Ana Marcela Paredes. Vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral
“El CNE, con liderazgo fuerte de las mujeres”
Estrenó el sillón de la vicepresidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) hace unos días. Es una de las tres mujeres que están al frente del organismo electoral. Su gran desafío es la consulta popular y conseguir la equidad de género en las organizaciones políticas. Ana Marcela Paredes, la segunda a bordo en el CNE, conversó con EL TELÉGRAFO sobre algunos temas.
¿Es verdad que un día antes de tomar posesión de sus nuevos cargos, Miguel Carvajal y Johanna Pesántez hablaron con ustedes sobre la consulta y para arreglar una mayoría?
Eso no pasó. Tuvimos una reunión de trabajo con los cinco consejeros y definimos hacia dónde caminábamos y el nuevo rumbo del CNE. En esa noche resolvimos la presidencia de Nubia Villacís, que hasta el día del pleno no teníamos la anuencia de todos los integrantes. Después, ellos se allanaron porque había tres mujeres.
¿A qué acuerdo llegaron en esa reunión?
Según el reglamento, le correspondía a la vicepresidencia tomar la dirección del CNE ante la ausencia definitiva de la primera autoridad. Fue un momento especial y decidimos dar el liderazgo fuerte a la mujer.
¿Qué cambia con el liderazgo de mujeres en el CNE?
Hay muchos temas pendientes en la participación real de la mujer en la política. Hay dos mujeres a la cabeza de una importante función del Estado, eso aporta a que nosotras decidamos participar en política. Pero hay innumerables temas por saldar y hacen falta muchas reformas. Por ejemplo, hay violencia política contra la mujer; además, a nivel de candidaturas unipersonales, no se pide la paridad, pero en las pluripersonales sí. Propiciaremos el debate y la reforma al Código de la Democracia.
¿Cómo es eso de la violencia política hacia la mujer?
Hay violencia sutil, el hombre ejerce el poder y puede subestimar la función de la mujer en estos cargos. Esta violencia puede redundar en espacios personales porque si se vuelve persona pública está supeditada a comentarios personales.
El primer día de su gestión resolvieron llamar a consulta popular. ¿Por qué?
Recibimos los dos decretos del Presidente de la República. No damos apoyo a una tesis en particular, debemos organizar la consulta y somos los administradores del tema electoral. Tuvimos la celeridad del caso, sabíamos que se venía este proceso y no quisimos perder el tiempo.
Pero hay otros casos que nunca pasaron en el CNE. Por ejemplo, la consulta propuesta por los Yasunidos. Ese tema estuvo en otro período de gestión. Lamento que nunca pasó y que la voz del soberano no se escuchó. Pero hoy la organización de esta consulta del Ejecutivo es una respuesta clara a lo que piden los ciudadanos.
¿Qué piensa de la consulta del Ejecutivo?
Es un derecho de la población, es legítimo que se consulte las veces que sean necesarias. Es un derecho progresivo que escucha la voz del pueblo. Siempre estaré de acuerdo con cualquier iniciativa que busque ese pronunciamiento popular.
El cambio de autoridades del CNE coincidió con el viaje del expresidente Rafael Correa a Ecuador. ¿Él los llamó para tratar de influir en sus criterios sobre la consulta?
No nos llamó. Conozco su voz porque hablaba en las sabatinas, nada más.
¿Usted recibió algún tipo de presión política para hacer este sondeo popular?
De ninguna manera.
El expresidente Correa también dijo que el actual mandatario, Lenín Moreno, tenía mayoría en el CNE.
Creo que cada ladrón juzga según su condición. No se puede poner toda una institución al servicio de alguien. No se puede pensar que alguien es dueño de la verdad. Si en otro momento se consideraba que todo el aparataje estatal estaba al servicio de alguien en particular, eso ya pasó. Este es otro momento en el país.
Aquí hay que mirar la ley y sumarse a un pedido de la ciudadanía que demanda que el CNE responda a sus intereses. No podemos dilatar, ni darnos la vuelta ni esperar injerencias de afuera en este tema. Basta con hacer las cosas en derecho y según lo que aspira la ciudadanía. Actuar siguiendo el debido proceso.
Pero usted estuvo durante la presidencia de Juan Pablo Pozo, que era cercano a Correa. ¿Qué piensa sobre eso?
La anterior gestión fue muy centralizada y mi rol fue marginal. El sistema estaba concebido de manera centralizada. Yo empecé una función con sus fallas y vicios. Pero me sirve como lección aprendida para tomar líneas que se desmarquen totalmente de esa gestión excesivamente centralizada.
La imagen del CNE no ha sido buena. Hubo problemas en las últimas elecciones con el padrón electoral porque incluía fallecidos o personas con 105 años, por ejemplo.
