía y son libres e independientes. De los segundos casi nunca se habla y mucho menos de su comportamiento. De los primeros, los diarios comerciales y sus empleados han dicho de todo, hasta editorializarlos y caricaturizarlos sin ninguna distinción. Basta revisar los ‘puntos de vista’ de los editores políticos y tuiteros más intensos de esos periódicos, que no distinguen su oficio del negocio de sus empleadores.
Ahora bien, hay periodistas que desde una supuesta independencia económica han creado páginas web y ahora hacen ‘red’ con los de afuera: colombianos, argentinos, estadounidenses, españoles, venezolanos y mexicanos, entre los más identificados. ¿El propósito? Desarrollar contenidos, ‘investigaciones’ y capacitación para “enfrentar” a los gobiernos ‘totalitarios’. En una página de reciente surgimiento parece que su espectro se reduce a Ecuador y quienes escriben se hacen llamar a sí mismos periodistas de las Américas. No hay una sola línea de ‘investigación’ de otros gobiernos y menos de temas varios. Lo curioso de todo esto es que acá, en Ecuador, esas ‘investigaciones’ tienen eco en portales, comentarios, entrevistas radiales y cuentan con el apoyo de algunas ONG, gremios periodísticos, partidos políticos y dirigentes de derechas e izquierdas, una confluencia como nunca antes se vio para apoyar el trabajo del periodismo seudoindependiente.
Si fuéramos recién nacidos o inocentes en proceso de beatificación, daríamos por hecho que todo se hace por buena voluntad, casi gratis, sin ninguna remuneración o tributo. Y como todo periodista debe dudar, como ordenan los manuales, nadie cree en esa supuesta independencia, bondad ni objetividad. ¿Ahora han quedado como agenciosos periodistas de intereses de otros gobiernos y poderes? ¡Cuenten por favor!