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Entrevista / Luis Aníbal Garzón Narváez / Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador

“El trabajo es de complementariedad y no de reemplazar a la Policía”

Luis Aníbal Garzón Narváez, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Foto: Andrés Darquea│El Telégrafo
Luis Aníbal Garzón Narváez, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Foto: Andrés Darquea│El Telégrafo
01 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Política

Designado Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. en abril de este año, Luis Aníbal Garzón destaca que las actuales Fuerzas Armadas están comprometidas con más de 24 instituciones del Estado a través de un trabajo coordinado. “Me refiero por ejemplo a apoyar a la Policía o a la Secretaría de Gestión de Riesgos. Esto significa apoyar a la seguridad del Estado”.

¿Qué cambia en las FF.AA. con la Revolución Ciudadana? ¿Cómo se puede valorar esta renovación institucional?
Hacemos un trabajo coordinado con el Ministerio de Defensa sobre  cuál es el empleo de FF.AA. en un escenario distinto, dinámico, en donde tenemos la amenaza externa del crimen transnacional. En cuanto a enfrentar amenazas tradicionales como una guerra, vemos que la política internacional mejora las relaciones con los vecinos del norte y el sur. Quienes son estudiosos de los escenarios determinan que una posibilidad de conflicto externo está bastante lejana.

Desde el punto de vista militar, siempre vamos a orientarnos hacia el cumplimiento cabal que nos manda la Constitución: la defensa de la soberanía e integridad territorial. Pero según el artículo 158 de la Carta Magna estamos conscientes de que somos garantes de la protección, las libertades y las garantías de los ciudadanos. Eso le da un ámbito mayor en cuanto a la seguridad interna del Estado. Aquello está expresado en la Agenda Política de la Defensa y también en la Directiva de Defensa Militar, que la elabora el mismo  Ministerio de Defensa.

De allí viene el lineamiento político-estratégico al nivel estratégico-militar. El Comando Conjunto toma ese lineamiento y se encarga de escribir los planes de defensa externa e interna. Ahora es más amplio el plan de seguridad interna para apoyar las acciones del Estado.

¿Qué cambió en los militares? ¿Tienen un rol más cercano a la ciudadanía?
Yo diría que tal vez, desde el punto de vista civil, se puede decir más cercano, aunque las FF.AA. siempre han estado y trabajado junto al pueblo. En otra época  apoyamos especialmente áreas donde el Estado no llegaba. En las fronteras, en la  Amazonía, el principal soporte que tenía la población eran las FF.AA.
Ahora tenemos una visión distinta, enmarcada en haber definido con claridad este rol de FF.AA., en apoyo a la seguridad del Estado. Para nosotros ha sido bien visto, y creo que en atención a un clamor, el haber reformado el artículo 11 de la Ley de Seguridad Pública y del Estado nos permite trabajar con la Policía.

¿Qué le compete en ese sentido a la Policía y a las Fuerzas Armadas en un determinado operativo?
Por ejemplo, apoyamos a la Policía en el control de drogas, de manera especial en fronteras, amparados en el Decreto 433; en el trabajo militar que está enfocado en el patrullaje de frontera; en el control de armas, que es nuestra misión principal. La situación no ha cambiado, posiblemente vamos a hacer lo mismo: detener a personas involucradas en tráfico, llamar a la Policía, al fiscal y que ellos tomen acciones sobre eso. Entonces es un trabajo de complementariedad  y no de reemplazar a la Policía.

¿La vinculación más estrecha entre FF.AA. y otros entes del Estado modifica o mejora los procesos a nivel doctrinario? ¿Cómo influye?
Las actividades que hacemos ahora nos ha permitido incursionar y prepararnos, por ejemplo, en áreas de derechos humanos, derecho internacional humanitario, género. Para nosotros son materias en una malla curricular reformada que le permite al soldado estar entrenado no solo para cumplir con su tarea principal (defensa de la soberanía), sino atender la seguridad interna, enmarcado en el apoyo a las instituciones y gestión del Estado.

¿Cuánto ve que ha cambiado la formación que recibió cuando ingresó a la institución versus las  nuevas generaciones de militares que ahora se están formando?
Hay un cambio importante porque mi generación participó en 2 conflictos bélicos, en 1981 y 1995, por lo que el enfoque nuestro era estudiar una amenaza en lo que antes decíamos la “hipótesis del conflicto”, que en su mayoría era orientada a una posibilidad de ataque de Perú. Ese era el tema central de nuestros estudios.

