La calidad del servicio no varía
El transporte en Quito sigue igual tras acuerdo
En un mensaje de Twitter publicado el miércoles de esta semana, la primera vicealcaldesa de Quito, Daniela Chacón (SUMA-VIVE), aseguró que “(...) la transformación del transporte regirá después de ser aprobada por el Concejo”.
La afirmación “se cumple tal cual” opina Jorge Gualoto, habitante de Santa Anita (al noroccidente) y empleado de la Función Judicial, quien dice que “los viajes en bus no han cambiado nada”, a 9 días del anuncio de un acuerdo entre la Alcaldía y los transportistas sobre tarifas y mejoramiento del servicio.
Ángela Echeverría, moradora de San José de Jarrín (norte), coincide en que movilizarse “sigue siendo un tormento” y que parecería que “los señores choferes están esperando que el Municipio les dé plata antes de cambiar el servicio”.
Por ejemplo, la tarde del martes pasado, la unidad 87 de la cooperativa San Carlos, asignada a la ruta Cotocollao-Congreso, cometió 7 infracciones mientras recorría el tramo entre el Ministerio de Agricultura (Eloy Alfaro y Amazonas) y la calle Flavio Alfaro, en el barrio Quito Norte.
Todas las contravenciones fueron de quinta clase respecto a la detención de un automotor en lugares no permitidos para dejar o recoger pasajeros o carga.
Este tipo de faltas son sancionadas con el 15% ($ 53,1) del salario básico unificado y la reducción de 9 puntos de la licencia.
Así, si el conductor de esa unidad hubiese sido multado, hoy cargaría con una pena económica de $ 371,7.
En un mensaje de Twitter publicado el miércoles de esta semana, la primera vicealcaldesa de Quito, Daniela Chacón (SUMA-VIVE), aseguró que “(...) la transformación del transporte regirá después de ser aprobada por el Concejo”.
La afirmación “se cumple tal cual” opina Jorge Gualoto, habitante de Santa Anita (al noroccidente) y empleado de la Función Judicial, quien dice que “los viajes en bus no han cambiado nada”, a 9 días del anuncio de un acuerdo entre la Alcaldía y los transportistas sobre tarifas y mejoramiento del servicio.
Ángela Echeverría, moradora de San José de Jarrín (norte), coincide en que movilizarse “sigue siendo un tormento” y que parecería que “los señores choferes están esperando que el Municipio les dé plata antes de cambiar el servicio”.
Por ejemplo, la tarde del martes pasado, la unidad 87 de la cooperativa San Carlos, asignada a la ruta Cotocollao-Congreso, cometió 7 infracciones mientras recorría el tramo entre el Ministerio de Agricultura (Eloy Alfaro y Amazonas) y la calle Flavio Alfaro, en el barrio Quito Norte.
Todas las contravenciones fueron de quinta clase respecto a la detención de un automotor en lugares no permitidos para dejar o recoger pasajeros o carga.
Este tipo de faltas son sancionadas con el 15% ($ 53,1) del salario básico unificado y la reducción de 9 puntos de la licencia.
Así, si el conductor de esa unidad hubiese sido multado, hoy cargaría con una pena económica de $ 371,7.
