Más de mil manifestantes participaron de la marcha convocada por las centrales de trabajadores que se oponen a las reformas laborales del Gobierno en Cuenca.

En la capital azuaya los manifestantes se concentraron en el parque de San Blas, donde los dirigentes destacaron el ambiente pacífico de la caminata “pese al resguardo policial que existe en la ciudad”.

Según Édison Deleg, representante del FUT en Azuay, los trabajadores, estudiantes y amas de casa ya no tienen el temor de protestar y reclamar al Gobierno por temas como las enmiendas constitucionales, que según él no son “reformas revolucionarias”, sino que perjudican a los trabajadores del país.  

Gremios de estudiantes también participaron. Byron Cuero pidió que haya “exámenes justos para el ingreso a la universidad”. Según el alumno de Derecho, “hay muchos jóvenes que se han quedado sin estudios por lo difícil que resulta tener acceso directo”.

Mientras que unos 600 trabajadores marcharon por las principales calles de Machala en rechazo al nuevo Código Laboral, mientras que otro grupo de 300 realizaron un plantón en apoyo al Gobierno Nacional.

La marcha se realizó con normalidad. 140 policías controlaron a los marchistas para que no se encuentren con el otro grupo que se hallaba en los bajos de la Gobernación de El Oro.

Por la avenida 25 de Junio, de Machala, salió la marcha de los trabajadores hasta llegar a la sede de la Unión Nacional de Educadores (UNE).

La presidenta del Frente Popular, Jéssica González, y miembro del desaparecido Movimiento Popular Democrático (MPD), dijo que participaron trabajadores de Ceteoro, UNE, Federación de Trabajadores Municipales, FESE-JRE-Confemec, Fecomim, UGTE, los sindicatos de la salud y  trabajadores del Consejo Provincial.