El padrón se lo concibe en trabajo conjunto con el Registro Civil. Tuvimos varias reuniones para contar con un padrón depurado. Hay inconsistencias y pusieron a 120 personas solo para trabajar en esa limpieza. Han incrementado los niveles de seguridad. Hoy tenemos el 80% con fotografías que verifican la identidad de las personas. Eso hace menos probable la suplantación de identidad. Aspiramos a que en las siguientes elecciones tengamos un padrón totalmente depurado.
Hay dudas sobre el CNE, la oposición habla de fraude y Eduardo Mangas reconoce que perdieron las elecciones en la primera y segunda vuelta. ¿Usted qué opina?
Hablar de fraude es una palabra mayor. Es un tema bastante delicado, es irresponsable decir con ligereza que existió fraude. Hay demasiados filtros y los miembros de las juntas receptoras del voto son estudiantes universitarios, que aportan cívicamente a ese proceso. A mi modo de ver, es un supuesto no consentido. No creo que eso haya pasado con el sistema de control que tuvimos. Hicimos reconteo y eso evidenció que los resultados fueron veraces.
¿Cómo van a garantizar la transparencia en la consulta con todos estos problemas?
La transparencia y la confianza se las va ganando día a día, la legitimidad también. El hecho de que los ciudadanos sean parte de este proceso y estén inmiscuidos garantiza que la legitimidad está dada. Actuamos con transparencia.
Usted dijo que hay contratos de la anterior gestión que le llamaron la atención. ¿Por qué?
Tengo varias observaciones en el tema comunicacional. Allí podrían entrar otros elementos que observamos y analizar en qué revertir y hacer un giro. Eso es importante para la ciudadanía, que debe conocer cada una de la preguntas y explicar cuáles son los derechos que se garantizan con la consulta y qué implican los anexos de ella.
A ustedes las prorrogaron en sus funciones por falla del Consejo de Participación Ciudadana.
En mi caso, no estoy con funciones prorrogadas. Estoy en lugar de una consejera que fue nombrada de 2015 a 2020. Al principalizarme asumí esos derechos y obligaciones. Hay un decreto ejecutivo para subsanar el vacío de la ley, una reforma al artículo 165 de la Ley Orgánica del Servicio Público (Losep), que dice: “Si el Consejo de Participación no nombró a los consejeros, estos permanecerán en sus cargos”. No se establece el tiempo de esa prórroga. Estamos en un momento especial y no podemos dejar en acefalía a las entidades.
Solanda Goyes está en lugar de Luz Haro, una de las consejeras del CNE. Ella pidió ser principalizada.
Hay que anotar todos los aspectos de este cuerpo colegiado. Por ejemplo, en 2011 hubo el concurso público para principales o suplentes. Yo resulté primera suplente, pero no era de alguien en particular. Era la primera elegible ante la ausencia de los consejeros. En segundo lugar está Miguel Ángel Condolo, que se excusó porque es fiscal en Loja.
En tercer lugar está Luz Haro, que ha participado ante la ausencia de cualquiera de nosotros. En el proceso de renovación existía la posibilidad de que salieran dos principales y dos ausentes. En caso de la doctora Solanda Goyes nunca se posesionó en ese momento. Si no lo hizo, no puede reclamar su participación en este cuerpo colegiado. Perdió su derecho.
¿Qué planes de trabajo tienen en el nuevo Consejo Electoral?
Nuestra prioridad es la consulta a la celeridad posible y de forma responsable. Además, el tema comunicacional para llegar a toda la población. Otra línea importante son los observadores internacionales. Hemos decidido invitar a la Unión Europea (UE) como observadora. Es una observación imparcial y autónoma que aporta a la legitimidad del proceso democrático.
¿Cuáles son los temas pendientes?
Eso es amplio, pero priorizo la equidad de género en la participación ciudadana. También el tema de gestión interna. Ahora, nuestra prioridad es garantizar que los funcionarios puedan tener sus nombramientos en este organismo. Conformamos una comisión para evaluar las áreas y de cuántas plazas hablamos para garantizar la estabilidad laboral en el CNE. Son funcionarios que conocen los procesos y la especificidad del trabajo electoral.
¿El ala correísta de Alianza PAIS pidió el reconocimiento del CNE?
No hay mucho que abonar en ese tema. Recibimos la orden del Tribunal de Garantías Penales de Pichincha (TGP) para dejar sin efecto todo lo que sucedió el 31 de octubre. Ese día, 9 de 32 integrantes de Alianza PAIS intentaron quitar la presidencia del movimiento a quien había sido nombrado por esa organización. Seguimos la sentencia del TGP. (I)
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