“El Gobierno es víctima de su propio éxito”

Las demandas del movimiento indígena, protagonista hoy de la movilización en contra del Gobierno de Rafael Correa, son las mismas que han planteado los grupos políticos de derecha.

Me sorprende que las demandas del movimiento indígena exijan el archivo de las reformas a la Constitución, el mismo planteamiento de la derecha. También me admira que la bandera de lucha de este sector ya no sea la reforma agraria y la reducción de la pobreza. Y me impresiona más aún que los medios de comunicación, que en los años 90 despotricaron en contra del movimiento indígena, ahora los alaben y los reconozcan como los defensores de la democracia, aunque con eso tampoco quiero decir que las demandas de este sector no sean legítimas.

Con respecto a la labor del Gobierno en el sector indígena, se puede decir que faltó trabajo en ámbitos como la reforma agraria y que tampoco se ha resuelto el problema de la pobreza en sus comunidades. Ha caído la pobreza entre los mestizos, pero esa reducción no es sustancial entre los indígenas. Esa sería una de las tareas pendientes del Gobierno.

Creo que no existe manipulación al interior del movimiento indígena, sino que la coyuntura política creó coincidencias a partir de intereses particulares. El Gobierno fue minando  pequeñas prebendas en distintos sectores; por ejemplo, sacar a la Policía del manejo del tránsito, a los indígenas del sistema de educación bilingüe, los profesores y los médicos ya no gozan de  jornadas laborales de 4 horas, etc. Por ahí puede estar una de las explicaciones a la postura de ciertos dirigentes.

Hoy el país vive el resurgir de la derecha, pero sin una cabeza o líder visible. Por ejemplo, las marchas realizadas hace un mes, principalmente en contra de las reformas tributarias, fueron una evidencia absoluta de ese resurgimiento.

Pero el Gobierno también se ha equivocado; en las elecciones pasadas Alianza PAIS perdió en las 10 ciudades principales del Ecuador. Esto que muestra el desgaste político no solo entre la derecha sino también con la clase media.

Además, las movilizaciones, que en las últimas semanas se han concentrado en la Tribuna de Los Shyris, son motivadas por la clase media, por lo que se podría decir que el Gobierno es ‘víctima’ de su propio éxito.

Es precisamente la clase media, consolidada con las políticas aplicadas por este Gobierno, la que desfila en la Av. de Los Shyris y que se plegará a las marchas de los médicos, maestros, etc.

El resurgir de la derecha se apoya en la clase media de las ciudades más grandes del país, lo que explica la pérdida electoral del año pasado. (O)