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El Telégrafo
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Entrevista / Florisvaldo fier / alto representante general del mercosur

“En Ecuador hay una derecha, una élite que quiere derrocar al Gobierno”

“En Ecuador hay una derecha, una élite que quiere derrocar al Gobierno”
23 de julio de 2015 - 00:00 - Juan Manuel Karg, especial para El Telégrafo

Buenos Aires.-

Durante su visita a Buenos Aires, tras la reciente cumbre del Mercosur en Brasilia, EL TELÉGRAFO entrevistó a Florisvaldo Fier -Dr. Rosinha-, alto representante del bloque. Allí habló del ingreso de Bolivia, de las posibilidades de que Ecuador se integre como miembro pleno y de la situación de uno de los organismos regionales más importantes que tiene el hemisferio.

¿En que se fortalece el Mercosur con el ingreso de Bolivia, país fuerte en hidrocarburos?

En cada momento que otro Estado, otro país, se adhiere al Mercosur, este gana. Con la entrada de Bolivia nosotros tenemos hoy un territorio de dos tercios de América del Sur; en número de habitantes lo mismo; y un mercado más amplio. Bolivia es muy bienvenido al Mercosur: agrega una importante riqueza cultural, biológica y también un territorio con más agua. Aquello que en el futuro se va a disputar, agua y biodiversidad, se va agregando al Mercosur.

Incluso la producción de alimentos, porque Bolivia también es rica en producción de estos bienes. Creo que el Mercosur hoy es el bloque que más alimentos produce en el mundo. Entonces es muy importante para nosotros la entrada de Bolivia.

¿Después del ingreso de Bolivia, puede tratarse el de Ecuador como miembro pleno del Mercosur? En la cumbre estuvo Jorge Glas, vicepresidente del país...

Sí, se puede. La presencia del vicepresidente no significa que Ecuador no quiera entrar en el Mercosur. En todos los países de América del Sur, con raras excepciones como Paraguay o Bolivia, hay un debate nacional, político, muy intenso. En Ecuador está ese debate: hay una derecha, una élite ecuatoriana, que quiere derrocar al Presidente. Entonces, la salida del Presidente, en un momento de crisis política, no era aconsejable. Por ello viajó el vicepresidente a la cumbre de Brasil.

En la reunión, el vicepresidente ecuatoriano (Jorge Glas) alertó sobre algunas cuestiones comerciales, de la importancia de corregir temas en relación a Ecuador, para a partir de ahí comenzar a debatir la efectividad del país en el Mercosur. Concuerdo plenamente con esa posición: hay que debatir esas cuestiones comerciales, como dijo Glas.

¿Cuáles otros temas le parecen importantes destacar de la reciente reunión de Jefes de Estado realizada en Brasilia la semana pasada?

Se aprobó un avance en el diálogo con la Alianza del Pacífico, algo que es muy importante. Y se amplió también la profundización económica con otros países, como Colombia, Cuba, Chile y Ecuador. También se debatió la realización de reuniones con Líbano, Túnez, Corea del Sur y Japón. Creo que en la cumbre hubo definiciones políticas importantes.

Hay algo que no se debatió públicamente -en la plenaria general- pero que sí se debatió en la reunión de presidentes: los Brics. Porque el Banco de Desarrollo no es solo para los países miembros del bloque Brics, sino también para los países aliados. Eso quedó claro en el encuentro de Fortaleza, en 2014, cuando los Brics deciden fundar el banco y se invita a todos los países de América del Sur para que estén presentes.

Otro evento que se realizó allí fue la Cumbre Social, que ya viene formando parte del Mercosur hace una década...

Sí. En la Cumbre Social participaron más de 1.000 personas, lo que muestra que hubo una representatividad importante. En mi opinión fue una cumbre victoriosa: el eje fue “más integración, más derechos, más participación popular”. Ahí hay un registro importante: hay un déficit democrático en el Mercosur cuando la Cumbre Social pide más participación es porque está teniendo menor participación a lo esperado por todos. El camino para construir una identidad cultural y política en el Mercosur es justamente más participación popular.

Si uno ve la foto de la cumbre inaugural del Mercosur en 1991 en Asunción, y luego imágenes actuales, cambió con fuerza el bloque, al calor de una transformación regional. ¿En qué cuestiones prácticas se ve el cambio del Mercosur?

Es una pregunta muy interesante. Porque cuando una persona viaja de un país a otro, y no presenta el pasaporte, solo presenta el documento nacional, eso es un avance del Mercosur, no ocurría antes. Cuando una persona tiene el derecho de vivir, de radicarse, en cualquiera de los países: es reconocido el derecho de residencia, y eso es un avance de la ciudadanía del Mercosur, que tampoco existía antes. El derecho de la jubilación: la persona puede trabajar en cualquiera de los países del Mercosur, que cuenta el tiempo de trabajo para jubilarse. Esos son avances, en mi opinión, muy rápidos. Son avances de los últimos años, de la última década. En la foto oficial se muestra no solo la cara de los gobernantes: ahí también está la construcción política. Y por eso la Cumbre Social pide más integración, más avance de ciudadanía. Cree que es posible avanzar más.

¿En qué momento actual se encuentran las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea? ¿Se está esperando la contraoferta de Bruselas?

Hay voluntad política del Mercosur para avanzar en ese acuerdo. El problema es que estaba muy frenado. La visita de los presidentes, con Dilma a la cabeza, hace poco menos de un mes a Europa, en el marco de la Cumbre Celac-UE, fue muy importante. Creo que es posible ampliar el número de productos en la oferta del Mercosur. Igualmente la oferta mínima ya está hecha, y queda esperar la respuesta de la UE, que pide hasta octubre o noviembre para responder. Ocurre que ellos viven un problema económico y comercial muy serio: todo lo que está pasando en relación a Grecia no es poco para ellos. Hoy está en las manos de ellos responder y a partir de allí ver como sigue el acuerdo.

En relación a esto que plantea, ¿cómo hace el Mercosur, como bloque, para evitar un desenlace como el que está viviendo actualmente la Unión Europea?

El problema económico, la crisis económica que se está viviendo, es en todo el mundo. Acá en América del Sur hay algunos sectores que dicen “la crisis es local, es incompetencia de nuestros gobiernos” porque quieren hacer oposición.

Ellos tienen la información de que hay dificultad económica mundial, pero tratan de ocultarla. Acá nosotros tenemos que hacer un debate para avanzar más en el campo económico. Precisamos tener una macroeconomía más cercana, más próxima, para tomar las decisiones. Hay una asimetría económica muy grande entre los países del Mercosur, entonces hay que buscar un mecanismo económico para la región. Este tema también fue debatido en Brasil.

Creo que es posible construir el Mercosur con más consistencia, porque en la Unión Europea trabaja sobre mayorías: si diez deciden algo, por ejemplo, se tiene que hacer eso. ¿Y los otros cinco? Eso crea alguna fragilidad. En el Mercosur no, hay que tener el consenso. (I)

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