Ecuador desarrollará un sistema  para promover las innovaciones y cambiar la matriz productiva. La iniciativa fue presentada ayer por el presidente Rafael Correa durante el enlace ciudadano, realizado en Quito.

El Mandatario reconoció que estructurar la propuesta le ha tomado años debido a las carencias del Estado. “Para innovar se necesita talento humano y ciencia y tecnología”, explicó. El objetivo es desarrollar conocimiento y que este sea explotado comercialmente.

René Ramírez, titular de la Secretaría Nacional de Ciencias y Tecnología (Senescyt), ofreció los detalles del plan, que tiene 2 pilares: el sector del conocimiento y el productivo. “Primero teníamos que cambiar la educación para generar nuevos productos que den valor agregado a la economía”, señaló el funcionario.

La primera parte del sistema fue aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D). En ese marco, Ramírez contó que el país ha invertido $ 9.445 millones en las universidades.

Pero esos desembolsos también han permitido reducir la brecha entre los centros que más recibían y los que menos recursos adquirían. Ahora, comentaron las autoridades, se premia la excelencia. Al mismo tiempo han aumentado los profesores con maestrías.

Pero Correa reconoció que la calidad universitaria no solo es un asunto de dinero, sino de actitud por parte de profesores, autoridades y estudiantes.

El segundo paso fue crear servicios para la producción de innovación. En esa línea se enmarca Yachay, un centro de desarrollo científico y tecnológico, ubicado en Urcuquí (Imbabura). También hay otras iniciativas como Ikiam, en la Amazonía, y la entrega de becas para que los estudiantes ecuatorianos se formen en las mejores universidades del mundo.

También está el Banco de Ideas, que en 3 meses de funcionamiento ya tiene 1.700 proyectos presentados por ecuatorianos. Es una plataforma virtual donde los ciudadanos presentan sus innovaciones, indicó Ramírez. “Es el único banco que no quebrará”, agregó el académico.

El último paso, que estará en manos del Ministerio Coordinador de la Producción, es transferir el conocimiento al sector productivo, mediante el financiamiento. Se necesitan líneas de crédito de capitales semilla y de riesgo.

Paralelamente se desarrolla un marco regulatorio: el Código de la Economía del Conocimiento, que sería enviado a la Asamblea Nacional antes de fin de año.

El esfuerzo emprendido por el Estado en el mejoramiento de la educación superior fue el primer paso. Richard Espinoza, ministro coordinador de la Producción, afirmó que será a este sector al que le toque tomar la posta. A él le corresponde desarrollar el financiamiento para que el “prototipo se haga comercial”.

El Secretario de Estado anunció que se crearán fideicomisos con fondos públicos para ayudar a las start ups, que son los emprendimientos productivos, cuando una idea o invento se desarrolla comercialmente. Y en este punto interviene un aspecto cultural, adelantó Correa: “No hay que tener miedo al fracaso, a los errores. Eso es parte de la vida”, aseguró.

Espinoza reconoció que en estos eventuales créditos hay riesgo, en algunos casos se perderá. Por eso dijo que los organismos de control deben saber cómo funciona el mecanismo para que si fracasa alguna iniciativa entiendan que eso no es peculado o malversación de fondos públicos. “Esto es difícil en un país como Ecuador por la mediocridad de nuestra clase política. Cuando pierdan dinero dirán robo, peculado”, lamentó Correa.

El Ministerio Coordinador de la Producción también trabaja en una propuesta de institucionalidad. Espinoza mencionó un Comité de Cambio de la Matriz Productiva, presidido por la Vicepresidencia de la República e integrado por los ministerios y otras entidades.

Además se abrirá una ventanilla única para atender a los innovadores ecuatorianos, en asesoría y financiamiento.

Correa contó que el país aplica el modelo israelí, el más exitoso del mundo en promover las innovaciones. Mientras que para las universidades se usa el modelo anglosajón. “Tomamos lo mejor, sea de izquierda o derecha”, expresó el gobernante.

Reforma laboral

El presidente Rafael Correa también se refirió a la reforma laboral que presentó la semana pasada en Guayaquil. Habló específicamente del eje de la democratización de los sindicatos.

El Jefe de Estado destacó la necesidad que tiene el país de tener una nueva dirigencia sindical en el sector público. Pidió a los directivos de esas entidades entender que cuando se defienden o exigen “conquistas laborales” hay menos escuelas, hospitales y carreteras.

“Cierto sindicalismo debe comprender que lo público es de todos”, insistió. Criticó que antes no había autoridades que defendieran al Estado porque los mismos gerentes de las empresas públicas se incluían en los contratos colectivos.

“Siempre con el trabajo humano, es lo que nos define como socialistas”, señaló. Se mostró dispuesto a dialogar sobre las reformas, pero no con el MPD.

DATOS

Cuando habló sobre las reformas laborales, el presidente Rafael Correa puso como ejemplo que si un trabajador percibe $ 1.200 como décimo, recibirá $ 100 cada me si opta por la mensualización de dicho dinero. Incentivó a la población a ahorrar. “Esto puede ponerse en una entidad financiera y ganar intereses”.

El Presidente señaló que el pago de estas remuneraciones extras son rezagos de una época de explotación laboral. “Este era el famoso aguinaldo, el empresario pagaba sueldos de miseria, pero daba un sueldito adicional”, manifestó.  

Correa agregó que gracias a las normas que ha implementado el Gobierno Nacional se ha logrado que Ecuador tenga la tasa de desempleo más baja de su historia, incluso menor al promedio de Latinoamérica, con el 4%. En el resto del continente es de al menos 6%.