En Guayaquil se vieron rostros conocidos

“Estamos dispuestos a un diálogo, pero a uno que nos escuche realmente”, fueron las palabras de Juan Vareles, vicepresidente nacional de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut). Él fue uno de los organizadores, tanto así que la Policía se acercó al dirigente para solicitarle que no intenten bajar por el Malecón Simón Bolívar porque a la altura de Sucre estaba cerrada la calle para evitar enfrentamientos con los simpatizantes de PAISque estaban apostados en el exterior de la Gobernación. Aunque ellos intentaron pasar, un contingente de policías lo impidió.

La marcha inició cerca de las 17:00, pero desde las 16:00 empezaron a llegar los simpatizantes de diferentes organizaciones, cada uno con un pedido distinto y muchos que no tenían claro por qué marcharían.

Esta marcha convocó a reconocidos rostros de la política tradicional del Ecuador, aunque estaban dispersos, cada uno con su grupo. Así, Cristina Reyes, asambleísta socialcristiana, estuvo acompañada por su compañero Henry Cucalón. Reyes dijo que acudía a la convocatoria porque considera que hay leyes en contra de los trabajadores y ella es parte de la comisión legislativa que los representa. Por otro lado estaba Martha Roldós, quien reconoció que cada grupo presente tenía sus razones y enfatizó que lo que los une es que todos tienen un reclamo.

Entre los primeros en llegar estuvieron Jorge Escala y Alonso López, exmilitantes del Movimiento Popular Democrático (MPD); además, había integrantes de la organización Unidad Popular, que aprovecharon la aglomeración de personas para recoger firmas y así conseguir la vida jurídica del grupo.

La circulación vehicular en varias calles del centro de la urbe fue muy difícil por la presencia de los manifestantes.

Los negocios en el casco comercial cerraron sus puertas para precautelar su inversión, sobre todo cuando fue quemada una bandera de PAIS.