¿Cómo se debe concebir el rol de FF.AA. en el control de frontera si Colombia está inmersa en un proceso de paz con la guerrilla, mientras que el crimen organizado parece ganar terreno?
El proceso de paz en Colombia está en vigencia y ese es el nuevo escenario que tiene implicación de carácter vecinal y regional. La paz en Colombia no es la solución definitiva al problema. Si logra negociar que la guerrilla deje de participar como tal, no creo que a todos puedan insertarlos laboralmente, por lo que seguirá vigente el problema de la droga, lo cual corrompe y socava las estructuras de los Estados.
Eso que antes era guerrilla posiblemente ingrese al país de manera atomizada: no serán los guerrilleros que a veces hallamos en las bases de descanso o tratando de obtener logística en el territorio, sino que estarán vestidos de paisanos traficando la droga. En cuanto al crimen transnacional no respeta fronteras. Hemos capturado naves que vienen desde México.Identificamos áreas donde el crimen transnacional está fortaleciéndose.

¿Qué están haciendo para evitar las falsas informaciones de que se quiere reducir personal y dejar sin trabajo a muchos militares?
En el proceso de reestructuración estamos siguiendo un plan para iniciar un proceso de reducción del tamaño de las FF.AA. Al momento somos 40.060 hombres y desde 2014 hasta 2025 tendrán que reducirse a 5.500 hombres.

¿Cómo se lo hará?
Cada año se reducirá el ingreso de 460 personas a las escuelas de formación; matemáticamente, proyectado al año 2025, serán 5.500 hombres menos. La meta es que las FF.AA. lo conformen ya no 40.060, sino un total de 34.500 hombres, quienes apoyarán en fronteras, gestión de riesgos, inundaciones y flagelos.

¿La reducción entonces no será del personal que actualmente presta su trabajo profesional?
En absoluto. La estabilidad del personal profesional de FF.AA. está totalmente garantizada, estamos únicamente haciendo la proyección con aquellos que no ingresen a las escuelas, es decir, no topa a nadie. Eso está articulado con la reestructuración y modernización.  Una disminución del personal, pero una mejora en las condiciones del equipamiento, del armamento, de la tecnología. Estamos haciendo fusión, contracción, eliminación de unidades, sí, pero lo estamos sustituyendo con mejor tecnología.

¿Qué tipo de tecnología?
Son herramientas identificadas en un escenario sobre cuáles son las amenazas y factores de riesgo. Por ejemplo radares, cámaras y los llamados autogiros, una especie de helicóptero que puede recorrer el oleoducto y alertar a una patrulla en tierra si sucede algo anormal. Dentro de la modernización de FF.AA. también consta prepararnos para nuevos desafíos, entre ellos, la ciberdefensa y la ciberseguridad.

¿Cómo entender la ciberdefensa?
La modernización involucra este nuevo lineamiento dado en la agenda política de la defensa. La Ciberdefensa, que es el gran nombre, abarca el ciberataque, la ciberguerra, el ciberespionaje. Esta es una grave amenaza actualmente vigente en el mundo moderno. El ciberataque puede desestabilizar la economía o la seguridad de un país con facilidad.
Esa es una amenaza que no implica un ataque con aviones, tanques, artillería, ni siquiera una bala para decir que se está en guerra. Se puede acabar con la economía de un país a través de un ciberataque. Todo lo que sea manejado por las computadoras es vulnerable a un ciberataque y se lo podría hacer desde la tienda de la esquina o desde cualquier parte del mundo. Se puede aplastar el botón de una computadora y destruir represas, refinerías, parar el sistema bancario y de recaudación de un país. Caotizar todo. Esa es una amenaza que se ha convertido en un compromiso de adquirir una capacidad en este sentido.

¿La ciberdefensa recae en todas las fuerzas militares?
El organismo rector es el Ministerio de Defensa en cuanto hablamos de ciberdefensa, pero el Estado como tal es el encargado de la ciberseguridad, porque muchas entidades del Estado se verían afectadas. Por ejemplo, deberíamos pensar qué pasaría si se produce un ciberataque a hospitales. Quien deberá actuar es el Ministerio de Salud en coordinación con Defensa y el organismo que maneje el macro de la ciberdefensa.

Ante las nuevas amenazas, ¿qué rol juega la nueva preparación de conscriptos?
Esperamos tener en 6 meses personas capaces de formar parte de una reserva que en 5 años serán 50 mil, a razón de 10 mil por año. Aparte de estar listos para la defensa de la soberanía y la integridad territorial ellos irán ganando experiencia sobre todo en gestión de riesgo, como rescatistas, apoyando a los bomberos, como paramédicos, como líderes en sus barrios que sean capaces de organizar y poder trasladar a los albergues. Apoyar a las mismas Fuerzas Armadas en la gestión frente al fenómeno de El Niño.

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